Sé bueno hasta la muerte, de Zsigmond Móricz

By octubre 31, 2016Sin categoría

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Los valientes duermen solos nº 240
Sé bueno hasta la muerte (1920), de Zsigmond Móricz 

«El talento narrador de Zsigmond Móricz hace percibir una nueva exigencia de sinceridad, con un estilo natural y temas con un valor por encima de las fronteras. Pero pronto la política fascista empieza a perturbar el cuadro de la literatura y su relación con el mundo. El campo de los temas literarios se hace más estrecho. Sin embargo, Móricz no huye de los temas psicológicos de la época, siempre con el deseo de guardar distancia y un hacer resistencia al régimen, y mostrando cierta tendencia por lo patológico y morboso, lo que lleva un oscuro hermitismo a la lírica Los valientes duermen solos. Octubre de 2016.

Sé bueno hasta la muerte (1920), de Zsigmond Móricz. Título original: Légy jó mindhalálig. © Herederos de Zsigmond Móricz, 1920. Edición española © Acantilado, Barcelona, septiembre de 2016 © de la traducción, Judit Faller Leitold y Andrés Cienfuegos Gómez, 2016 © del prólogo, Eric Oliver, 2016. Colección: Narrativa del Acantilado, 277. 384 pp. Rústica cosida con hilo. 13 x 21 cm.

Misi, un niño brillante, inocente, sensible, siempre dispuesto a ayudar a los demás, que estudia en un estricto internado al noreste de Hungría, sueña con convertirse en poeta. Pero su infancia termina de pronto cuando es acusado injustamente de robar un billete de lotería premiado. Alejado de su familia, se verá obligado a asimilar las complejidades de un mundo nuevo, el de los adultos, que desconoce y se le revela como temible. En esta novela, todo un clásico de las letras húngaras, Móricz nos habla de la infancia, ese paisaje mítico en el que convive la alegría con la angustia, y del reto que supone el paso a la edad adulta.

Zsigmond Móricz (Tiszacsécse, Imperio austrohúngaro, 1879 – Budapest, 1942) fue escritor y periodista. Su obra retrata de un modo magistral los conflictos sociales de la Hungría de principios del siglo XX y lo consagró como pilar del realismo crítico de las letras húngaras.

Judit Faller es licenciada en Filología Hispánica e Italiana por la Universidad ELTE de Budapest y titulada como Profesora de Piano y de Pedagogía Musical por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Su trayectoria profesional está íntimamente ligada a la pedagogía musical, tarea que ha desarrollado como docente en diferentes escuelas de música y conservatorios de España. Entre 1992 y 2014 impartió clases como profesora de Lenguaje Musical y directora del coro infantil de la Escuela Municipal de Música de Tres Cantos. Ha sido también profesora de Didáctica Musical del Magisterio Musical de la Universidad de Alcalá de Henares y después del Conservatorio Superior de Música de Zaragoza. En la actualidad prosigue su colaboración con diversas universidades e instituciones educativas dando conferencias e impartiendo talleres y cursos de formación del profesorado, compaginando todo ello con la realización de una vieja idea: la que en 1982 surgiera entre ella y Andrés Cienfuegos (con quien está casada desde 1979) cuando ambos colaboraron en la traducción de la obra de teatro La familia Tót, del húngaro István Örkény: traducir juntos al castellano relevantes obras literarias húngaras inéditas en España. Desde entonces, han traducido juntos, entre otros autores, a István Örkény, Attila Bartis, Frigyes Karinthy o Péter Gárdos. Participan juntos en el seminario que cada año imparte Adan Kovacsics en la Casa del Traductor de Hungría.

Andrés Cienfuegos es titulado por la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, sus comienzos en el teatro como actor, director y dramaturgo se remontan al 68, con iniciáticas representaciones cuasi clandestinas realizadas en los más dispares espacios propios de la época. Después es uno de los fundadores del grupo Tábano, con la mítica “Castañuela 70” a las espaldas. En el seno de diversos festivales internacionales de América Latina fundará posteriormente el G.I.T. (Grupo Internacional de Teatro), formación con la que recorrerá ampliamente los circuitos populares de ese continente así como los de la emigración española en Europa y los de la España de entonces; con su Galileo Galilei, de Brecht, cuyo personaje central encarna, se inaugura la antigua Sala Olimpia de Madrid (hoy Valle-Inclán). También es uno de los fundadores de Teatro La Quimera, compañía en cuyo seno impartirá seminarios y talleres y con la que proseguirá “pateándose” los circuitos teatrales de toda España y de nuevo algunos de los de América. Muchas de sus puestas en escena fueron realizadas a partir de adaptaciones propias de obras no necesariamente dramáticas: La madre, de Gorki; Vida, locura y muerte de Lope de Aguirre, monólogo que a su vez interpreta sobre el controvertido conquistador español; Exemplaridades cervantinas, sobre las Novelas ejemplares de Cervantes; La muerte de Iván Ilich, monólogo que igualmente interpreta (en el reducido espacio escénico que propicia un ataúd) sobre el relato homónimo de Tolstoi; Tú soy mi enemigo, a partir de diversos textos de Kafka… Casado con la húngara Judit Faller desde 1979, actualmente aborda junto a ella la vieja idea que ya naciera en ambos en 1982, cuando colaboraron en la traducción de la obra de teatro La familia Tót, del húngaro István Ökény: traducir juntos al castellano relevantes obras literarias húngaras inéditas en España. Desde entonces, han traducido, entre otros autores, a István Örkény, Attila Bartis, Frigyes Karinthy o Péter Gárdos. Participan juntos en el seminario que cada año imparte Adan Kovacsics en la Casa del Traductor de Hungría.