LVDSEl Portal muestra la Entradalvds«KOLLAGElvdsAlfombra voladoras»lvdsLa Imagen que aparece en la Cubierta es de pronto un kollage de Los valientes duermen solos a partir de Knockouts fotomecánicoslvdsLas imágenes proceden de un material gráfico de indudable gancholvdsA lo que hay que añadir la máscara sonora de Josiah Steinbrick


 

 

 

«Enrique Una estufa de desinfectar libros
El número 153
Paula El nombre
Los Valientes Duermen Solos
E—Es asombroso
Elijo el número 7
P—Me quedo con el 30»
LVDSEINRIQUE
VILA-MATAS¹ Y PAULA DE PARMA²

___________

lv¹lvdsENRIQUE VILA-MATASlvdsBarcelonalvds1948lvdsuno de los más destacados escritorxs europexs del momentolvdstraducido a 29 idiomaslvdsconsiderado uno de lxs escritorxs españolxs de culto

lv²lvdsENRIQUE VILA-MATASlvdsBarcelonalvds1948lvdsuno de los más destacados escritorxs europexs del momentolvdstraducido a 29 idiomaslvdsconsiderado uno de lxs escritorxs españolxs de culto

 

«Por ello es tan conveniente reivindicar «los valientes duermen solos»
nombre/aforismo de un interesante blog sobre arte que me sugiere la imagen del artista enfrentándose con la tarea de crear en soledad una obra perdurable que deberíamos estar en condiciones de valorar»
LVDSFÉLIX
RIERA

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lv¹lvdsFÉLIX RIERAlvdsBarcelonalvds1964lvdses editorlvdsperiodistalvdsescritor y gestor culturallvdsCo-autor delvdsLas pasiones según Rafael ArgullollvdsAcantiladolvds2020lvdsEl artículo completo es publicado con el títulolvdsLos valientes duermen soloslvdsen La Vanguardialvds 27 del 10 de 2015

«BLAKE ME ARREBATA y de pronto me sumerge en un blog: Los valientes duermen solos.»
LVDSNAZARIO

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lv¹lvdsNAZARIO LUQUElvdsCastilleja del CampolvdsSevillalvdslvds1944lvdses padre del cómic underground españollvdsademás de ser uno de los mejores retratistas de los bajos fondos de Barcelona y un destacado pintorlvds escritor y fotógrafolvdsSu libertad provocadora le ocasiona complicaciones con la censura franquistalvds


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«Tierra y Viento son lxs primerxs cantorxs
y de su canción nace el viejo idioma
Idioma e Imagen
Palabra y Música
apenas diferenciadxs de Poesía y Canción
hechas de lo mismo»
LVDSMI
ABUELA MARIALVDSPoesía y CanciónLVDS1934¹

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lv¹lvdsWAVISLAWA SZYMBORSKAlvdsSueñolvdsTít origlvdsSóllvds1962lvdsHay tradlvdsAbel MurcialvdsGerardo Beltrán lvdsKatarzyna MoloniewiczlvdsEdición Centenario Wislawa Szymborska al cuidadolvdsNicole BrezinlvdsVisor LibroslvdsMadridlvds2023

 

 

 

 

 

 

«SANTA EULÀLIA

FUEGO ELÉCTRICO XINO
LA OSCURIDAD DE LA NOCHE PARA CRECER
»

 

 

 

LVDSLas palabras que siguen no pretenden ser un estudio críticolvdsni siquiera sonlvdsen sentido estrictolvdsuna indagación biográficalvdsMás bien intentan apuntarlvdsen una colección de estampaslvdslos datos elementales de este enigma que hoy reconozco bajo el nombre de LOS VALIENTES DUERMEN SOLOSlvds
lvds
Se trata de un enigma quelvdssi se quierelvdscomienza de un modo bien sencillolvdspero mostrando ya en su mismo punto de partida un desplazamiento radicallvds
lvdsLOS VALIENTES DUERMEN SOLOS nace un domingo 23 de junio de 1985
al ver una mujer deslizarse por la cara suroestelvdsmuy cerca de las cocheras de metro de Santa Eulàlialvdscon un abrigo bastante decrépito de color verde que ya amarillealvdsSu cresta sobresale hacia los techoslvdsSorprendido de no haberla notado anteslvdsme pregunto quien es y luego la olvido durante varias semanaslvdsVuelvo a verla a través del huecolvdsParece muy cercalvdsHasta donde recuerdolvdsel camino donde primero la veo está a unos 200 metroslvdsNo tengo tiempo de calcular la geografíalvdspero esta noche le menciono a mi padrelvdsDice que nunca la ha vistolvds

lvdsEl jueveslvds8Mlvdsviene a vermelvdsOHlvdsveo su cuerpo entre la tintalvdsla tinta que nos mancha incluso en los sueñoslvdsComo un sudor agriolvdsanimallvdsQuiero alcanzarlalvdsy mis dedos resbalanlvdsApenas la veolvdsLa tinta nace entre nosotrxslvdsfundida en polvo y polenlvdsCUANDO se marchalvdsno sé quién de lxs dos se valvdsY cuando tiendo la manolvdsno sé si no me busco o mí mismolvdsYa no sé si me lo estoy diciendo a mí mismolvdsY me da vergüenzalvds

lvdslvdsTal vez sea por ello quelvdsen definitivalvdsimporta siempre bien pocolvdscuando leemos LOS VALIENTES DUERMEN SOLOSlvdslo que podamos pensar de quién escribe estolvdscuándolvds?lvdsEs una pregunta idiotalvdsNo importalvdses una verdad vital y muchxs pueden haberla escritolvdsEn finlvdses algo que tampoco importa demasiadolvdsy casi prefiero que sea asílvdsNo tengo ganas de hablarlvdsyo apenaslvdslo que de verdad importa es lo que en ellalvdsy desde ella o contra ellalvdsse piensa allí de nosotrxslvds

Las personas bienpensantes pueden pensar quelvdsson sólo apariencias y poner cara de no entender lo que pido en verdad en la oficina donde se encierranlvdsLas personas bien educadas de las postrimerías del segundo mileniolvdsme tienen que disculpar por entrar en estos detalles y evocar las partes pudendas de este disfraz míolvdsLVDSlvdsen que soy entregado a una giratoria como hoy se dice en los liceoslvds

lvdsViene ahora un momento de irresistible comicidadlvdsQuién puede haberse atrevido a llegar hasta aquí y hacer estolvds?lvds

lvdsSin ser Hans Bellmer os he metido en una sala oscura para ver y volver a ver la bellos sentimientos de nuestros días fantasmatizadoslvdsLamento tener que interrumpir aquílvdsrompiendo quizá el embrujo de una escritura que puede aún abrir una rendija en la cabezalvds

 


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lvdsEsta tentación mía puede incluso llevarme a cometer verdaderas imprudenciaslvdses decirlvdsa profanar las cocheras de Santa EulàlialvdsEn efectolvdstodos estos sentimientos que pueden conducir incluso a la búsqueda más riesgosa de esta usina de fantasmas que es el inconscientelvds

lvdsEl día 11lvdsvoy a su casalvdsEntro en uno de esos agujeroslvdsuna pequeña cueva en la jungla desconocidalvdsEs difícil pensar en una pared sin pensar en la posibilidad que revela la profundidad de espaciolvdsEs difícil ignorar la estructura que hace posible la paredlvdslos contrafuerteslvdslas columnaslvdslas múltiples capas que abren el concepto de pared o una multiplicidad de lecturaslvdsY estas no son solo cualidades materialeslvdsNunca trabajas por reducciónlvdssino que intentas revelar las multiplicidadeslvdslas singularidadeslvdsHay una enorme vegetación que está dispuesta a borrar cualquier huella

El martes 12 de septiembre, hacia las ocholvdsHe aquí un dato imprescindible: las diosas de la ciudadlvdssegún Italo Calvinolvdsviven en las profundidadeslvdsen el lago negro que nutre los riachuelos subterráneoslvdsDe ahí a pensar que las cocheras de metro de Santa Eulàlia pueden ser el lugar más perforado de BarcelonalvdsSobre el temalvdses una tierra tan rebosante de cuevaslvdsgrutaslvdsfisuras y hoyos que hay que caminar mirando fijamente al suelo para no caer al interior de la Tierralvds

lvdsTrece de septiembrelvdsLa conexión entre las cocheras de metro de Santa Eulàlia y la fuente de Santa Eulàlia no es mera conjeturalvdsEn mis planos que trazolvdsen pleno frío nocturnolvdssé ahora que por debajo de los cimientos de la Ciudad Condal pasa un arroyo subterráneolvdsque está orientadas a ellalvdsel argumento es EulàlialvdsDicha cueva está oculta en el bosque a unos pocos kilómetros de la fuente de Santa EulàlialvdsEn la confluencia de la calle del Carmen y calle Hospital se encuentra la plaza del Pedrólvdsy en ella el monumento más antiguo de Barcelona: la fuente de Santa Eulàlialvds1673lvdsEl nombre de la plaza proviene del padrón según la leyendalvdses martirizada y crucificada Eulàlia en este lugarlvds

lvdsJueves 14 de septiembrelvdsLos 1672 metros que unen la fuente de Santa Eulalia con la Estación Santa Eulàlia es una lanzadera para ir a los hoyos de quienes no tienen ninguna razón de peso para viajarlvdslas canteras de fantasmas de los túneles y búnkeres de guerralvdsDurante las obras de construcción de la parada de metro Rocaforlvds en abril de 1924lvds11 obreros mueren por un hundimiento en el tramo entre las calles de Conde de Urgel y CasanovalvdsSe ve que los planos de construcción no detectaron que pasaba una riera cercana y se hicieron mallvds

lvdsManuel Marinalvdsguía especialista en historia del transporte de Barcelonalvdscuenta que Rocafortlvdscomo otras estacioneslvdsse usa como refugio cuando los aviones del Ejército italiano bombardean BarcelonalvdsVenían desde Mallorcalvdspasaban por encima de la zona de El Pratlvdsdónde ahora está el aeropuerto y entraban por la Gran VíalvdsEmpezaban a soltar bombas al ver la plaza de España y por eso enseguida había un hormiguero de gente que iba corriendo a refugiarsevds

lvdsLa leyenda negra de la estación de metro Rocafort empieza en los años sesenta con una noticia en La Vanguardia en que un niño cae a la vía a recoger la pelota y muere atropelladolvdsUn periodistalvds atraído por el misterio de Rocafortlvdsbaja a la estación acompañado con una médium quien dice haber visto el alma del  niño jugando a pelota por el andénlvdsA medida que pasan los añoslvdsen los setentalvdsexiste todo un archivo de suicidios en dicha estaciónlvdsCuatro personas se arrancan la vida en apenas un meslvdsDespués de recorrer el suicidio doy con el grupo de invidentes que caen a la víalvdsya que no se encuentra bien señalizada. En cualquier caso algunas personas ven algo raro, explica Marina, como luces que se apagaban o ruidos. Lo dicen trabajadorxs que no se conocen entre ellxs y tal es la sensación de inseguridad que cuando se hace el sorteo para repartir estaciones entre el personallvdsya que cada año cambialvdsla última en salir era Rocafortlvdsya que nadie quiere irlvds

lvdsViernes 15 de septiembrelvdsA primero hora de la noche estoy en camalvdsLa gente sueña cada noche con la señora del inframundolvdsRazones que no se saben explicarlvdsSanta Eulàlia vive de acuerdo con muchas condiciones sagradaslvdsEl agualvdscomo apunta Iain Sinclairlvdses el elemento sexuallvdspurificaciones oscuraslvdscambioslvdsinvitación materna al suicidiolvdsrespondiendolvdsdominandolvdsconcediendo una conexiónlvdshaciendo que formen parte de un mismo cuerpolvdsSu cuerpo es de la divinia IsislvdsSus antebrazos son de Neitlvdsla Dama de Saislvds

 

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lvdsEl 16lvdspor lo que puedo averiguarlvdsBordeta es la parada final del Metro Transversal de la antigua estaciónlvdsinaugurada el 11 de junio de 1926lvdscuyo origen es la plaza de CatalunyalvdsSituada a unos metros de la actual cochera con el nombre de Bordeta Cocheraslvds1932lvdsEl 23 de diciembre de 1983 se cierra la estación Bordetalvdsque permite el prolongamiento de la entonces Línea IlvdsSanta Eulàlialvds

lvdsMarteslvds26 de septiembrelvdsPor la noche me preguntolvdsPara que más sirve la línea rojalvds?lvdsPues para el argumento de la Línea RojalvdsY si se da el generoso nacimiento (femenino) de la luz, también se da la garra roja de la venganza. Mi abuela me enseña a no eludir lo sagrado, sino a volverme hacia ello y mirarlo de frente. En la oscuridad subterránea aprendo a escuchar esa tenue melodía.

lvdsEl miércoles 27lvdsestoy jugando jugando durante una hora con mi padrelvdsDurante todo este tiempolvdspermanecemos sentados en el suelolvdsafrontando los numerosos problemas que plantea un tremendo embotellamiento de piedrecitaslvdsLa construcción de situaciones es efectivamente el concepto clavelvdsno se alcanza mediante la afirmación de dogma algunolvdssino a través de la búsqueda y la experimentaciónlvdsdiálogos con el primer graffiti que son combinados con la experimentación de la insolaciónlvdsfotocopialvdsreveladolvdsimpresión y videolvds acción pictóricalvdsposthumorlvdsamarguralvdstransexualidad e intersexualidad y cabaretlvdsSon decisiones tejidaslvdskollageslvdsque eslvdsal igual que la música y poesíalvdshecha de conocimientoslvdscooperación y circulaciónlvdsUn común que actúa desde dentro del valor del cambiolvdsy contra la apropiación privadalvdsLo que implica también una crítica de la apropiación públicalvdssiempre al servicio de lo privadolvds

 


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lvdsEl domingo I de octubre hace fríolvdsSopla viento del nortelvdsazota el muelle de enfrentelvdsPaso el día vestido con dos chandalslvdsEn Barcelonalvdsnos hemos endurecido con respecto al mundolvdsnos hemos insensibilizado ante ciertas texturas imprecisas de la Naturalezalvds Mientras ahondo en nuestras tradiciones ancestrales más profundaslvdssegún descubrolvdslas viejas costumbres sobreviven en nuestro vínculo con el subsuelolvdsEl subsuelo nos enseña a respetar el misteriolvdsescribe Will Huntlvdscuando descubrelvdscuando tiene dieciséis años, un túnel abandonado que pasa por debajo de su casa en ProvidencelvdsRhode Islandlvds

lvdsAl día siguiente paso por casa mis abuelxslvdsEl subsuelo conserva la forma de los primeros sueños de nuestras antepasadaslvdsnos abre un mundo que precede al conocimiento y la memoria y nos devuelve a la raíz de la raízlvdsal brote del brotelvdsen palabras de E. E. CummingslvdsSe abren las válvulas de entrada de nuestra almalvdsescribe Anne Carsonlvds

lvdsJueveslvds5 de octubrelvdsNo se entiende muy bien qué quiere decirlvdspero la ubicación de esta pirámidelvdsSanta Eulàlialvdsencaja en el contexto presentelvdsAsí que de buen grado me quedo allílvds

lvdsViernes 6lvdsLlamo a mi padrelvdsPasa a buscarmelvdsMi primer graffiti es un dibujo animado que decido exhibir en buclelvdsdisfruta surfeando sobre el tema de Santa Eulàlialvdsesos tópicos esenciales de creación y de la reconstrucción de la vidalvds

lvdsSábadolvds7 de octubrelvdsEn el rincón más oscurolvdsa la izquierda del pasillolvdsflores puestas a secarlvdsboca abajolvdsMi escritura entra sigilosamente en escenalvdscomo unas zapatillas a los pies y se pegan sobre el muro o la chapa de un trenlvdsEstoy muy lejos de plegarse como construcciónlvds

lvdsEl 9 de octubrelvdsme encuentro a mi vecinolvdsque está comprando acelgaslvdsLo que hay que hacer es sustituir un miedo demasiado absoluto por cien temores diversoslvdsDuerme el barrio al lado de mi y me veo surgir en la nochelvdsy empiezo a cubrir las calles de palabras pintadas atravesando las fronteras psíquicas que delimitan nuestros espacioslvdsLa policía me hace perder la eternidad en cinco minutoslvds

lvds1o de octubrelvdsMi pintura tiene que salir afueralvdsy como fueralvdsy estos días son una especie de sueño que me permite la emergencia de lo oculto-infralvdsLas razones por las que prefiero permanecer en anonimato no difieren de las que esgrimo para optar por mi otro ónomalvdspergueñando sobre la nadalvdsla valentíalvdsde la soledadlvdsel sueñolvdsla nocturnidadlvds

lvdsMiércoles 11 de octubrelvdsAl regresarlvdscabeceo los boteslvdssprayslvdsTengo una dependencia como la del buey con la hierbalvdsEl zumbido es como el chorro de agua al caer en un vasolvdsEmbadurno de pintura metal blanco-amarillenta sobre las ventanas envejecidas y descascarilladaslvdsDe hecholvdssiempre espero que suceda algo terrorífico y providenciallvdsque en cualquier momento haya un terremoto que destruya los edificioslvdsque se me pare el corazón o que llegue el fin del mundo o la policíalvdsSumergido en la profunda nochelvdslos edificios que trato de hacer gorgotearlvdsparecen un gran bloque de alquitrán contra el que se recorta en el cielo de un polvo brillante del spraylvdsurdiendo la caligrafía en un color papel estañolvdsasí como el líquido dorado que brota del rotuladorlvds

lvdsNo conozco los límiteslvdsTan encendidos recuerdo mi adolescencialvdssiempre trasladándomelvdsdía y nochelvdspesadamente cargado de pinturalvdscon un excelente sentido de la orientación, lo cual me lleva a profanar, junto mi amigolvdsel grafiterolvdsGyskaelvdslas cocheras de la línea azullvdsL5 del metro de BarcelonalvdsSin saberlolvdsdamos con uno de los primeros trenes de las serie 100lvdsdel Metro Transversal de 1926lvdsInvito pues aquí a no pintar y simplemente a releerlvdsa contemplarlvdsMe basta para ello con retornar a la cuestión del número necesario quelvdsinsistolvdses de tres vivienteslvdsPara clausurar este capítulo me falta todavía adelantar algunos modelos sobre el tablerolvds

 


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lvdsEn mi mochila albergo siempre más libros y pintura de los necesarioslvdscomo si se tratara del equipaje de un solitario que sale de largo viaje y teme quedarse sin pintura y lectura durante su ausencialvdsA la hora de pintarlvdstengo por costumbre llevar la misma chaqueta bomber reversiblelvdsmanchada de spraylvdspara no llamar la atenciónlvdsDe mis dieciséis horas de vigilia diaria, al menos diez transcurren imitando a Ad-Rock de los Beastie BoyslvdsTengo catorce añoslvdsy no paro hasta dar con la sudadera Check your headlvds

lvdsLxs escritorxs de graffiti no saldremos jamás del status actuallvdsmientras no se conozcan entre sí y mientras no exista una posibilidad real de promoción humanalvds a través de una lucha solidarialvdsde una acción dirigida a la emancipación y liberación popularlvdsCualquieralvdssólo con darse un paseo a la caída de la tarde por estas zonas salvajeslvdssale convencido de esta urgencia y sin mayores argumentoslvds

 

 

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Mi memoria es como un sótano lleno de periódicos viejos: nada cambia nunca, es un jardín de los suburbios. Está volviendo a mí. Tumbarme en el banco me ha refrescado la memoria. Para entenderme tengo que retroceder hasta el hoyo del magma.

 

Unas semanas después visitamos al hermano de un amigo de mi padre que sigue en la cárcel. Así que vamos en autobús. La visita resulta ser deprimente porque le acaban de negar la libertad condicional. Al esperar el autobús de regreso noto un graffiti de otra Luna, pero me sorprende que el diseño sea igual a la que está por casa. Me sorprende aún más cuando el autobús para frente a una fábrica y noto otro graffiti de la Luna idéntica dentro de la propiedad. Decido echar otro vistazo a la de mi casa cuando vuelva, pero cuando llego ya está oscuro. No hay Luna y no puedo verla ni por encima de los tejados ni pintada en la pared.

Esa noche soñé que estaba preso en la cárcel. Mi cuerpo estaba paralizado y solo mis ojos podían moverse. Al principio pensé que estaba en total oscuridad, pero después de un tiempo, noté una mancha grisácea, que permanecía en el mismo lugar cuando movía mis ojos. Me di cuenta de que estaba en una pared plana y negra. Tuve la sensación de que la habitación estaba muy iluminada, pero no estaba seguro. La tetera de mi padre me despertó a las siete y media. Había llovido esa noche pero al abrir la cortina descubrí que el cielo de la mañana estaba despejado. Temblando, rápidamente me vestí. Seguía pensando en el graffiti de la Luna. Así que tras desayunar salí a mirarla más de cerca y averiguar exactamente para qué se usaba. Cuando llegué al lugar donde primero la vi no estaba a la vista. Regresé por la misma calle. Incluso me paré en las paredes, pero no vi nada. Recorrí las calles cercanas por si me había equivocado de ruta pero no había rastro de las Lunas pintadas. Volvimos al autobús y tampoco pude verlas desde ahí. Así que fui a acompañar a mi padre al puesto de periódicos donde vendían el Ajoblanco cruzando la calle y le pregunté al hombre de ahí lo que le había pasado a las pintadas de las Lunas. No sabía nada. Esa noche dejé el Ajoblanco frente a mí y me quedé dormido. A medianoche me despertó el olor a spray y abrí los ojos para ver la nube de CFC que subía, y recordé mi conversación previa. Abrí la ventana y cuando señalé donde estaba, la Luna me miró fijamente. Me apoyé en la pared, tratando de controlar mi respiración. Había comiendo pipas una chica de trece años con palomas en la cabeza. Intenté preguntarle por las Lunas pintadas pero huyó antes de que terminara. Paré a la chica pero me ignoró por completo. Bajé con mi padre y empecé a caminar. Se me desató una de las agujetas, y mi zapato rozaba mi talón incómodamente al caminar.

En la confluencia me agacho frente a la fuente y miro hacia arriba desde la cera. Veo el graffiti de la Luna en rostro de Eulàlia mientras me percato que es ella la chica de trece años. Entro en pánico y corro, pero al llegar al final de la calle el graffiti de la Luna está ahí esperándome. Doblo la esquina y la veo de nuevo. Sigo corriendo, dando distintas vueltas pero cada vez que alzo la mirada veo la Luna. Para donde corra siempre tengo a Eulàlia enfrente de mí.

Llego a casa y me caigo a la cama, pero al cerrar los ojos las Lunas de Eulàlia aún me miran. Las Lunas pintadas se hacen más y más oscuras y la masa de la Luna de Eulàlia parece presionarme la frente y apretar mi cabeza contra la almohada. Intento mantener los ojos abiertos y miro la ventana dormido. Finalmente, la Luna de Eulàlia se desvanece y caigo en un sueño profundo y sin sueños.

 


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Me despierto extrañamente tranquilo. Mientras desayuno hago un balance de mi situación. Aparentemente voy a tener que quedarme en casa, pues no me cabe duda de que si salgo volvería a encontrarme con las Lunas de Eulàlia. Me resigno a mi destino. Primero pasan rápido los días al pasar todo mi tiempo escribiendo este guion. Escribir nunca me ha resultado fácil. De alguna manera, aprecio mi encarcelamiento ya que me obligo a seguir trabajando.

Perdí la noción del tiempo y pasé Veintinueve Lunas viendo por mi ventana. siempre hacia abajo, por si la familiar figura se aparecía sobre mi. Empecé a usar una gorra con una gran visera para que no hubiera peligro de ver la Luna con mi visión periférica. Al pasar las semanas aumento mi obsesión. Tardé unos meses en recuperarme pero los médicos fueron comprensivos y por primera vez pude hablar sobre la Luna pintada en detalle sin sentir que mi público quería cambiar de tema. Cuando me dieron el alta tenía claro que la Luna pintada sólo había existido en mi mente.  No sentí miedo cuando volví a ver las Lunas pintadas. En cambio, solo pude reír porque parecía tan absurda, mirándome a través de los árboles. Sentí que volvía mi antigua curiosidad. Me pregunté cómo me había encontrado. Lo que no se notaba la distancia. Abrí la puerta y entré en la oscuridad. A la autora del graffiti de la Luna la noté por primera vez unas semanas después de saber de su muerte el 12 de febrero de 303. Recuerdo bien el día que descubro una parada de bus, la del 303, justo en la altura de la fuente de Santa Eulàlia. La conductora para. Abre la puerta y espera a que suba. Cierra la puerta. Minuto a minuto dejamos atrás los grandes cruces. Fue la primera vez que fui a visitar su tumba. Era una mañana clara, así que antes había lavado algo de ropa antes de tomar el autobús al cementerio. Cuando llegué, me tardé en hallar el lugar donde estaba enterrada. El cementerio era enorme. Cerré los ojos y sentí la Luna de Eulàlia en mi cara. La tumba tenía tan solo un graffiti. Me senté al lado y busqué con los ojos su lectura. Comienzo a leer arriba del todo: era falsa la leyenda cristiana y ortodoxa de la que se tiene constancia a partir del siglo VII.

Mis dibujos animados de los 80 son las ilustraciones impresas a negros de Juan Carlos Eguillor. Mi padre se encarga de la cena y de quitarme los libros de la cama al quedarme dormido. Mi madre apaga la lámpara de papel. La arquitectura sirve para eso. Para ayudar a crecer mejor, sin esa constante recreación de una infancia consumista. La escasez es un filtro que me permite distinguir entre lo necesario y lo prescindible. Ajeno a la cultura que llevaba el capitalismo y el materialismo al extremo, desde la infancia, mi vida es un constante destierro. Cuando tengo poco necesito acertar más en mis decisiones. 

Mi padre tiene unos ojos largos y duros cuando está de pie. No tiene miedo de mirar profundamente a los ojos. Dan ganas de sonreír con él. Nuestra relación es muy significativa en las navidades de 1988; con esa inocencia peligrosa de la que está hecha mi vida. Con las manos metidas en las mangas. Mi rostro aún no sabe expresarse. Lo examino y lo miro asombrado. Es natural en mí, incluso antes de saber mirar, leer y escuchar. Lo entiendo no con la cabeza, que no alcanza a la suya, sino con todo mi ser. Es una persona completa. 

No voy con un pincel en la mano sino con el objetivo. Mi cabeza se pone entonces a flotar a su lado, en todas sus manifestaciones. No se encierra en una oficina. Sale de las paredes. Compone del natural. Observa. Experimenta. Se orienta en un terreno desconocido. Saca imágenes poéticas de la vida. Sintetiza sus observaciones en obras de arte originales. Funde preciosas pepitas en auténticos cantos de verdad. Hace de nuevo crear; pero crearlo de nuevo es idéntico a lo hecho, a lo dejado atrás. Arena descalza y huella junto a la mar que la borra, pero no tu sombra. Desnudo como el camino que traes. El sentimiento de que nos esforzamos mucho para llegar a poca cosa.

Acabo contemplando mis noches, densas y mates de 1987. Mi habitación es oscura y lóbrega. Soy un valiente con pensamiento púrpura. Duermo solo en las dormidas curvas de mis ocho años. Salto en el aire maduro. E hinco mis dientes en la plata de la Luna. Vivo con los ojos cerrados hasta chocar contra la oscuridad. Donde no alcanzan los rayos del sol alcanzan las notas musicales. La música procede de la cera negra, los vinilos, esa clase de ritmo, de voces, de ideas encontradas en esos objetos polvorientos de agujero de bala. Pues ya no se trata de copiar este paisaje, de convertirlo en imágenes. Es demasiada información para transmitir. 

Tengo una niñez feliz rodeado de un cubo de colores, de un Raval muy difícil; de alguna manera me ayuda y me instruyó sobre cómo debe funcionar la vida humana. El Xino de Barcelona está instalado en las corolas del sueño de mi corazón. Mi infancia se vuelve de oro cuñado como un jardín otoñal. A principios de los años ochenta soy un zagal de la calle Aurora número 19; edificio situado en la última barraca de tiro. El Xino de los ochenta es un lugar construido en muy mal estado, empapado de dificultades y que nadie se atreve a llamar hogar. Le sacude la violencia, la pasividad, el individualismo, las conductas autodestructivas, la explotación laboral y sexual, y la represión policial: nunca pensó que ocurriría, o no de ese modo. Cualquiera puede ser encarcelado.

En el portal número 12 vive la familia Klarwein. Dejo el libro. Llego ante una casa en ruinas. El lugar parece completamente abandonado. Las persianas están echadas. Mi madre trabaja afanosamente; abandona su ballesta en la hierba crecida. Mi barrio es un andén sucio. La calle es como un río congelado. Casuchas con el tejado de tela asfáltica, basura arrojada desde el balcón, edificios con las ventanas rotas, malas hierbas que impiden ver tres en un burro.

Lxs chavalxs, al menos, conservan su ingenuidad intacta. La suerte importa un pito. La inteligencia importa un bledo. Por supuesto, no hay significado nada. Porque nada significa siempre nada. Rostros. Eventos. Palabras. Cúmulos de colores e impresiones que al cabo de diez años no existen ya. Al principio recorto todas las noticias y las guardo en un dossier. Con el paso del tiempo, renuncio. Clasifico las fotos en cajas de zapatos, con la fecha y el lugar cuidadosamente anotados. Lo dejo. Cuando pienso en mi vida, me parece que resbala. Me acostumbro a los días, a los meses, a las estaciones del año. Ya no sé en qué año ni con quién hago que. Ya no sé quién soy ni quién es. ¿Son dietarios? Los diarios excesivamente precisos son el final de la libertad: por eso sólo los períodos «vacíos» que se interponen son los plenos. La cicatriz del tiempo se abre. Me quedo dormido. No hay super estrellas, probablemente no salen nunca.

 


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Los personajes no son gente. Te puedes permitir que no gusten a nadie, sabes. Son aspectos de un dilema o un conflicto. Humanidad yo te amo, aunque prefieras limpiarle las botas al éxito a indagar de quién es el alma que cuelga del árbol. Yo te amo porque cuando estás sin dinero empeñas tu inteligencia para conseguir bebida y cuando estás boyante el orgullo te mantiene alejada de la casa de empeños.

Cambia la llave de casa, cambia la palabra. Según el viento que te empuje. Tomo notas de poéticas lecturas, observaciones sobre la vida cotidiana, borradores, referencias: son embriones o gérmenes o ideas en estado primario. Esas notas se encuentran agrupadas en cuadernos, de los cuales el primero abarca desde junio de 1987. Se aglomera en torno a la palabra. Delante, lo extraño, cuyo huésped aquí eres. Me propongo darles un formato, entre oro y olvido, donde clarea personajes que probablemente no existen, pero que de algún modo siembran a los soles que se sumergen. A cada cual su palabra. A ella, a la noche, con lo desperdigado, ocultado, borrado, enterrado, quemado, olvidado. A ella, la palabra silenciada.

LVDS es el acto de extraer una hoja del lugar exacto. Las imágenes provienen de un material gráfico de indudable gancho, knockouts fotomecánicos y todo eso que denominan «reference books». Cuando el ansia es crónica, no eliges. Basta con adquirir una Holga para capturar la imagen: una olivetti lettera 25 para mecanografiar el texto con siete faltas gramaticales, y un inves 8086, para indexar los primeros documentos físicos en un archivo electrónico. Y debajo esto: un ojo desparejo y cerrado, poniendo pestañas a lo que cae, sin ser la noche. Con la excusa de buscar historias lejanas, encuentro por aquí y por allá, pequeñas huellas. Bien mirado, no es tan difícil invocar los espíritus alrededor de la mesa. Los hay por todos lados. Y esas sombras en la gente. Son las de otra gente. Detrás de todo lo que yo veo, tú ves siempre algo diferente, porque tú estás ahí. Surge ya, para el beso infinito.

La escena contracultural barcelonesa de 1992, dominada por el éxito y el personalismo absolutos, se parece a los payasos americanos que, a cada hachazo, se tronchan de risa. a través del graffiti, de pintar en la calle, de manifiestos gráficos publicados en diferentes medios independientes en el que el sujeto que escribe no deja de desaparecer. En este sentido, el ser mismo, cuestiona la idea de que Los valientes duermen solos somos esencialmente múltiples. 

La noto por primera vez la primavera del año pasado. Sería a inicios de abril de 1989. Tengo diez años. Es esa época en el que la heroína llega al barrio desde los años setenta (del opio se obtiene la morfina, y luego la heroína) y se puede conseguir en diversos bares de la calle o en el taller de bicicletas de la calle Robadors número nueve: es el vaivén entre las gentes.

Lo recuerdo bien. Es viernes por la noche. Y bajo a la calle con mi padre. Por alguna razón la librería Príncipe, en la calle Príncep de Viana número uno permanece cerrada, así que decidimos cortar por la calle de atrás. Es una noche clara, pero la calle aún se encuentra casi toda en tinieblas, y me encuentro caminando, muy cerca de los agujeros de la pared, una delgada franja de pintura que recorre la calle a lo largo. Desde ahí la veo por primera vez. Tiene el aspecto de Irània, aquel animal «femella» ilustrado por Sofia Perucho que aspira a luz y sueña de convertirse en un ser volador; una mariposa ligera y frívola. Su cresta sobresale hacia los techos. Estoy sorprendido de no haberla notado antes, me pregunto qué es y luego la olvido durante varias semanas. 

 

 

 

Pero una cosa lleva a la otra y aquí estoy en cuerpo y alma en un sinnúmero de fugas, detenciones, juicios, fanzines y entrevistas a personas raras; aquellas que se cuentan cosas todavía más raras, y en los lugares más raros; en el límite del Sahara, más allá de las pirámides. Hasta perderse de vista. Porque el desierto tiene un horizonte como el mar, y, como el mar, es profundo. Quisiera atravesarlo deprisa y estar ya al otro lado. Un puente bien trazado que se extienda con gracia y levedad y me lleve. 

Consigo montarme como si fuera en una página de Mircea Cărtărescu por primera vez. Avanzo por el césped oscuro como una garrapata minúscula bajo el ala de un gorrión muerto. Estoy en la gigantesca ciudad nocturna y el cielo, sin estar salpicado de estrellas, se desploma sobre nosotros. Luego echo a andar, a través de la noche oscura, y por las calles transversales cruzo la ciudad espectral, con edificios iluminados, transparentes como azucarillos, plazoletas desiertas, repletas de adornos y estatuas. No veo un alma por el camino de adoquines de piedras cúbicas. Me apeo al final, mucho después de salir de la ciudad, en un descampado. Pinto todos esos extraños edificios industriales alicatados con azulejos baratos que brillan como los de los baños públicos. Camino por una calle estrecha en que no circula ningún coche. De vez en cuando, el paso de un tren hace temblar el suelo. Son acciones urbanas que establecen una relación entre quien hace la ciudad y quien la usa. Oscilo entre la tierra y la muerte que aparecen, al final, extrañamente semejantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aprendo a trabajar conectándolo todo; el espacio público y la relación de este con la vida y el mundo. Esa es la idea de un tejido. Y nuevamente repito esa idea de tejer con los vinilos, la pintura, muchísimos libros -de segunda y tercera mano- amontonados. Destrucción y reparación. Una acción sigue a la otra. De nuevo se repite la ilusión de los sentidos. Los collages son suelos mosaicos, casi alfombras voladoras. Si las seguimos con el movimiento de nuestros ojos, son ellos quien nos llevan. Esto es lo único que se recuerda. Y ellos por sí mismos pueden representar el movimiento. Los trazos siguen formas desconocidas a las que no se superpone ningún esquema conocido. Vuelven siempre las mismas palabras que envuelven el nacimiento de alguna forma. Las velas de la alfombra voladora modifican su geometría. La presión de la pluma las recorta. Un dibujo medio crea: la aparición del pensamiento. Esta explicación me parece particularmente importante por la simple razón que la autonomía es un estado de lucha.

El viento frío dice mi abuela. Ella sabe bien que la tierra la gobiernan las madres, de eso no hay duda. Sabe que ella no es ahora lo que se dice una niña. Por lo que respecta al encarcelamiento, ella cree que ser hija y estar presa son lo mismo. Friega con abundante agua el suelo del dormitorio colectivo de mujeres de un hospicio. Barro. Fragmentos de roca cuarteada. Ahí un corazón al aire se construye su casa, memoria: los jardines manejables, reducidos, las camas húmedas cuando te enamoras, es como si te cayera un rayo. Habla llena de esperanza, para llamar la atención del rayo. No hay nada como las abuelas; siempre son tejedoras. De abrigos, de relaciones y también del contexto comunitario. Hilos de plata constantes. La evidencia, al fin. Plata y plata. Doble plata de profundidad. Dónde la sombra de las abuelas extienden la mano y paran la lluvia

En el orden correcto, sin tocar al padre, hasta resolver a la madre. Me busco en el vientre de mi abuela. Dispongo de una escuela de arte metida en casa, por decirlo de algún modo. El ruido de la máquina de coser no cesa. En la pared se encuentran apoyadas algunas bobinas de papel de 50 gramos y bocetos y números; algo parecido al ambiente recreado por Tim Burton en Alicia en el país de las maravillas. Mi abuela es una de las modistas de El Molino. El sindicato del vestido del 34 está situado en la calle del Carmen. Allí acude a las primeras reuniones del Grupo Cultural Femenino para escuchar a Áurea Cuadrado (modista del Sindicato del Vestido y parte de Mujeres Libres). Un espacio sombrío que muestra el final de la palabra. Es como el interior de mi cabeza: se puede ver lo que hay fuera pero es imposible salir. En la fachada, un calendario viejo, de que en ese edificio se agazapa la memoria de Teresa Claramunt, más conocida como la Virgen Roja de Barcelona.

Bueno, estamos aquí para arreglarlo. Tengo veintiún años, sigo pedaleando y a la salida de la Ronda Sant Antoni. Giro y entro en el patio de la imprenta compuesta por varios edificios. Me bajo de la bicicleta y empujo con brusquedad la puerta.

A la mesa, desayunando, doy lugar a mi primer molde de madera de okume. Emulo así a la fundición de tipos, antes de que el sistema se mecanice, añadiendo la aleación de estaño y antimonio en caliente. Las minervas estiradas (semiautomáticas), fabricadas a principios del siglo XX, con las que trabajo, pueden producir apenas dos mil quinientas por día, mientras que con los procedimientos posteriores se llega hasta veinte mil letras.

Hay que empezar por definir qué entendemos por tal palabra: imprenta. Pues bien, Gutenberg no inventa la imprenta. El mundo gráfico va constantemente incorporando en su quehacer nuevos productos hasta desembocar en la diversidad actual.

Durante el último trimestre de 1995 trabajo y estudio son sinónimos. Por las mañanas finalizo la faena de la imprenta del Liceu (Sampons) y por las tardes asisto a la FP de Artes Gráficas en el Gremio de Industrias Gráficas de Barcelona. Joan Ivars, buen conocedor del sector y experimentado pedagogo, nos proporciona los conocimientos necesarios para afrontar la clásica diatriba de si es más conveniente un escáner de tambor o uno plano.

Un policía de uniforme aparece y me agarra por el brazo con brutalidad

EL POLICÍA: ¡Oye, tú!… ¿Qué demonios es esto?

Me suelto, me saco una tarjeta del bolsillo y se la doy al policía que la examina.

El policía, incómodo, me devuelve la tarjeta.

Los valientes duermen solos

Me esfumo, apurado. Vuelvo a meter la tarjeta en el bolsillo y miro el entorno. Me cruzo con una mujer de clase media que me echa una mirada de desconfianza. Viven en almas amuebladas. Y cuando la mujer se vuelve, tras dar unos pasos, se queda parada y me observa compartiendo charla en un café cantante que asola Barcelona, al mundo del cuplé, el charlestón, los cabarets legendarios. Te vemos, tierra, te vemos. Mi modus operandi es tratar de reunir las briznas, las migas y las conversaciones, las entrevistas redactadas con la sola ayuda de una libreta y grabadora.

Lo que viene a continuación son los ojos cerrados.

Bares que proliferan por todos lados como champiñones. Por doquier. Situados a media calle. Abarrotados. Amasados. La comida es solo soberbia, la bebida es lo que es, vasitos de coñac de quienes bocinean hasta dejarte sordo.  permanecen encaramados al taburete, vaciando un vaso mellado tras otro. Subo las escaleras de caracol. Al llegar a la puerta, me detengo: se oyen voces destempladas al otro lado del tabique que  Me quedo escuchando aquella última bohemia que está a punto de despedirse para siempre jamás. Da la impresión de un cadáver hinchado que acaba por reventar. De un mundo que ya no existe, runrunea. 

Si bien el fanzine explota demasiado pronto, el agotamiento de los recursos y los peligros de la victoria son tales como el exceso de información, de pantallas, etcétera. Insisto de nuevo en algo que dice la poesía cuando afirma que su visión debe llevarse a cabo por un inmenso y razonado distorsionar de todos los sentidos. Actualmente prefiero hacerme contrabandista. Paso revista a las trampas que he colocado. Todo aquello que uno no puede ofrecer, mediante ciertas operaciones de captura, montaje y transporte de textos e imágenes que pasan, casi siempre, toscamente: en el océano del conocimiento -que puede ser internet y el software libre- de manera autónoma sin sufrir anuncios en cada búsqueda de información. No es miedo sino hastío. Porque soy capaz de entender repositorios abiertos contra la institucionalización y sacralización del sistema de propiedad intelectual, así como las licencias, servicios y patentes privadas, para impulsar en su lugar un código abierto, arquitecturas abiertas.

¿Por qué en cada parque se ha de empalar una estatua? Para probar que un militar se asemeja a un idiota cualquiera. «El hurto sólo existe a través de la explotación del hombre por el hombre… cuando la Sociedad te quita tu derecho a existir, tú debes tomarlo.» Cita sacada de Anarquismo, una introducción, de Dolors Marin

Los sujetos con más derechos y privilegios parecen ser los que más sufren por esta conciencia de sus propias limitaciones; llenando debates dominantes sobre educación, cultura, propiedad intelectual, ciberseguridad, tanto como el desarrollo sostenible, espiritualidad, autocuidado. Vemos en directo, como ocurre hoy, que la sociedad civil es asesinada, de guerra y hambre, y como la pantalla encendida vomita el mantra que lo niega y lo justifica: la seguridad el mundo. De hecho, lxs guardianxs ancestrales de la tierra y los pueblos originarios han vivido ya la destrucción de sus tierras y culturas a raíz de la violencia de la colonización. Las personas indígenas pueden enseñarnos muchas cosas sobre apocalipsis, mundos perdidos, catástrofes demográficas, finales de la Historia. Para los pueblos nativos, el fin del mundo ya es pasado: hace quinientos años, y empieza, por ser más exactos, el 12 de octubre de 1492. 

“¡Despierta! dice el hombre ilustrado”. Esta frase se me queda en la memoria y ni siquiera sé de dónde sale. Con razón me muero de sueño. 

Mi amada C. Magua me cuenta como a Clarice Lispector, en sus crónicas, no le importa que el corrector del periódico le corrija una falta ortográfica o le cambie alguna palabra por otra. Pero lo que es intocable para ella, son sus comas, forman parte de su respiración. El 21 de septiembre se conmemora el Día del Árbol. Pero, como Clarice Lispector sabe, no se conmemora el día de la planta, o mejor de la plantación. Plantar es crear en la Naturaleza. Una creación insustituible por cualquier otro tipo de creación.
Planto con mucho amor y excitación. Cuando empiezan a aparecer los pequeños tomates verdes y duros me parece increíble que yo mismo haya provocado su nacimiento: he entrado en el misterio de la Naturaleza.
Después de dormir, al despertar, lo primero que hago es ir a examinar minuciosamente la planta: es como si la planta utilizase la oscuridad de la noche para crecer. Esperar a que algo madure es una experiencia sin igual: como en la creación artística cuando se cuenta con el lento trabajo del subconsciente. Solo que las plantas son la misma consciencia.
La planta nace, crece, madura y muere. El ritmo de las plantas es pausado: crecen con paciencia y con amor. Aquel montón de seres libres no tienen inteligencia y solo tienen un instinto, el de vivir. Tal vez, como apunta Clarice Lispector, sea esa falta de inteligencia y de instintos lo que nos permite estar tanto tiempo sentadxs dentro de la Naturaleza.

Voy a ver a mis plantas. Pienso que solo quince minutos: hablamos durante tres horas. Me someto a cambios continuos, sin otra memoria que la noche. Los dogos de la noche de la palabra resuenan ahora con la excusa de presentar un planeta cúbico. Acompañando cada Luna de estas Series, cuido la selección de una imagen de Cubierta que es, al igual que la música y la poesía, el rayo que despertaste, encrespado se está acercando, y en lo alto nada un fruto que hace años muerdo.  

 

«Poco a poco,
he ido viendo claro cual es el defecto más general de nuestro tiempo de formación y de educación:
nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña
– a soportar la soledad. »
NIETZSCHE
, Aurora, 443

 

Una última luna me socorre. El reinado de la noche alcanza su cénit con la extinción individual. No olvidéis que estáis durmiendo. A partir de este momento, no hay una secuencia cronológica, sino ratos muy largos, como si estuviéramos espiando pacientemente lo que hacen las personas. Voy andando por el bosque que atraviesa “noche y ensueño. Paisajes de soledad y desarraigo, quietud y éxtasis.” Esta cita está dedicada a Eduard Cairol. Mi estima y gratitud infinitas por el descubrimiento de Benet Casablancas.

Quedarme solo. Y sin pensamientos. Como los abetos y las piedras. Están solos y desnudos. Le digo a mi oído que se duerma. Y a mis ojos que se cierren. Tal como, en algún momento, los abetos y las piedras renuncian a sus ojos y a sus oídos.  En silencio y en la oscuridad espero mi dormir vislumbrar. Por entre las grietas resplandecientes de mi alma caída sobre mí. La Luna eterna trabaja para dormir. Quiero sentir por la noche la brújula, la estrella polar, oír la respiración tranquila que dice: estoy vivo y que significa también: estás vivo porque me oyes, estás aquí, a mi lado; y que cuando una se gira, se gira la otra. Sueña, se pregunta cómo llama a ese sitio. Prefiero ser porquero y que me entiendan lxs cerdxs. Intercambio modal con no arrastrarme por el mar donde nada el salmón. Degradante y cobarde, y hasta sigue castigado por las leyes neoliberales que hacen un delito de la miseria. Un espantapájaros hubiese sido suficiente para infundir respeto. Y para facilitar la tarea de búsqueda de recursos, queda acreditada toda procedencia. Quien quiera saber que me escriba un comentario y se lo mando por correo o carta ordinaria.

 

 

 

 

 

 

PAUL CELAN,
«QUIEN nos contaba las horas
sigue contando.
¿Qué va a contar, di?
Cuenta y cuenta.
Ni refresca
ni aumenta la noche
ni la humedad.
Sólo lo que nos ayudó a escuchar
ahora escucha
para sí solo.»
Der uns die stundenzählte / Quien nos contaba las horas (1955)

 

 

«QUIEN CUENTA LAS HORAS,

CUENTA Y CUENTA.»

 

 

 

En 1955, el poeta Paul Celan formula una hipótesis tan extraña como osada: «QUIEN nos contaba las horas/sigue contando./¿Qué va a contar, di?/Cuenta y cuenta». Un modo de pensar, de producir, de valorar y de hacer que no puede disociarse del modo de pensar, sembrar y habitar el mundo. «Sólo lo que nos ayudó a escuchar/ahora escucha/para sí solo.» Celan, reabre la insistencia de una etnografía precisa que consiste no solamente en analizar cómo el ser humano inscribe, para cada formación histórica, su relación entre tecnologías e ideas, sino en observar cómo la gestualidad natural hace mente y mundo: ese lenguaje que nos permite explicarlo, modelarlo y discutir sobre ello. Ahí, tras esa infinitésima fracción de segundo empieza la singularidad colectiva, el universo natural. Es tan infinito que la física cuántica no nos sirve para analizarlo, necesitamos de la poesía.

No hay que definir a priori los términos, sino que estos sugieren una realidad objetiva de la que tenemos un conocimiento a posteriori: las relaciones jamás son de único sentido sino siempre recíprocas; y por último, hay que cuidarse del acto artificial. El magnetismo y las resonancias acústicas dominan sobre la física y las matemáticas. Es un ajuste de cuentas similar a las técnicas de navegación a remo que se desarrollan en el Mediterráneo antiguo en la evolución de las relaciones humanas. La relación con quienes reman es análoga a la de lxs pastorxs, tejedorxs y alfarerxs.

Para Maurice Leenhardt, el cultivo del ñame (Dioscorea alata L.), tal como es practicado por lxs melanesixs de Nueva Caledonia le parece un buen ejemplo. Jamás hay, por así decir, contacto brutal en el espacio ni simultaneidad en el tiempo con el ser domesticado. Se construye cuidadosamente un caballón de tierra vegetal, luego se colocan allí los ñames como semilla.

Quisiera llamar la atención sobre un cambio en las relaciones entre la humanidad y la naturaleza y sobre sus consecuencias en cuanto a las relaciones interhumanas. Trato de renunciar a todo un mundo de convicciones fáciles para pasar a un universo discursivo del que no sabemos prácticamente nada. Una rueda o un pico pueden constituir herramientas inmutables durante milenios, pero cuando la materia sobre la que se aplica es por definición cambiante, éste pasa a tener una eficacia puramente simbólica. Spinoza reencuentra el tiempo en la imaginación, como ser de lo inexplorado.

La fórmula para captar esta concepción revolucionaria del tiempo natural en la imaginación es organización del infinito. Se trata de construir una alternativa al problema del poder de control que pasa por la comunicación y cae sobre la palabra y sobre la imagen. La posibilidad de una recuperación de la imagen y la palabra por medio de una reapropiación de las redes de comunicación en sus condiciones, pasa por ser capaces de interrumpir la comunicación misma; al desalojar sin más al maquinismo, tan podrido como el dinero. Juego abierto de preguntas y problematizaciones cuyas respuestas son invenciones, nuevos puntos de encuentro entre condiciones materiales de vida (los objetos) y evaluación libertaria de las alternativas, capaz de pensar lo impensable.

¿Hay como escapar esta marca de época? Propongo un método para hacerlo. Colocar célebres devenires minoritarios en la historia de las resistencias: situarse fuera de la historia. Solo cabe el acto histórico de la reapropiación. El tiempo no es una medida, es una acción a favor de una lentificación general de la actividad humana. Donde es el tiempo quien envejece los objetos, descubro, casi por azar, que las piezas no terminadas, incompletas, envejecen mejor. Aún no están terminadas, y por eso no pueden ser viejas. El tiempo anterior a nosotrxs es tan eterno como el tiempo por venir. En el año 2050 puede que exista no temer a la muerte. Porque la muerte es solo un problema personal.

 

 

 

DAVID CRONENBERG,
«El arte es crimen porque explora
las cosas ocultas y prohibidas que
necesitan entenderse.»

 

«MENOS PRECIO,

EL ARTE ES CRIMEN.» 

 

 

Si bien el fanzine explota demasiado pronto, el agotamiento de los recursos y los peligros de la victoria son tales como el exceso de información, de pantallas, etcétera. Insisto de nuevo en algo que dice la poesía cuando afirma que su visión debe llevarse a cabo por un inmenso y razonado distorsionar de todos los sentidos.

Me hace suponer que el lenguaje no es sencillamente eso que han dado en llamar un convenio universal, resulta que el lenguaje es un medio del Poder para preservar en su dominación. Por eso en todas las escuelas de arte, y son todas del Poder, se enseña y se impone un lenguaje. Las letras son ismo, como los vértices de un triángulo. Ya la cultura no sólo no es liberadora, sino que al contrario, es un medio de opresión. Es el uso y abuso del lenguaje, gesto, palabra y escritura. Es la entronización de la demagogia revolucionaria. Resulta divertido al menos constatar cómo la terminología usada por la clase dominante, va calando en las formas de expresión de las organizaciones revolucionarias, y como no, de las siglas.

Tan descontento estoy de las enciclopedias, que me hago la mía propia para mi uso personal. Cambio de cuerdas a favor de la composición de collages que es, al igual que la música y poesía, hecha de conocimientos, cooperación y circulación. Un común que actúa desde dentro del valor del cambio, y contra la apropiación privada. Lo que implica también una crítica de la apropiación pública, siempre al servicio de lo privado.

El verdadero fin de Estado es la libertad. Liberar la pasión de libertad y juntarla con la pasión de lo común, el sueño, deponer el conjunto de estructuras represivas y fascistas de la sociedad y construir nuevas formas naturales de vida. Con un último movimiento entramos en ese campo donde finalmente se produce la simultaneidad de las acciones del cuerpo y las pasiones de la mente, hasta meter las manos en la máquina y someterla al deseo natural. Son conceptos y prácticas recuperadas de la vida de los grupos. Se trata de construir una caja de herramientas (outil).

En la constitución de las máquinas, los instrumentos y lo humano están unidos por un phylum maquínico. Del mismo modo que se evita definir un cuerpo por sus órganos y funciones, también hay que evitar definirlo por sus caracteres Especie o Género. Detesto las artes aplicadas decorativas, quiero sacarlas de sus museos y que acaben desbordadas contra el caos del muro

Destrucción y reparación. Una acción sigue a la otra. De nuevo se repite la ilusión de los sentidos. Los collages son suelos mosaicos, casi alfombras voladoras. Si las seguimos con el movimiento de nuestros ojos, son ellos quien nos llevan. Esto es lo único que se recuerda. Y ellos por si mismos pueden representar el movimiento. Los trazos siguen formas desconocidas a las que no se superpone ningún esquema conocido. Vuelven siempre las mismas palabras que envuelven el nacimiento de alguna forma. Las velas de la alfombra voladora modifican su geometría. La presión de la luma las recorta. Un dibujo medio crea: la aparición del pensamiento. Se trata de una tecnología artesanal.

Los modos de producción, la economía y la propia convección resultan muy problemáticos y pesan muchísimo a la hora de construir y reconstruir. Su núcleo más interesante reside en una afirmación anárquica de los individuos. En lugar de pensar en el módulo, lo mejor es concebir un tejido o una trama más compleja. Es una relación personal, de aprendizaje de experimentación y de confusión en la imagen, la escritura y lo sonoro.

La imagen técnica no puede ser el resultado visceral de la solución constructiva adoptada. Y eso implica escoger y afirmar en el valor experimental como parte de una manera natural del acto de hacer. Son decisiones tejidas contra el muro. Es difícil pensar en una pared sin pensar en la posibilidad que revela la profundidad de espacio del muro. Es difícil ignorar la estructura que hace posible la pared, los contrafuertes, las columnas, las múltiples capas que abren el concepto de pared o una multiplicidad de lecturas. Y estas no son solo cualidades materiales. Nunca trabajas por reducción, sino que intentas revelar las multiplicidades, las singularidades. Hay una enorme vegetación que está dispuesta a borrar cualquier huella. Es difícil escribir un texto que intente ofrecer una descripción física de lo que ocurre.

La ventaja de un no recorrido y una mala memoria consiste en poder gozar varias veces de una misma cosa como la primera vez. En un jardín de los suburbios. Está volviendo a mí. Tumbarme en el banco me ha refrescado la memoria.

Bueno, estamos aquí para arreglarlo. Tengo veintiún años, sigo pedaleando y a la salida de la Ronda Sant Antoni. Giro y entro en el patio de la imprenta compuesta por varios edificios. Me bajo de la bicicleta y empujo con brusquedad la puerta.

A la mesa, desayunando, doy lugar a mi primer molde de madera de okume. Emulo así a la fundición de tipos, antes de que el sistema se mecanice, añadiendo la aleación de estaño y antimonio en caliente. Las minervas estiradas (semiautomáticas), fabricadas a principios del siglo XX, con las que trabajo, pueden producir apenas dos mil quinientas por día, mientras que con los procedimientos posteriores se llega hasta veinte mil letras.

Hay que empezar por definir qué entendemos por tal palabra: imprenta. Pues bien, Gutenberg no inventa la imprenta. El mundo gráfico va constantemente incorporando en su quehacer nuevos productos hasta desembocar en la diversidad actual.

Durante el último trimestre de 1995 trabajo y estudio son sinónimos. Por las mañanas finalizo la faena de la imprenta del Liceu (Sampons) y por las tardes asisto a la FP de Artes Gráficas en el Gremio de Industrias Gráficas de Barcelona. Joan Ivars, buen conocedor del sector y experimentado pedagogo, nos proporciona los conocimientos necesarios para afrontar la clásica diatriba de si es más conveniente un escáner de tambor o uno plano.

Voy andando por el bosque que atraviesa los años noventa. Paso revista a las trampas que he colocado. A partir de este momento, no hay una secuencia cronológica, sino ratos muy largos, como si estuviéramos espiando pacientemente lo que hacen las personas.

El mundo de la cultura se rige por leyes estrictamente desposeídas de tal carácter por el anquilosamiento de la rutina. La cultura sigue dominada, desde siempre, por quienes se obstinan en imponer la única línea con vigencia, fuera de la cual no hay salvación. Todo lo asume el Estado. Se hace cada vez mayor en todas las partes. Huele a hierba cortada. No es curioso ni casual el que, cuanto más «perfecta» es una sociedad capitalista, cuente con mayor número de mentalidad burócrata trabajando por la causa. Velocísimo el tiempo mientras andas y circunvalas tu órbita.

Confieso que no busco a esta criatura amontonada que existe sin existir, que te re-mira los perfiles que corren a cargo del Estado. Es un viaje por encima del cadáver de los nuevos señores feudales del mercado mundial. Por estos procedimientos somos apartados, pero somos conservados como consumidores. En la base del sometimiento yace un conflicto emocional y afectivo que desactiva el potencial rebelde de los individuos: la población se pierde en un mundo menos libre.

España, pese a todas sus miserias económicas actuales, no puede ser una excepción en este panorama, y se carga lenta, pero progresivamente, de burócratas. Cada día son más quienes dependen del Estado. Olvidarse de lo propio, coincidir en algo de los algos en que se anda a lo loco por que desde arriba te hagan caso.

El liberalismo ya no tiene agenda. La ciudadanía vive en una «caldera hirviendo». Semejante histeria xenófoba conexión causal entre crimen, drogas, inmigración, violencia, okupas… puede ser el escenario de una aguda bipolaridad urbana, donde una alternativa más directa sigue resistiendo a sus eslóganes mediáticos, a la renovación, al fascismo y al Estado policial.

Todo resulta irreparable. Mirar hacia atrás es difícil. Quedan siempre los restos de una ciudad arrasada y ruinas, figuras de sal. Sirvan las calles repletas del encanto de la vida comunitaria ahora envueltas por la programación de la televisión dedicada a la carnaza y la venganza; codificados de igual modo por la raza y el nacionalismo, íntimamente conectados con la clase y el género, cristalizamos la emergente eugenesia como antídoto frente a un pueblo degenerado y libertino.

El fraude administrativo, de acuerdo con esta manera de discurrir, con el que buena parte de la población queda sometida al basurero de la tele, redes sociales y vídeos y revoluciones de twitter. Nuestro mundo está limitado por una pared en la que hay millones de individuos miméticos, dominados obsesivamente por unas prisiones, abriéndose sobre otro mundo, que se amplifica sobre el nuestro. Contra el romanticismo falaz de la big data.

El hecho que cada vez día crezca más la hidra, y que sus cabezas sean más numerosas, no quiere decir que en consecuencia aceptamos el modo de domesticarnos. La ventaja de un no recorrido y una mala memoria consiste en poder gozar varias veces de una misma cosa como la primera vez.

Mientras tanto, quienes vivimos al margen, sabemos que no toda la vida se limita a las cuatro paredes de un Estado. Desde siempre, hay un movimiento libertario de personas que son marginales, y no solamente porque la sociedad las margina, sino porque ellas mismas se sitúan al margen de la sociedad vigente. Todavía vemos, y decidimos relacionarnos entre nosotrxs con independencia de lo que ocurre en el resto del Estado. Sexo, amor, estética, alimentación, administración, recursos, bienes comunes, apoyo mutuo, acción, arte, trabajo, teoría, ética, estética, economía… todo es vivido desde la perspectiva de una nueva luz, una luz distinta a la usual. La libertad se encuentra dentro de la necesidad.

Actualmente prefiero dejar de imprimir y hacerme contrabandista. El sueño es el salón de mi casa. Sin saberlo, el caracol tiene el cuello de jirafa. Todo cansa, salvo el sueño.

No es una hazaña, por el contrario, es autodefensa ciudadana.

 

 

«MENOS PRECIO,

LA ARQUITECTURA DE LAS HORAS.» 

 

 

Se lo dedico a Ana Blandiana que hace posible también el regreso de la poesía misma.
La libertad transforma estos manifiestos reproducidos a mano y leídos entre líneas en documentos sobre la memoria colectiva.
Es el reflejo de un estado de ánimo en el que la exasperación y la humillación, la furia y la desesperación, la vergüenza y la rebelión se funden con el sentimiento de un fin inminente como única alternativa para una salvación más que probable.

En vez de piedra, espejo. Y en vez de nombre, Otro espejo parecido. No importa que nadie sepa Dónde está mi tumba, Cuando os inclinéis Con la curiosidad de ver. De quién puede ser. Y os veáis. A vosotros mismos.

Las olas. Está arquitectura en movimiento. Que siempre renace y muere. Se acerca, se agranda y crece, y ahí llegan ellas. Nadie puede paralizar este movimiento demasiado vivo para morir. Y demasiado mortal para no seguir renaciendo. Quién puede gritar a las olas: ¡Quietas! Y a las aguas que dejen de ser mares.

Tierra sacudida, intranquila, histérica. Tierra ondulada. Como un mar. Ruinas ancestrales. Tierra natal. Por la que el tiempo transcurre al azar. Y se convierte en historia, al pasar. Las horas se levantan despojándose de estrellas y es la aurora. Estoy parado a la orilla de una carreterita rural en vísperas del año 2000.
Decido caminar trabajosamente por el Turó de l’Home. Me llama la atención una pareja inclinada hacia todos lados y entre sí. Se miran.

Son Raimon Arola y Lluïsa Vert. Es por la mañana. Viven apartados de cualquier marco confesional y religioso, apartados de posibles abusos sincretistas de ciertos medios esotéricos y espiritistas, apartados, también, de las obsesiones científicas que pretenden explicar una experiencia mediante la erudición.

Tienen algo parecido a un saco viejo, donde meten la caza. Espera. Hay unas letras que caen encima del saco, dos palabras sin espacios: ArsGravis. Reviso el contenido del saco. Raimon vuelve a sentarse en su sitio. Se entretiene en colocar los textos, uno al lado del otro. Se queda un rato junto al fuego: de la misma forma que la luz de una vela tiene una realidad física y una función concreta, que es iluminar, pero desde la trama de significados que la envuelven. La luz de la vela se levanta y abre un ámbito rico de significados, pues su luz nos abre una atmósfera de intimidad y cercanía.

«ArsGravis o «arte grave», en el sentido de «profundo, noble, importante, trascendente…», pero también y básicamente, un arte «de peso» o más exactamente, un arte que «da peso» a lo sutil e invisible.», dice Raimon. Me quedo quieto ante ArsGravis. Me pongo a la cola, como todo el mundo. Creo unas emociones extrañas de encantamiento en la mente, produciendo un choque y un estado en el que la emoción y el poder seductivo superan la razón. La ilusión se une aquí con la magia. La visión personal que se tenía de la producción ars en la antigüedad, se entiende como algo que se aproxima al desarrollo de las leyes eternas de una operación: la destreza de un trabajo individual colectivo libre que se ejecuta de acuerdo con los principios de la belleza absoluta, cósmica, divina y super sensorial del Caos: estado originario y confuso de la materia.

Esa visión se esfuerza, bajo los rayos de la luna, a media hasta, por establecer retratos de personas disfrazadas, de manera convincente, fingiendo ser otra persona. Puede tratarse de autorretratos o de retratos de otrxs. Por ejemplo, Paula Rego se pinta así misma en un traje oriental, como el filósofo Demócrito, similar al retrato de Rembrandt. Cada vez más finos, cada vez más borrosos.

Mi frente es una piedra. Una piedra desaparecida hace tiempo y olvidada. Sobre la que van y vienen las olas del flujo y reflujo. Se escurren entre surcos. Lo esculpo por una calle de estados de conciencia alterada extática o frenética, además de las alucinaciones. De hecho, la capacidad de pasar, voluntariamente o no, de un estado de conciencia a otro, es otra característica universal que forma parte del sistema nervioso humano. Las olas del mar se retiran. El ars parece indisociable a esto último: hay una rica y cautivadora tradición/traducción que oculta su identidad, como encías gastadas. Las almas-aves, que vuelan desde mí cuando duermo. Nunca regresan las mismas. al nido que soy. O quizá yo no estoy nunca seguro de ser el mismo.

La música es moldeada por numerosas condiciones ambientales. En ese momento mi padre está tumbado boca arriba pero no duerme, y yo veo sus ojos brillantes mirando fijamente el techo que cuelga sobre su cabeza. Mi padre se encuentra tumbado boca arriba pero no duerme, y yo veo sus ojos brillantes mirando fijamente el techo que cuelga sobre su cabeza. Se vuelve hacia mí -Yo sé bien quienes son los míos. Y se que hay muchos con ellos. Y otra cosa te voy a decir… -es su voz; breve, una especie de golpe. Veo un rostro que no es el mío. Una mano invisible arrastra a mi padre al pasado. Pues allí estoy yo. Ahora me encuentro contemplando el barroco siniestro de su ruina, paredes ciegas surgieron ante nuestros ojos como un esqueleto con los huesos desperdigados. A la Bajada de la Luna, después de las palabras de mi padre, cambiamos de lugar, moviéndose en sentido contrario de las agujas del reloj. Benditos sean sus pies, que me traen por estos caminos. Benditas sean las rodillas de mi abuelo, mi abuela y mi tía, esfumadas apresuradamente en la oscuridad del Fosal de la Cantera de Montjuic.

La profundidad recurre a las alturas. Lo contemplo con detenimiento durante diez segundos, y en mi lugar queda el temblor y el miedo. Nos vemos reflejados en el miserable ventanal. Los marcos de la ventana están podridos. Y cuando nos vemos reflejados y devorados por la podredumbre, tengo por un momento la sensación clara de estar viendo sus cadáveres de cómo yacen en una miserable masacre en el fondo de las fosa común. Esta autodestrucción continua es nuestra patética naturaleza. Sus muertes son el crimen absoluto, eso que no puede ser aceptado y, menos aún, perdonado.

Mi familia paterna firma con el dedo, procedentes de Águilas (Murcia), han llegado huyendo de los caciques. L’Hospitalet es conocida como la bóbila de Barcelona. Mi abuelo es un libertario alfarero hospitalense que vive en la calle Onesimo Redondo número 23. -Vamos, traduzco. Siempre hay otra manera de explicarse cuando digo que todo el mundo tiene unas katiuskas. Muchísimo barrizal. Calles sin asfaltar. Allí no hay nada, sólo las líneas de alta tensión. Arrabales informales, poblados lumperianos, con todo el aspecto de una zona rural devastada por calamidades, tempestades, viento huracanado y calamarsa. Viñedos y viviendas autoconstruidas. Una puerta como una celda. Una familia por habitación.

Nuestros antepasados pagan grandes sacrificios por unos alrededores que se han convertido en un lugar con muchos problemas de carácter higiénico-sanitario, sumado a los signos de pobreza y enfermedad, la caridad o la muerte de criaturas menores de un año. A falta de alcantarillado, las aguas residuales se recogen en pozos muertos, las letrinas, que se sitúan en el patio. Su limpieza no se respeta y se vacía en la misma calle. La aparición de bobilas favorece no solo el barrio de Quico Sabaté, sino también a Santa Eulalia, la Florida y Pubillas Casas.
Antes de 1853, la mayoría de las heroicxs pionerxs son, en realidad, protoanarquistas, ocupantes ilegales que están democratizando la Tierra. Toman la Tierra que necesitan para vivir, y se alían para defender sus reclamaciones ante los especuladores y los acaparadores de la Tierra, establecen grupos para proveerse de los servicios sociales básicos y estimulan a otrxs ocupantes a establecerse, ya que la fuerza está en el número. La organización de lxs ocupantes es la clave. Toda la fuerza del mito consiste en ensombrecer esta inscripción de clase en la frontera, en borrar la amenaza a la autoridad que la frontera supone, envolviéndola en un romántico manto de individualismo y patriotismo.
En 1853, en la casa de tres plantas, correspondiente al número 13 de la carretera de Collblanc ya encontramos viviendo a miembros de la Guardia Civil y sus respectivas familias. No es de extrañar que el envío de la benemérita es “una manera de aportar grandes beneficios para los pueblos” por parte del Gobierno Civil.

Mi bisabuelo, sus dos hermanos y dos hermanas, viven en Horta. Cinco hermanxs que, con 7, 8, 9, 10, 11 años, se levantan a las cinco de la mañana y andando siguen la vía del tranvía y cantando por el miedo que tienen, llegan hasta el Paral.lel infectado de burguesía que les hacen lavar y planchar la ropa durante la jornada de 11 horas (los niños lavando y las niñas planchando), y luego de vuelta a casa siguiendo la vía del tranvía por cuatro perras a la semana. Todxs ellxs son analfabetxs que de adultxs firman con el dedo. Pedro Valera quedó huérfano a los 9 años. Criado en los barracones del fascista Onésimo Redondo (los actuales bloques de la Florida de L’Hospitalet), pronto descubre que han sido enterrados en la fosa común (Fossar de Montjuic) su padre, su madre y su hermana. La muerte es tan espectacular que al ser adoptado busca su refugio en la libertad y la cultura. Lo único que no pierde es su «valentía» y todo lo demás es secundario; prestigio, dinero, nombre.

Desde aquí, y huérfano, mi padre es criado por su tía Magdalena, conocida como la “espiritista del Baix Llobregat”. Con sus modestas sandalias, y con las uñas sin pintar, lleva dos décadas buscando a su hijo libertario, desaparecido en la Batalla del Ebro. Lo que empieza siendo unas visitas al Delta acaba en una ruta por todo el territorio del Baix Llobregat en busca de médiums, espiritistas.
Todo el mundo abusa de su confianza.
Padece una dolencia mental horrible. Y la semana siguiente, lo mismo, y la otra lo mismo, hasta que se cansa y puede salir del coma profundo hasta contemplar la runa de las brujas. Al final a la suma sacerdotisa le merece la pena. Es como unos misteriosos medicamentos de nuestra casa; es más beneficioso que tomar las medicinas.

La iniciadora consagra con aceite. Mi padre pierde las tardes deambulando con su tía rodeada de gatos. Lo atiborra de caridad por hogares, hospitales y cementerios, ofreciendo consuelo y cuidados. ¡Él no toca nada! Aprende del espíritu que carga con pesos carentes de honor. Las sanadoras, espiritistas, médiums de mapas cósmicos de Barcelona y el Baix Llobregat, están tan relacionadas entre sí como una multitud de paseantes por los alrededores del centro espiritista del Raval de 1891, de la mano de Teresa Claramunt y Ángeles López de Ayala. Oigo sus voces junto a mí pero ellas ya no están. Temblando solo queda un vestido de los años sesenta. Amotinar. Incitar. Citar. La anciana, de apariencia un tanto maniática, que no chiflada, dice algo, su hijo la corrige, intenta guardar las formas, pero al final se limita a sonreír confuso; me doy cuenta que estoy perdido.

Quien conoce muy bien a Los Aguiluchos de L’Hospitalet es Camil Piñón, integrante en la CNT. El Gato Negro, situado en la calle Occidente nº16 es un bar de mala reputación; es denunciado por altercados dentro y fuera del local, pero ni rastro. El bar Triana de la calle Llobregat nº23 es un lugar de mala fama para la moral cristiana. El bar Collblanc número 47 es un foco de escándalo y perversión. Los años 60 son gobernados por lxs sin ley.

Si la cosa puede suceder en un estado de cosas, hace falta la posibilidad de una biografía. Mi padre, inscripto, Pedro Deu Valera. Nacido en L’Hospitalet de Llobregat el 27 de marzo de 1949. Nace medio siglo después del descubrimiento del arte africano, «L’art nègre». Revoltijo de esbozos: más conocido por el seudónimo con el que suele firmar sus obras: Pedro Valera. Que en este caso es un historietista durante los años 70. Su carrera como dibujante de tebeos comienza cuando en 1969 conoce a Rafael Aura León, más conocido como Auraleón; mítico dibujante comics en las ediciones de Creepy, editado por Jim Warren en EEUU, el cual el editor Josep Toutain le incluye en la plantilla de la agencia Selecciones Ilustradas.

Dibujante y pintor, es un niño de posguerra, de esa posguerra española que parece ser, a pesar de todo, una fuente de sensibilización y motivaciones. En realidad, el arte negro se halla más allá de su horizonte. Está impregnado de un clima del que no tenemos experiencia alguna, y del cual, pese a las apariencias, tenemos tan sólo un mínimo de datos reales. Además, nada seguro se sabe de los orígenes. Cuando mi padre inicia su exilio musical, la hora de las revoluciones terminan. Urbes futuristas. Autopistas voladoras. Colores improbables. Planetas desolados. Máquinas. Humanoides. Cibernética. Una recreación del expresionismo capaz de abarcar mundos de naturaleza fáustica y liberal, con todas sus cloacas y vertederos más ocultos. Una connotación que alude a hacer algo por cuenta propia, que se caracteriza por su experimentalismo autodidacta. Aislar deviene proyecto de hacer asilo y uno ve lo que le adviene; spiritual jazz, avant-garde jazz y free jazz. Es una poderosa combinación junto al cine de Cassavetes.

¿Quién dirige? A los catorce mi padre empieza a trabajar en una fábrica del sector de la metalurgia del Baix Llobregat. En 1960 empiezan las 113 detenciones en los movimientos obreros del Baix Llobregat. La CNT sigue en el exilio. Se hace delegado sindical independiente. A partir de entonces no le dejan prosperar en la empresa. En 1969 la patronal le roba el dinero y exponerlo públicamente le cuesta la visita de la Guardia Civil. En 1970 queda detenido por la policía a la salida de su trabajo. Su puesta en libertad, pero con dificultades administrativas para ser excarcelado.
Tras la ejecución de Salvador Puig Antich, parece tomarse al pie de la letra publicaciones como Ruedo Ibérico. Su obsesión por las imprentas y su amistad con Santi Soler, responsable de la “acción teórica” de los M.I.L. en sus publicaciones clandestinas, “quaderns”, y demás ocurrencias de conciencia revolucionaria. Los films de Helena Lumbreras y el Colectivo Cine de Clase (1976), los primeros objetores de conciencia en Can Serra.

En marzo de 1976, lxs trabajadorxs convocan una huelga que dura cuarenta y un días. La preocupación de mi padre, que le ocurre lo mismo con aquellos actos simples (movimientos y palabras) que realizamos cotidianamente y que calificamos de mecánicos porque son respuestas en las que nos parece que no interviene la razón, el conocimiento, la reflexión; pero no es así. Al mismo tiempo, José Cases Alfonso es un dirigente histórico de la CNT del Pasaje de la Paz, que ocupa el cargo de presidente del Sindicato de Espectáculos Públicos. Su sensibilidad extraviada, irónica y ardiente por el arte, le lleva a animar a mi padre a dibujar cómic, donde se mueve con su amigo Rafael Auraleón, y este con Nazario, Star, Ajoblanco y todxs aquellxs que participan en las Jornadas libertarias de 1977 del Saló Diana de Barcelona, y más adelante, en los 80, en In/dolencia, con Santiago López Petit, Rambla, El Víbora.

La colección fílmica de la Filmoteca de Catalunya arranca en 1981. Uno de los pases que cambia la mirada de mi padre fue «Les statues meurent aussi» / «Las estatuas también mueren» (Francia, 1953); treinta minutos dirigidos por Chris Maker, con la ayuda de Alain Resnais. Cuando los hombres están muertos, entran en la historia. Cuando las estatuas están muertas, entran en el arte. Esta botánica de la muerte, es lo que nosotros llamamos la cultura -entre el arte africano y el occidental. Las estatuas y las máscaras tradicionales de África, construidas por los hombres y mujeres del mundo no literario, son tiradas después de su uso ceremonial; tranquila y simplemente se abandonan hasta pudrirse; esto es un proceso rápido para la madera y otros materiales orgánicos en los climas calurosos y húmedos.

Meditación subiendo por una pendiente. El empeño que este método pone en alcanzar la mayor conciencia penetra de forma natural por su improvisación, su complejidad rítmica y armónica, y su capacidad de fusionar elementos de diferentes culturas y estilos musicales. Con esta simbiosis de lo orgánico con lo inorgánico se plasma un mundo imaginario, plagado de figuras espectrales, ancestrales. Tales representaciones evocan el afrofuturismo.

Mi padre sueña en contar cosas a través del dibujo. Escenarios ambiciosos, desenfrenados, destellos de grandeza creados por el pincel inigualable de su máxima cúspide, Abdul Mati Klarwein.
El problema no es sólo cómo sacarle partido, sino también cómo equipararse con las antiguas Bellas Artes. Además, empiezan los principales problemas a los que tiene que enfrentarse: no sabe casi nada de la importancia de las esculturas en el remoto arte rupestre del Sáhara, que no parece relacionado con ninguna tradición artística existente hoy en día, hasta el arte de las esculturas de terracota de Nok, incluso el arte de los Ashanti que surge claramente de una base anterior al siglo dieciocho. A veces se entremezclan historias diferentes. Mi padre averigua que, estrictamente hablando, nunca se escribe una historia del arte de África o del Oriente próximo.

Tras el suicidio de Auraleón el 24 de junio de 1993, mi padre desaparece del cómic. Para expresar ese aspecto fantasmal que puede tener el mundo en que vivimos. Esta botánica de la muerte, es lo que llama su motivo para seguir con su obra. La sensibilidad extraviada, irónica y ardiente de mi padre lo lleva a escribir poesía, pintar, hacer fotografías y a profundizar su escucha sonora.
Diálogos con el primer graffiti que son combinados con la experimentación de la insolación, fotocopia, revelado, impresión y video, acción pictórica, posthumor, amargura, transexualidad e intersexualidad y cabaret.

A mi padre no le gustan nada los elogios públicos o dedicaciones personales de ningún tipo. Intenta interceptar el oro con su delantal. No se siente nada perturbado por la escena. El dinero y el oro son fuentes literarias del poder, y la lluvia, como los rayos del sol, fecunda la tierra. En el subconsciente suyo, dinero y lluvia poseen un carácter fálico. Se vuelve y mira hacia la procedencia de la fuente del oro. La palabra Adán está relacionada con el vocablo ‘adhâmâh, «tierra«, y deriva de la raíz ‘dm, «ser de color leonardo«, es decir, del color de la tierra arcillosa con que, según se nos impone, es moldeado el primer hombre: Adam, hombre, humanidad. Adamah, tierra, terreno, territorio, tierra (planeta). ‘Adem, ‘adom, ser rojo, rojizo, enrojecer.
En esta declaración, mi padre toma de referencia a su admirado Brancusi: “un hombre es tan feo como una rana. Es Leda, y no Júpiter, quien se transforma en cisne”. Expresa su desagrado ante la forma masculina.
De este modo, el animal nocturno está cerrado en sí mismo. Parece abrazarse a la tierra. Es, tal vez, la más oculta de las criaturas, es el propio Brancusi cuando conoce a la húngara Margit Pogany; el hecho de que Brancusi es el artista de lo oculto y la infancia que acecha en la oscuridad, mientras busca la respuesta al enigma del nacimiento.
Expresa una ambivalencia profundamente arraigada en el anarquismo que hablaban lxs inmigrantes a manera de vacilaciones o tartamudeos: es difícil describir esa voz que se sabe extraña y que en todo momento vela por deformarlo. Se llena de impurezas y de trucos que no sorprenden, que no quieren sorprender. Tengo la suerte de estar a su lado y acompañarle en todas sus creaciones, performances, manifestaciones y poder conocer desde que tengo uso de razón su hacer total.

La enfermedad lo tiene apartado de la vida social, pero sigue abrazándome con sus palabras: «Todo lo que hago y sigo haciendo, es para resistir ante la inseguridad en todos los ámbitos que es la Ley de la Vida Natural. Nuestro mundo natural nos lo hemos de hacer nosotrxs mismxs con nuestro trabajo y constancia. Nada es seguro. La Vida Natural tiene infinidad de caras y cada una puede variar en cualquier momento. El destino puede ser muy irónico. La única seguridad que existe es la confianza propia de la Naturaleza

 

 

 

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS,

VIÓ GRAFÍA Y SE HIZO (IM) PRESO.» 

 

 

Reseñas sobre LOSVALIENTESDUERMENSOLOS.COM por ENRIQUE VILA-MATAS, FÉLIX RIERA,NAZARIO,AGENTE PROVOCADOR, SHAK BENAVIDES, CLUTCHY HOPKINS, VALERIO COSI, MIGUEL A. BRITO, MIGUEL A. SUTIL, ISHMAEL SUSTRAIVIBEZ, ALBERTO RAHIM,KNOWNOT DONTKNOW, VICTOR UVE, JAVI VILLALBA y SALAH SALAS SALAS.

 

«Una estufa de desinfectar libros, el número 153, y el nombre: Los Valientes Duermen Solos. ¡Es asombroso! Elegimos el número 7 y el 30»
LVDSEINRIQUE
VILA-MATAS¹ Y

PAULA DE PARMA²

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lv¹lvdsENRIQUE VILA-MATASlvdsBarcelonalvds1948lvdsuno de los más destacados escritorxs europexs del momentolvdstraducido a 29 idiomaslvdsconsiderado uno de lxs escritorxs españolxs de culto

lv²lvdsENRIQUE VILA-MATASlvdsBarcelonalvds1948lvdsuno de los más destacados escritorxs europexs del momentolvdstraducido a 29 idiomaslvdsconsiderado uno de lxs escritorxs españolxs de culto

 

«Por ello es tan conveniente reivindicar «los valientes duermen solos»
nombre/aforismo de un interesante blog sobre arte que me sugiere la imagen del artista enfrentándose con la tarea de crear en soledad una obra perdurable que deberíamos estar en condiciones de valorar»
LVDSFÉLIX
RIERA

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lv¹lvdsFÉLIX RIERAlvdsBarcelonalvds1964lvdses editorlvdsperiodistalvdsescritor y gestor culturallvdsCo-autor delvdsLas pasiones según Rafael ArgullollvdsAcantiladolvds2020lvdsEl artículo completo es publicado con el títulolvdsLos valientes duermen soloslvdsen La Vanguardialvds 27 del 10 de 2015

«BLAKE ME ARREBATA y de pronto me sumerge en un blog: Los valientes duermen solos.»
LVDSNAZARIO

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lv¹lvdsNAZARIO LUQUElvdsCastilleja del CampolvdsSevillalvdslvds1944lvdses padre del cómic underground españollvdsademás de ser uno de los mejores retratistas de los bajos fondos de Barcelona y un destacado pintorlvds escritor y fotógrafolvdsSu libertad provocadora le ocasiona complicaciones con la censura franquistalvds

 

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS | SE LLAMA ALGO BASTANTE RARO, UN NOMBRE QUE ADEMÁS NO ES UN NOMBRE, MÁS BIEN, UN ARGUMENTO QUE PROCEDE DEL NIVEL MÁS BAJO Y DOLOROSO DE LA SOCIEDAD; EL ANONIMATO. ¡Gloria a tu abuelo!.»
AGENTE PROVOCADOR.

Agente Provocador es un magazine realizado por la editorial y sociedad secreta La Felguera Editores, a través de su Gabinete Negro, dirigido por el Dr. Peligro, jefe de nuestra Organización.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS IRRUMPE en 1991 en la escena de arte marginal barcelonesa, -en un mundo dominado por el ego y el personalismo absolutos- pergueñando sobre el “silencio”, “soledad”, “sueño”, a través de pintar en la calle, de manifiestos gráficos, publicados en diferentes medios independientes, en el que el sujeto que escribe no deja de desaparecer. En este sentido, el ser mismo, cuestiona la idea de que Los valientes duermen solos nunca asistieron a escuelas de arte, o a la universidad. Forma parte del Equipo A del magazine de la editorial →La Felguera, Agente Provocador. Dirige la edición de Cuadernos Ajoblanco (revisión de originales de la primera época de la  revista libertaria →Ajoblanco). Colabora en TeslaFM, en el portal de historia, Ser Histórico. Ha colaborado durante años como ilustrador en Ubiquity Records y columnista en Enlace Funk y Serie B Magazine. Fundador del colectivo Upper Egypt Series y Quaderns el serrucho.»
SHAK BENAVIDES.

Shak Benavides (Barcelona) es pieza habitual de principios de los años noventa en la Barcelona subterránea. Co-fundador de Wah Wah Records. Investigador de la historia de la música popular y de vanguardia. Compositor de Lucius Works Here. Dirige y produce TeslaFM.

«I lOVE DIGGIN FOR OLD RECORDS and seeing the album covers and discovering new sounds. Grooves with space, live instrumentation, organic vibes, good music, influenced by jazz, blues, soul, funk, folk, rock, reggae, sounds from all over the world heard through pops record collection and collecting vinyl… Music is Medicine! Digital digging is just not the same. I appreciate you sharing all of this great mind opening music. Los valientes duermen solos must have tons of records! You are welcome my friend. Love from the desert.»
CLUTCHY HOPKINS.

lvdsClutchy Hopkins (California) es un talentoso arreglista, compositor y multinstrumentista de jazz. En febrero de 2007 la prensa escrita publica que Clutchy Hopkins puede ser un seudónimo de DJ Shadow, Cut Chemist, Madlib, Money Mark o Shawn LeelvdsSu impecable maestría musical hace que en abril de 2019 vuelva ha hacer su anónima aparición cuando Ubiquity Records lanza su álbum The Story Tellerlvdsilustrado por Los valientes duermen soloslvds

«I’M INTO CDS BECAUSE of high-definition and details but vinyls are just timeless (and spiralling) pieces of art. And if someone let me remind of Egypt, the Sphynx and Strata East …well, I start to consider him a friend of mine. Los valientes duermen solos is more than a friend, he’s a heart-felted supporter of free music with all of his spirit and intuition. Long life for Los valientes duermen solos.»
VALERIO COSI.

Valerio Cosi (Taranto, 1985) es un estridente, extrovertido, pseudosinfónico y grandilocuente saxofonista multiinstrumentista italiano afincado en Berlín. Sus obras tienen elementos de música electrónica, jazz de forma libre, krautrock, rock psicodélico y música étnica. Dirige el sello Dreamsheep . Publica en Porter Records una serie de piezas ambiciosas, algunas más en estilo jazz y otras con mayor influencia de tintes dada. Valerio no tarda en ampliar su paleta musical, experimentando con nuevos instrumentos y diferentes texturas.

«BUSCAR Y ENCONTRAR ARTE. No es internet un buen formato para gozar de la expresión artística, pero si para poder documentarse bien, claro está, si los autores se preocupan de la calidad en los contenidos. En el blog que os propongo esta semana, «Los valientes duermen solos» o «LVDS» como le gusta llamarse, he encontrado ese espacio a caballo entre la realidad y la virtualidad. Pueden asistir a una buena documentación de muchos autores o tendencias históricas del arte a la vez que disfrutar de fotografías en muy alta definición de las obras, apreciando y pudiéndose recrear en los detalles. Os invito a daros una vuelta por el blog. Visitar Los valientes duermen solos.»
MIGUEL A. BRITO.

Miguel Ángel Brito (Tenerife) es farmacéutico. Su carácter carismático y su interés a partes iguales, representa una combinación perfecta para ser el impulsor de la comuna La esfera Cultural, abierta a cualquier tipo de manifestación, sea literatura, música, pintura, cine. El núcleo duro del proyecto son los relatos publicados en su blog: la exposición pública de todas las obras que en la web aparecen.

«EL ESPACIO ES EL LUGAR y Los valientes duermen solos es su transmisor cósmico. Realidades imaginadas y sonidos que van más allá de la percepción. Mensajes subliminales en el universo del «uno». Nuestro Dios es el sonido y Los valientes duermen solos uno de sus evangelizadores. Un mundo de ritmo para ciclopes de groove. Si tienes funk, tienes el estilo.»
MIGUEL A. SUTIL.

Miguel Ángel Sutil (Madrid, 1973) es el ingeniero de las ideas del arquetipo del Enlace. El lenguaje del funk pone a su disposición una serie de herramientas que le permiten llevar a cabo la creación de la revista Enlace Funk. Quizás el mechero más popular es inventado por un no-fumador, pero este no es su caso.

«LA PRIMERA VEZ QUE HABLAS con Los valientes duermen solos sin que diga nada ya percibes la fuerza contenida de alguien que tiene mucho que decir, un tipo que se mueve de manera simultánea por universos paralelos guiado por la necesidad de múltiples talentos alimentados por una demoledora pasión y que transmite a quien quiera unirse a su cruzada con el mismo brillo en los ojos que un niño ilusionado. Pasión, talento y extraordinaria sensibilidad, un predicador de la belleza eso es.»
ISHMAEL SUSTRAIVIBEZ
.

Ishmael Sustraivibez (Gasteiz) es un intenso y veterano locutor de radio, periodista musical y DJ. En activo desde finales de los años ochenta, está profundizado y avanzado tanto en el jazz, lo jamaicano y lo arraigado en el sonido afrocaribeño. Durante les últimos veinte años ha trabajado en la tienda de Discos Castelló y en el programa radiofónico Hamabipulgada. Actualmente trabaja como productor en Dublab.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS. TRANSMITIR SABIDURÍA A TRAVÉS DE ARTISTAS IGNORADOS y ser capaz de contextualizarlos. Saber empatizar con el lector a través del reflejo de su memoria y usar el diccionario para que ninguna idea se quede en la penumbra. Sin miedo del adjetivo; orgulloso de la eternidad de los sonidos.»
ALBERTO RAHIM.

Alberto Rahim se hace conocer como cantante en una banda punk de finales de los años noventa. También causa impacto en el paisaje musical de Madrid como DJ residente del Nasti Club. Haze brillar su talento como periodista musical en la revista Enlace Funk, nerdsoundsystem y Radio Rahim. Con el paso del tiempo Rahim acaba en la Ciudad de México, donde ejerce de co-responsable de Soulimbo, Palé y Martesitos.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS ES UN VIAJE A LAS ESENCIAS. El espíritu del artista renacentista embarcado en la búsqueda sin cuartel de la pureza alquímica. Todo nutre al monstruo hambriento de sensaciones. Si hace falta, se doblan las leyes de la naturaleza a riesgo de perder el juicio. ¿Sabes de lo que hablo? ¿No? Yo tampoco. Puede que él lo sepa. Lo extraordinario es poder compartir sus hazañas durante el trayecto.»
KNOWNOT DONTKNOW.

Knownot Dontknow (Barcelona, 1979) es biólogo, agitador, DJ y periodista cultural. Aparece reseñado a principios de milenio en la prensa nacional, a través de la plataforma Subsuelo. Actualmente vive en UK bajo la escena del jazz contemporáneo.

«EL MENSAJE. ESPECIAL. PERSONAL. INDEPENDIENTE. CONTESTATARIO. Después el jazz. Inspirador. Eterno. Y negro. Los Valientes duermen solos es tan genial como el truco de dicción tras su alias. Son suficiente como para ver en su locura un reflejo de la mía. Porque, después de tanta charla y tanto nombre, al final sólo ha de quedar la música.»
VICTOR UVE.

Víctor Velasco (Santander) vive acompañado de sus discos. Ha llegado a ser reconocido como uno de los mejores DJs nacionales por Rockdelux o RedBullAcademy. Ha editado varios discos y colaborado con un buen puñado de artistas. Como periodista musical colabora en prensa escrita, gestiona sellos independientes y cuenta las noticias dedicadas al vinilo en su vídeo blog LobolabTV.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS, DESDE LO MÁS PROFUNDO DEL UNDERGROUND CATALÁN llega una nueva forma de agitar los ceros y unos.»
JAVI VILLALBA.

Javier Villalba es jefe redactor de Serie B Magazine por un largo tiempo en Berlín. Su heterónimo Glue Kids es una composición de música incidental para una historia que no existe, para un película sin aparente guion en que los protagonistas podríamos ser nosotrxs mismxs en una variación constante de secuencias que, al igual que el cine del desaparecido Éric Rohmer, se apoyan en cuatro notas clave (el amor, la esperanza y la desesperanza, la lucha por la pequeña y sin embargo enorme existencia cotidiana). Como la vida misma.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS… COMIENZO UN TROZO DE PAN CON SALSA BARBACOA, SIN MÁS… sin ningún otro aderezo, solo disfrutar del pan, y de la salsa… ¿Quién dice que necesito más? Es el nervio del bocado, pero una vez que está en la boca siempre da una masticada más, y esa es la diferencia.. Que habrá sabores mejores, cierto.. pero que se puedan disfrutar de esta manera, no tantos, cierto también…Así es mi amigo… lo simple, lo disfruta como lo mas complejo.»
SALAH SALAS SALAS.

Salah Salas Salas se ha convertido en un gran clásico de la escena underground española. Centrado en la maduración de ennegro, tienda online centrada principalmente en la música en vinilo de UTO (UnimosTusOídos), Alien Force (colectivo parisino de Human Spirit) y a la banda Malka Family. La vida espiritual de Salah rebosa de actividad musical. Sus arreglos y su propio estilo destacan en piezas como The Black Evolution (EP y 7 pulgadas).

 

 

, des-
pués de todo, nada
es nuevo. La disolución del
«sí mismo», esto es, non-aliud
.no-otro, no tener personaje.
, el rostro de ese yo es nada
, aspira, pues, a esca-
par a esa
fo-
silización, a
hundirme en el anonimato
, en una «máscara de nadie», en
una prolijidad de sí misma. de todas
las cosas ridículas, la que me parece más
ridícula de todas es andar con todo. Es
la razón porque mi naturaleza quie-
re tener su templo vacío
, para que allí dentro
no
haya nada
que no sea ella

, una nada fuimos
, somos, seremos. Somos
de nada, de nadie.  La nada ab-
soluta, y nada más. Son absurdas, del
todo nada. No siento melancolía por nada
, ni siquiera la poca molestia que me tomo. , la 

mayoría de las personas corren tan de prisa en pos del
placer que lo pasan de largo., la gracia del ser vivo que arroja
las tres últimas paletadas de tierra sobre el muerto se consuela pen-
sando que aún tiene una larga vida por delante., los diarios excesí-

vamente precisos son el final de la libertad. Por eso sólo los períodos
vacíos que se interponen son los plenos. , valiente para dudar
de todo. El otro día leo a Kierkegaard y en pocas palabras; no
me apetece nada escribir lo que veo escrito, y tampoco
borrarlo. , ………………………………………………..
…………………………. 10ª, si deseara algo
, no desearía riqueza o poder
. ¿Qué es el amor? el
contenido del
sueño

 


«Tierra y Viento son lxs primerxs cantorxs
y de su canción nace el viejo idioma
Idioma e Imagen
Palabra y Música
apenas diferenciadxs de Poesía y Canción
hechas de lo mismo»
MI ABUELA MARIA

 

 

«SANTA EULÀLIA: ,

FUEGO ELÉCTRICO XINO
LA OSCURIDAD DE LA NOCHE PARA CRECER
»

 

 

 

Las palabras que siguen no pretenden ser un estudio crítico, ni siquiera son, en sentido estricto, una indagación biográfica. Más bien intentan apuntar, en una colección de estampas, los datos elementales de este enigma que hoy reconozco bajo el nombre de LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS. Se trata de un enigma que, si se quiere, comienza de un modo bien sencillo, pero mostrando ya en su mismo punto de partida un desplazamiento radical: LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS nace un domingo 23 de junio de 1985 al ver una mujer deslizarse por la cara suroeste, muy cerca de las cocheras de metro de Santa Eulàlia, con un abrigo bastante decrépito de color verde que ya amarillea. Su cresta sobresale hacia los techos. Sorprendido de no haberla notado antes, me pregunto quien es y luego la olvido durante varias semanas. Vuelvo a verla a través del hueco. Parece muy cerca. Hasta donde recuerdo, el camino donde primero la veo está a unos 200 metros. No tengo tiempo de calcular la geografía, pero esta noche le menciono a mi padre. Dice que nunca la ha visto.

El jueves, 8, M. viene a verme. OH, veo su cuerpo entre la tinta, la tinta que nos mancha incluso en los sueños. Como un sudor agrio, animal. Quiero alcanzarla, y mis dedos resbalan. Apenas la veo. La tinta nace entre nosotrxs; fundida en polvo y polen. CUANDO se marcha, no sé quién de lxs dos se va. Y cuando tiendo la mano, no sé si no me busco o mí mismo. Ya no sé si me lo estoy diciendo a mí mismo. Y me da vergüenza.

Tal vez sea por ello que, en definitiva, importa siempre bien poco, cuando leemos LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS, lo que podamos pensar de quién escribe esto, cuándo. Es una pregunta idiota. No importa, es una verdad vital y muchxs pueden haberla escrito. En fin, es algo que tampoco importa demasiado, y casi prefiero que sea así. No tengo ganas de hablar, yo apenas: lo que de verdad importa es lo que en ella (y desde ella o contra ella) se piensa allí de nosotrxs.

Las personas bienpensantes pueden pensar que son sólo apariencias y poner cara de no entender lo que pido en verdad en la oficina donde se encierran. Las personas bien educadas de las postrimerías del segundo milenio, me tienen que disculpar por entrar en estos detalles y evocar las partes pudendas de este disfraz mío (LVDS) en que soy entregado a una «giratoria» como hoy se dice en los liceos.

Viene ahora un momento de irresistible comicidad: ¿Quién puede haberse atrevido a llegar hasta aquí y hacer esto?

Sin ser Hans Bellmer os he metido en una sala oscura para ver y volver a ver la bellos sentimientos de nuestros días fantasmatizados. Lamento tener que interrumpir aquí, rompiendo quizá el embrujo de una escritura que puede aún abrir una rendija en la cabeza.

Esta tentación mía puede incluso llevarme a cometer verdaderas imprudencias, es decir, a profanar las cocheras de Santa Eulàlia. En efecto, todos estos sentimientos que pueden conducir incluso a la búsqueda más riesgosa de esta usina de fantasmas que es el inconsciente. 

El día 11, voy a su casa. Entro en uno de esos agujeros, una pequeña cueva en la jungla desconocida. Es difícil pensar en una pared sin pensar en la posibilidad que revela la profundidad de espacio. Es difícil ignorar la estructura que hace posible la pared, los contrafuertes, las columnas, las múltiples capas que abren el concepto de pared o una multiplicidad de lecturas. Y estas no son solo cualidades materiales. Nunca trabajas por reducción, sino que intentas revelar las multiplicidades, las singularidades. Hay una enorme vegetación que está dispuesta a borrar cualquier huella.

El martes 12 de septiembre, hacia las ocho. He aquí un dato imprescindible: las diosas de la ciudad, según Italo Calvino, viven en las profundidades, en el lago negro que nutre los riachuelos subterráneos. De ahí a pensar que las cocheras de metro de Santa Eulàlia pueden ser el lugar más perforado de Barcelona. Sobre el tema, es una tierra tan rebosante de cuevas, grutas, fisuras y hoyos que hay que caminar mirando fijamente al suelo para no caer al interior de la Tierra.

Trece de septiembre. La conexión entre las cocheras de metro de Santa Eulàlia y la fuente de Santa Eulàlia no es mera conjetura. En mis planos que trazo, en pleno frío nocturno, sé ahora que por debajo de los cimientos de la Ciudad Condal pasa un arroyo subterráneo; que está orientadas a ella; el argumento es Eulàlia. Dicha cueva está oculta en el bosque a unos pocos kilómetros de la fuente de Santa Eulàlia. En la confluencia de la calle del Carmen y calle Hospital se encuentra la plaza del Pedró; y en ella el monumento más antiguo de Barcelona: la fuente de Santa Eulàlia (1673). El nombre de la plaza proviene del padrón según la leyenda, fue martirizada y crucificada Eulàlia en este lugar.

Jueves 14 de septiembre. Los 1672 metros que unen la fuente de Santa Eulalia con la Estación Santa Eulàlia es una lanzadera para ir a los hoyos de quienes no tienen ninguna razón de peso para viajar: las canteras de fantasmas de los túneles y búnkeres de guerra. Durante las obras de construcción de la parada de metro «Rocafor«, en abril de 1924, 11 obreros mueren por un hundimiento en el tramo entre las calles de «Conde de Urgel» y Casanova. «Se ve que los planos de construcción no detectaron que pasaba una riera cercana y se hicieron mal.»

Manuel Marina, guía especialista en historia del transporte de Barcelona, cuenta que Rocafort, como otras estaciones, se usa como refugio cuando los aviones del Ejército italiano bombardean Barcelona: «Venían desde Mallorca, pasaban por encima de la zona de El Prat, dónde ahora está el aeropuerto y entraban por la Gran Vía. Empezaban a soltar bombas al ver la plaza de España y por eso enseguida había un hormiguero de gente que iba corriendo a refugiarse».

La leyenda negra de la estación de metro Rocafort empieza en los años sesenta con una noticia en La Vanguardia en que un niño cae a la vía a recoger la pelota y muere atropellado. Un periodista, atraído por el misterio de Rocafort, baja a la estación acompañado con una médium quien dice haber visto el alma del  niño jugando a pelota por el andén. A medida que pasan los años, en los setenta, existe todo un archivo de suicidios en dicha estación. Cuatro personas se arrancaron la vida en apenas un mes. Después de recorrer el suicidio doy con el grupo de invidentes que caen a la vía, ya que no se encuentra bien señalizada. En cualquier caso algunas personas ven algo raro, explica Marina, como luces que se apagaban o ruidos. Lo dicen trabajadorxs que no se conocen entre ellxs y tal es la sensación de inseguridad que cuando se hace el sorteo para repartir estaciones entre el personal, ya que cada año cambia, la última en salir era Rocafort «ya que nadie quiere ir».

Viernes 15 de septiembre. A primero hora de la noche estoy en cama. La gente sueña cada noche con la señora del inframundo. Razones que no se saben explicar. Santa Eulàlia vive de acuerdo con muchas condiciones sagradas. El agua, como apunta Iain Sinclair, es el elemento sexual; purificaciones oscuras, cambios, invitación materna al suicidio; respondiendo, dominando, concediendo una conexión, haciendo que formen parte de un mismo cuerpo. Su cuerpo es de la divinia Isis. Sus antebrazos son de Neit, la Dama de Sais.

El 16, por lo que puedo averiguar, Bordeta es la parada final del Metro Transversal de la antigua estación, inaugurada el 11 de junio de 1926; cuyo origen es la plaza de Catalunya. Situada a unos metros de la actual cochera con el nombre de Bordeta Cocheras (1932). El 23 de diciembre de 1983 se cierra la estación Bordeta, que permite el prolongamiento de la entonces Línea I: Santa Eulàlia.

Martes, 26 de septiembre. Por la noche me pregunto: ¿Para que más sirve la línea roja? Pues para el argumento de la Línea Roja. Y si se da el generoso nacimiento (femenino) de la luz, también se da la garra roja de la venganza. Mi abuela me enseña a no eludir lo sagrado, sino a volverme hacia ello y mirarlo de frente. En la oscuridad subterránea aprendo a escuchar esa tenue melodía.

El miércoles 27, estoy jugando jugando durante una hora con mi padre. Durante todo este tiempo, permanecemos sentados en el suelo, afrontando los numerosos problemas que plantea un tremendo embotellamiento de piedrecitas. La construcción de situaciones es efectivamente el concepto clave; no se alcanza mediante la afirmación de dogma alguno, sino a través de la búsqueda y la experimentación: diálogos con el primer graffiti que son combinados con la experimentación de la insolación, fotocopia, revelado, impresión y video, acción pictórica, posthumor, amargura, transexualidad e intersexualidad y cabaret. Son decisiones tejidas, kollages, que es, al igual que la música y poesía, hecha de conocimientos, cooperación y circulación. Un común que actúa desde dentro del valor del cambio, y contra la apropiación privada. Lo que implica también una crítica de la apropiación pública, siempre al servicio de lo privado.

El domingo I de octubre hace frío. Sopla viento del norte, azota el muelle de enfrente. Paso el día vestido con dos chandals. En Barcelona, nos hemos endurecido con respecto al mundo, nos hemos insensibilizado ante ciertas texturas imprecisas de la Naturaleza. Mientras ahondo en nuestras tradiciones ancestrales más profundas, según descubro, las viejas costumbres sobreviven en nuestro vínculo con el subsuelo. El subsuelo nos enseña a respetar el misterio, escribe Will Hunt, cuando descubre, cuando tiene dieciséis años, un túnel abandonado que pasa por debajo de su casa en Providence, Rhode Island.

Al día siguiente paso por casa mis abuelxs. El subsuelo conserva la forma de los primeros sueños de nuestras antepasadas, nos abre un mundo que precede al conocimiento y la memoria y nos devuelve a la raíz de la raíz, al brote del brote, en palabras de E. E. Cummings. Se abren las válvulas de entrada de nuestra alma, escribe Anne Carson.

Jueves, 5 de octubre. No se entiende muy bien qué quiere decir, pero la ubicación de esta pirámide, Santa Eulàlia, encaja en el contexto presente. Así que de buen grado me quedo allí.

Viernes 6. Llamo a mi padre. Pasa a buscarme. Mi primer graffiti es un dibujo animado que decido exhibir en bucle, disfruta surfeando sobre el tema de Santa Eulàlia, esos tópicos esenciales de creación y de la reconstrucción de la vida.

Sábado, 7 de octubre. En el rincón más oscuro, a la izquierda del pasillo, flores puestas a secar, boca abajo. Mi escritura entra sigilosamente en escena, como unas zapatillas a los pies y se pegan sobre el muro o la chapa de un tren. Estoy muy lejos de plegarse como construcción.

El 9 de octubre, me encuentro a mi vecino, que está comprando acelgas. Lo que hay que hacer essustituir un miedo demasiado absoluto por cien temores diversos. Duerme el barrio al lado de mi y me veo surgir en la noche, y empiezo a cubrir las calles de palabras pintadas atravesando las fronteras psíquicas que delimitan nuestros espacios. La policía me hace perder la eternidad en cinco minutos.

1o de octubre. Mi pintura tiene que salir afuera (y como fuera), y estos días son una especie de sueño que me permite la emergencia de lo oculto-infra. Las razones por las que prefiero permanecer en anonimato no difieren de las que esgrimo para optar por mi otro ónoma, pergueñando sobre la «nada», la «valentía» de la «soledad», el «sueño», la «nocturnidad».

Miércoles 11 de octubre. Al regresar, cabeceo los botes (sprays). Tengo una dependencia como la del buey con la hierba. El zumbido es como el chorro de agua al caer en un vaso. Embadurno de pintura metal blanco-amarillenta sobre las ventanas envejecidas y descascarilladas. De hecho, siempre espero que suceda algo terrorífico y providencial, que en cualquier momento haya un terremoto que destruya los edificios, que se me pare el corazón o que llegue el fin del mundo o la policía. Sumergido en la profunda noche, los edificios que trato de hacer gorgotear, parecen un gran bloque de alquitrán contra el que se recorta en el cielo de un polvo brillante del spray, urdiendo la caligrafía en un color papel estaño, así como el líquido dorado que brota del rotulador.

No conozco los límites. Tan encendidos recuerdo mi adolescencia, siempre trasladándome, día y noche, pesadamente cargado de pintura, con un excelente sentido de la orientación, lo cual me lleva a profanar, junto mi amigo, el grafitero Neor, las cocheras de la línea azul (L5 del metro de Barcelona). Sin saberlo, damos con uno de los primeros trenes de las serie 100, del Metro Transversal de 1926. Invito pues aquí a no pintar y simplemente a releer, a contemplar. Me basta para ello con retornar a la cuestión del número necesario que, insisto, es de tres vivientes. Para clausurar este capítulo me falta todavía adelantar algunos modelos sobre el tablero: 

 

vagón de la serie 100 (el 126), uno de los primeros que circularon por la ciudad de Barcelona, en 1926. Fuentes de Transports Metropolitans de Barcelona

 

 

 

En mi mochila albergo siempre más libros y pintura de los necesarios, como si se tratara del equipaje de un solitario que sale de largo viaje y teme quedarse sin pintura y lectura durante su ausencia. A la hora de pintar, tengo por costumbre llevar la misma chaqueta bomber reversible, manchada de spray, para no llamar la atención. De mis dieciséis horas de vigilia diaria, al menos diez transcurren imitando a Ad-Rock de los Beastie Boys. Tengo catorce años, y no paro hasta dar con la sudadera Check your head.

Lxs escritorxs de graffiti no saldremos jamás del status actual, mientras no se conozcan entre sí y mientras no exista una posibilidad real de promoción humana, a través de una lucha solidaria, de una acción dirigida a la emancipación y liberación popular. Cualquiera, sólo con darse un paseo a la caída de la tarde por estas zonas salvajes, sale convencido de esta urgencia y sin mayores argumentos.

 

 

 

 

 

 

 

…. Originalmente documentada por

 

Mi memoria es como un sótano lleno de periódicos viejos: nada cambia nunca, es un jardín de los suburbios. Está volviendo a mí. Tumbarme en el banco me ha refrescado la memoria. Para entenderme tengo que retroceder hasta el hoyo del magma.

 

Unas semanas después visitamos al hermano de un amigo de mi padre que sigue en la cárcel. Así que vamos en autobús. La visita resulta ser deprimente porque le acaban de negar la libertad condicional. Al esperar el autobús de regreso noto un graffiti de otra Luna, pero me sorprende que el diseño sea igual a la que está por casa. Me sorprende aún más cuando el autobús para frente a una fábrica y noto otro graffiti de la Luna idéntica dentro de la propiedad. Decido echar otro vistazo a la de mi casa cuando vuelva, pero cuando llego ya está oscuro. No hay Luna y no puedo verla ni por encima de los tejados ni pintada en la pared.

Esa noche soñé que estaba preso en la cárcel. Mi cuerpo estaba paralizado y solo mis ojos podían moverse. Al principio pensé que estaba en total oscuridad, pero después de un tiempo, noté una mancha grisácea, que permanecía en el mismo lugar cuando movía mis ojos. Me di cuenta de que estaba en una pared plana y negra. Tuve la sensación de que la habitación estaba muy iluminada, pero no estaba seguro. La tetera de mi padre me despertó a las siete y media. Había llovido esa noche pero al abrir la cortina descubrí que el cielo de la mañana estaba despejado. Temblando, rápidamente me vestí. Seguía pensando en el graffiti de la Luna. Así que tras desayunar salí a mirarla más de cerca y averiguar exactamente para qué se usaba. Cuando llegué al lugar donde primero la vi no estaba a la vista. Regresé por la misma calle. Incluso me paré en las paredes, pero no vi nada. Recorrí las calles cercanas por si me había equivocado de ruta pero no había rastro de las Lunas pintadas. Volvimos al autobús y tampoco pude verlas desde ahí. Así que fui a acompañar a mi padre al puesto de periódicos donde vendían el Ajoblanco cruzando la calle y le pregunté al hombre de ahí lo que le había pasado a las pintadas de las Lunas. No sabía nada. Esa noche dejé el Ajoblanco frente a mí y me quedé dormido. A medianoche me despertó el olor a spray y abrí los ojos para ver la nube de CFC que subía, y recordé mi conversación previa. Abrí la ventana y cuando señalé donde estaba, la Luna me miró fijamente. Me apoyé en la pared, tratando de controlar mi respiración. Había comiendo pipas una chica de trece años con palomas en la cabeza. Intenté preguntarle por las Lunas pintadas pero huyó antes de que terminara. Paré a la chica pero me ignoró por completo. Bajé con mi padre y empecé a caminar. Se me desató una de las agujetas, y mi zapato rozaba mi talón incómodamente al caminar.

En la confluencia me agacho frente a la fuente y miro hacia arriba desde la cera. Veo el graffiti de la Luna en rostro de Eulàlia mientras me percato que es ella la chica de trece años. Entro en pánico y corro, pero al llegar al final de la calle el graffiti de la Luna está ahí esperándome. Doblo la esquina y la veo de nuevo. Sigo corriendo, dando distintas vueltas pero cada vez que alzo la mirada veo la Luna. Para donde corra siempre tengo a Eulàlia enfrente de mí.

Llego a casa y me caigo a la cama, pero al cerrar los ojos las Lunas de Eulàlia aún me miran. Las Lunas pintadas se hacen más y más oscuras y la masa de la Luna de Eulàlia parece presionarme la frente y apretar mi cabeza contra la almohada. Intento mantener los ojos abiertos y miro la ventana dormido. Finalmente, la Luna de Eulàlia se desvanece y caigo en un sueño profundo y sin sueños.

Me despierto extrañamente tranquilo. Mientras desayuno hago un balance de mi situación. Aparentemente voy a tener que quedarme en casa, pues no me cabe duda de que si salgo volvería a encontrarme con las Lunas de Eulàlia. Me resigno a mi destino. Primero pasan rápido los días al pasar todo mi tiempo escribiendo este guion. Escribir nunca me ha resultado fácil. De alguna manera, aprecio mi encarcelamiento ya que me obligo a seguir trabajando.

Perdí la noción del tiempo y pasé Veintinueve Lunas viendo por mi ventana. siempre hacia abajo, por si la familiar figura se aparecía sobre mi. Empecé a usar una gorra con una gran visera para que no hubiera peligro de ver la Luna con mi visión periférica. Al pasar las semanas aumento mi obsesión. Tardé unos meses en recuperarme pero los médicos fueron comprensivos y por primera vez pude hablar sobre la Luna pintada en detalle sin sentir que mi público quería cambiar de tema. Cuando me dieron el alta tenía claro que la Luna pintada sólo había existido en mi mente.  No sentí miedo cuando volví a ver las Lunas pintadas. En cambio, solo pude reír porque parecía tan absurda, mirándome a través de los árboles. Sentí que volvía mi antigua curiosidad. Me pregunté cómo me había encontrado. Lo que no se notaba la distancia. Abrí la puerta y entré en la oscuridad. A la autora del graffiti de la Luna la noté por primera vez unas semanas después de saber de su muerte el 12 de febrero de 303. Recuerdo bien el día que descubro una parada de bus, la del 303, justo en la altura de la fuente de Santa Eulàlia. La conductora para. Abre la puerta y espera a que suba. Cierra la puerta. Minuto a minuto dejamos atrás los grandes cruces. Fue la primera vez que fui a visitar su tumba. Era una mañana clara, así que antes había lavado algo de ropa antes de tomar el autobús al cementerio. Cuando llegué, me tardé en hallar el lugar donde estaba enterrada. El cementerio era enorme. Cerré los ojos y sentí la Luna de Eulàlia en mi cara. La tumba tenía tan solo un graffiti. Me senté al lado y busqué con los ojos su lectura. Comienzo a leer arriba del todo: era falsa la leyenda cristiana y ortodoxa de la que se tiene constancia a partir del siglo VII.

 

 

 

 

Mis dibujos animados de los 80 son las ilustraciones impresas a negros de Juan Carlos Eguillor. Mi padre se encarga de la cena y de quitarme los libros de la cama al quedarme dormido. Mi madre apaga la lámpara de papel. La arquitectura sirve para eso. Para ayudar a crecer mejor, sin esa constante recreación de una infancia consumista. La escasez es un filtro que me permite distinguir entre lo necesario y lo prescindible. Ajeno a la cultura que llevaba el capitalismo y el materialismo al extremo, desde la infancia, mi vida es un constante destierro. Cuando tengo poco necesito acertar más en mis decisiones. 

Mi padre tiene unos ojos largos y duros cuando está de pie. No tiene miedo de mirar profundamente a los ojos. Dan ganas de sonreír con él. Nuestra relación es muy significativa en las navidades de 1988; con esa inocencia peligrosa de la que está hecha mi vida. Con las manos metidas en las mangas. Mi rostro aún no sabe expresarse. Lo examino y lo miro asombrado. Es natural en mí, incluso antes de saber mirar, leer y escuchar. Lo entiendo no con la cabeza, que no alcanza a la suya, sino con todo mi ser. Es una persona completa. 

No voy con un pincel en la mano sino con el objetivo. Mi cabeza se pone entonces a flotar a su lado, en todas sus manifestaciones. No se encierra en una oficina. Sale de las paredes. Compone del natural. Observa. Experimenta. Se orienta en un terreno desconocido. Saca imágenes poéticas de la vida. Sintetiza sus observaciones en obras de arte originales. Funde preciosas pepitas en auténticos cantos de verdad. Hace de nuevo crear; pero crearlo de nuevo es idéntico a lo hecho, a lo dejado atrás. Arena descalza y huella junto a la mar que la borra, pero no tu sombra. Desnudo como el camino que traes. El sentimiento de que nos esforzamos mucho para llegar a poca cosa.

Acabo contemplando mis noches, densas y mates de 1987. Mi habitación es oscura y lóbrega. Soy un valiente con pensamiento púrpura. Duermo solo en las dormidas curvas de mis ocho años. Salto en el aire maduro. E hinco mis dientes en la plata de la Luna. Vivo con los ojos cerrados hasta chocar contra la oscuridad. Donde no alcanzan los rayos del sol alcanzan las notas musicales. La música procede de la cera negra, los vinilos, esa clase de ritmo, de voces, de ideas encontradas en esos objetos polvorientos de agujero de bala. Pues ya no se trata de copiar este paisaje, de convertirlo en imágenes. Es demasiada información para transmitir. 

Tengo una niñez feliz rodeado de un cubo de colores, de un Raval muy difícil; de alguna manera me ayuda y me instruyó sobre cómo debe funcionar la vida humana. El Xino de Barcelona está instalado en las corolas del sueño de mi corazón. Mi infancia se vuelve de oro cuñado como un jardín otoñal. A principios de los años ochenta soy un zagal de la calle Aurora número 19; edificio situado en la última barraca de tiro. El Xino de los ochenta es un lugar construido en muy mal estado, empapado de dificultades y que nadie se atreve a llamar hogar. Le sacude la violencia, la pasividad, el individualismo, las conductas autodestructivas, la explotación laboral y sexual, y la represión policial: nunca pensó que ocurriría, o no de ese modo. Cualquiera puede ser encarcelado.

En el portal número 12 vive la familia Klarwein. Dejo el libro. Llego ante una casa en ruinas. El lugar parece completamente abandonado. Las persianas están echadas. Mi madre trabaja afanosamente; abandona su ballesta en la hierba crecida. Mi barrio es un andén sucio. La calle es como un río congelado. Casuchas con el tejado de tela asfáltica, basura arrojada desde el balcón, edificios con las ventanas rotas, malas hierbas que impiden ver tres en un burro.

Lxs chavalxs, al menos, conservan su ingenuidad intacta. La suerte importa un pito. La inteligencia importa un bledo. Por supuesto, no hay significado nada. Porque nada significa siempre nada. Rostros. Eventos. Palabras. Cúmulos de colores e impresiones que al cabo de diez años no existen ya. Al principio recorto todas las noticias y las guardo en un dossier. Con el paso del tiempo, renuncio. Clasifico las fotos en cajas de zapatos, con la fecha y el lugar cuidadosamente anotados. Lo dejo. Cuando pienso en mi vida, me parece que resbala. Me acostumbro a los días, a los meses, a las estaciones del año. Ya no sé en qué año ni con quién hago que. Ya no sé quién soy ni quién es. ¿Son dietarios? Los diarios excesivamente precisos son el final de la libertad: por eso sólo los períodos «vacíos» que se interponen son los plenos. La cicatriz del tiempo se abre. Me quedo dormido. No hay super estrellas, probablemente no salen nunca.

Los personajes no son gente. Te puedes permitir que no gusten a nadie, sabes. Son aspectos de un dilema o un conflicto. Humanidad yo te amo, aunque prefieras limpiarle las botas al éxito a indagar de quién es el alma que cuelga del árbol. Yo te amo porque cuando estás sin dinero empeñas tu inteligencia para conseguir bebida y cuando estás boyante el orgullo te mantiene alejada de la casa de empeños.

Cambia la llave de casa, cambia la palabra. Según el viento que te empuje. Tomo notas de poéticas lecturas, observaciones sobre la vida cotidiana, borradores, referencias: son embriones o gérmenes o ideas en estado primario. Esas notas se encuentran agrupadas en cuadernos, de los cuales el primero abarca desde junio de 1987. Se aglomera en torno a la palabra. Delante, lo extraño, cuyo huésped aquí eres. Me propongo darles un formato, entre oro y olvido, donde clarea personajes que probablemente no existen, pero que de algún modo siembran a los soles que se sumergen. A cada cual su palabra. A ella, a la noche, con lo desperdigado, ocultado, borrado, enterrado, quemado, olvidado. A ella, la palabra silenciada.

LVDS es el acto de extraer una hoja del lugar exacto. Las imágenes provienen de un material gráfico de indudable gancho, knockouts fotomecánicos y todo eso que denominan «reference books». Cuando el ansia es crónica, no eliges. Basta con adquirir una Holga para capturar la imagen: una olivetti lettera 25 para mecanografiar el texto con siete faltas gramaticales, y un inves 8086, para indexar los primeros documentos físicos en un archivo electrónico. Y debajo esto: un ojo desparejo y cerrado, poniendo pestañas a lo que cae, sin ser la noche. Con la excusa de buscar historias lejanas, encuentro por aquí y por allá, pequeñas huellas. Bien mirado, no es tan difícil invocar los espíritus alrededor de la mesa. Los hay por todos lados. Y esas sombras en la gente. Son las de otra gente. Detrás de todo lo que yo veo, tú ves siempre algo diferente, porque tú estás ahí. Surge ya, para el beso infinito.

 

La escena contracultural barcelonesa de 1992, dominada por el éxito y el personalismo absolutos, se parece a los payasos americanos que, a cada hachazo, se tronchan de risa. a través del graffiti, de pintar en la calle, de manifiestos gráficos publicados en diferentes medios independientes en el que el sujeto que escribe no deja de desaparecer. En este sentido, el ser mismo, cuestiona la idea de que Los valientes duermen solos somos esencialmente múltiples. 

 

 

 

La noto por primera vez la primavera del año pasado. Sería a inicios de abril de 1989. Tengo diez años. Es esa época en el que la heroína llega al barrio desde los años setenta (del opio se obtiene la morfina, y luego la heroína) y se puede conseguir en diversos bares de la calle o en el taller de bicicletas de la calle Robadors número nueve: es el vaivén entre las gentes.

Lo recuerdo bien. Es viernes por la noche. Y bajo a la calle con mi padre. Por alguna razón la librería Príncipe, en la calle Príncep de Viana número uno permanece cerrada, así que decidimos cortar por la calle de atrás. Es una noche clara, pero la calle aún se encuentra casi toda en tinieblas, y me encuentro caminando, muy cerca de los agujeros de la pared, una delgada franja de pintura que recorre la calle a lo largo. Desde ahí la veo por primera vez. Tiene el aspecto de Irània, aquel animal «femella» ilustrado por Sofia Perucho que aspira a luz y sueña de convertirse en un ser volador; una mariposa ligera y frívola. Su cresta sobresale hacia los techos. Estoy sorprendido de no haberla notado antes, me pregunto qué es y luego la olvido durante varias semanas. 

 

 

 

Pero una cosa lleva a la otra y aquí estoy en cuerpo y alma en un sinnúmero de fugas, detenciones, juicios, fanzines y entrevistas a personas raras; aquellas que se cuentan cosas todavía más raras, y en los lugares más raros; en el límite del Sahara, más allá de las pirámides. Hasta perderse de vista. Porque el desierto tiene un horizonte como el mar, y, como el mar, es profundo. Quisiera atravesarlo deprisa y estar ya al otro lado. Un puente bien trazado que se extienda con gracia y levedad y me lleve. 

Consigo montarme como si fuera en una página de Mircea Cărtărescu por primera vez. Avanzo por el césped oscuro como una garrapata minúscula bajo el ala de un gorrión muerto. Estoy en la gigantesca ciudad nocturna y el cielo, sin estar salpicado de estrellas, se desploma sobre nosotros. Luego echo a andar, a través de la noche oscura, y por las calles transversales cruzo la ciudad espectral, con edificios iluminados, transparentes como azucarillos, plazoletas desiertas, repletas de adornos y estatuas. No veo un alma por el camino de adoquines de piedras cúbicas. Me apeo al final, mucho después de salir de la ciudad, en un descampado. Pinto todos esos extraños edificios industriales alicatados con azulejos baratos que brillan como los de los baños públicos. Camino por una calle estrecha en que no circula ningún coche. De vez en cuando, el paso de un tren hace temblar el suelo. Son acciones urbanas que establecen una relación entre quien hace la ciudad y quien la usa. Oscilo entre la tierra y la muerte que aparecen, al final, extrañamente semejantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aprendo a trabajar conectándolo todo; el espacio público y la relación de este con la vida y el mundo. Esa es la idea de un tejido. Y nuevamente repito esa idea de tejer con los vinilos, la pintura, muchísimos libros -de segunda y tercera mano- amontonados. Destrucción y reparación. Una acción sigue a la otra. De nuevo se repite la ilusión de los sentidos. Los collages son suelos mosaicos, casi alfombras voladoras. Si las seguimos con el movimiento de nuestros ojos, son ellos quien nos llevan. Esto es lo único que se recuerda. Y ellos por sí mismos pueden representar el movimiento. Los trazos siguen formas desconocidas a las que no se superpone ningún esquema conocido. Vuelven siempre las mismas palabras que envuelven el nacimiento de alguna forma. Las velas de la alfombra voladora modifican su geometría. La presión de la pluma las recorta. Un dibujo medio crea: la aparición del pensamiento. Esta explicación me parece particularmente importante por la simple razón que la autonomía es un estado de lucha.

El viento frío dice mi abuela. Ella sabe bien que la tierra la gobiernan las madres, de eso no hay duda. Sabe que ella no es ahora lo que se dice una niña. Por lo que respecta al encarcelamiento, ella cree que ser hija y estar presa son lo mismo. Friega con abundante agua el suelo del dormitorio colectivo de mujeres de un hospicio. Barro. Fragmentos de roca cuarteada. Ahí un corazón al aire se construye su casa, memoria: los jardines manejables, reducidos, las camas húmedas cuando te enamoras, es como si te cayera un rayo. Habla llena de esperanza, para llamar la atención del rayo. No hay nada como las abuelas; siempre son tejedoras. De abrigos, de relaciones y también del contexto comunitario. Hilos de plata constantes. La evidencia, al fin. Plata y plata. Doble plata de profundidad. Dónde la sombra de las abuelas extienden la mano y paran la lluvia

En el orden correcto, sin tocar al padre, hasta resolver a la madre. Me busco en el vientre de mi abuela. Dispongo de una escuela de arte metida en casa, por decirlo de algún modo. El ruido de la máquina de coser no cesa. En la pared se encuentran apoyadas algunas bobinas de papel de 50 gramos y bocetos y números; algo parecido al ambiente recreado por Tim Burton en Alicia en el país de las maravillas. Mi abuela es una de las modistas de El Molino. El sindicato del vestido del 34 está situado en la calle del Carmen. Allí acude a las primeras reuniones del Grupo Cultural Femenino para escuchar a Áurea Cuadrado (modista del Sindicato del Vestido y parte de Mujeres Libres). Un espacio sombrío que muestra el final de la palabra. Es como el interior de mi cabeza: se puede ver lo que hay fuera pero es imposible salir. En la fachada, un calendario viejo, de que en ese edificio se agazapa la memoria de Teresa Claramunt, más conocida como la Virgen Roja de Barcelona.

Bueno, estamos aquí para arreglarlo. Tengo veintiún años, sigo pedaleando y a la salida de la Ronda Sant Antoni. Giro y entro en el patio de la imprenta compuesta por varios edificios. Me bajo de la bicicleta y empujo con brusquedad la puerta.

A la mesa, desayunando, doy lugar a mi primer molde de madera de okume. Emulo así a la fundición de tipos, antes de que el sistema se mecanice, añadiendo la aleación de estaño y antimonio en caliente. Las minervas estiradas (semiautomáticas), fabricadas a principios del siglo XX, con las que trabajo, pueden producir apenas dos mil quinientas por día, mientras que con los procedimientos posteriores se llega hasta veinte mil letras.

Hay que empezar por definir qué entendemos por tal palabra: imprenta. Pues bien, Gutenberg no inventa la imprenta. El mundo gráfico va constantemente incorporando en su quehacer nuevos productos hasta desembocar en la diversidad actual.

Durante el último trimestre de 1995 trabajo y estudio son sinónimos. Por las mañanas finalizo la faena de la imprenta del Liceu (Sampons) y por las tardes asisto a la FP de Artes Gráficas en el Gremio de Industrias Gráficas de Barcelona. Joan Ivars, buen conocedor del sector y experimentado pedagogo, nos proporciona los conocimientos necesarios para afrontar la clásica diatriba de si es más conveniente un escáner de tambor o uno plano.

Un policía de uniforme aparece y me agarra por el brazo con brutalidad

EL POLICÍA: ¡Oye, tú!… ¿Qué demonios es esto?

Me suelto, me saco una tarjeta del bolsillo y se la doy al policía que la examina.

El policía, incómodo, me devuelve la tarjeta.

Los valientes duermen solos

Me esfumo, apurado. Vuelvo a meter la tarjeta en el bolsillo y miro el entorno. Me cruzo con una mujer de clase media que me echa una mirada de desconfianza. Viven en almas amuebladas. Y cuando la mujer se vuelve, tras dar unos pasos, se queda parada y me observa compartiendo charla en un café cantante que asola Barcelona, al mundo del cuplé, el charlestón, los cabarets legendarios. Te vemos, tierra, te vemos. Mi modus operandi es tratar de reunir las briznas, las migas y las conversaciones, las entrevistas redactadas con la sola ayuda de una libreta y grabadora.

Lo que viene a continuación son los ojos cerrados.

Bares que proliferan por todos lados como champiñones. Por doquier. Situados a media calle. Abarrotados. Amasados. La comida es solo soberbia, la bebida es lo que es, vasitos de coñac de quienes bocinean hasta dejarte sordo.  permanecen encaramados al taburete, vaciando un vaso mellado tras otro. Subo las escaleras de caracol. Al llegar a la puerta, me detengo: se oyen voces destempladas al otro lado del tabique que  Me quedo escuchando aquella última bohemia que está a punto de despedirse para siempre jamás. Da la impresión de un cadáver hinchado que acaba por reventar. De un mundo que ya no existe, runrunea. 

Si bien el fanzine explota demasiado pronto, el agotamiento de los recursos y los peligros de la victoria son tales como el exceso de información, de pantallas, etcétera. Insisto de nuevo en algo que dice la poesía cuando afirma que su visión debe llevarse a cabo por un inmenso y razonado distorsionar de todos los sentidos. Actualmente prefiero hacerme contrabandista. Paso revista a las trampas que he colocado. Todo aquello que uno no puede ofrecer, mediante ciertas operaciones de captura, montaje y transporte de textos e imágenes que pasan, casi siempre, toscamente: en el océano del conocimiento -que puede ser internet y el software libre- de manera autónoma sin sufrir anuncios en cada búsqueda de información. No es miedo sino hastío. Porque soy capaz de entender repositorios abiertos contra la institucionalización y sacralización del sistema de propiedad intelectual, así como las licencias, servicios y patentes privadas, para impulsar en su lugar un código abierto, arquitecturas abiertas.

¿Por qué en cada parque se ha de empalar una estatua? Para probar que un militar se asemeja a un idiota cualquiera. «El hurto sólo existe a través de la explotación del hombre por el hombre… cuando la Sociedad te quita tu derecho a existir, tú debes tomarlo.» Cita sacada de Anarquismo, una introducción, de Dolors Marin

Los sujetos con más derechos y privilegios parecen ser los que más sufren por esta conciencia de sus propias limitaciones; llenando debates dominantes sobre educación, cultura, propiedad intelectual, ciberseguridad, tanto como el desarrollo sostenible, espiritualidad, autocuidado. Vemos en directo, como ocurre hoy, que la sociedad civil es asesinada, de guerra y hambre, y como la pantalla encendida vomita el mantra que lo niega y lo justifica: la seguridad el mundo. De hecho, lxs guardianxs ancestrales de la tierra y los pueblos originarios han vivido ya la destrucción de sus tierras y culturas a raíz de la violencia de la colonización. Las personas indígenas pueden enseñarnos muchas cosas sobre apocalipsis, mundos perdidos, catástrofes demográficas, finales de la Historia. Para los pueblos nativos, el fin del mundo ya es pasado: hace quinientos años, y empieza, por ser más exactos, el 12 de octubre de 1492. 

“¡Despierta! dice el hombre ilustrado”. Esta frase se me queda en la memoria y ni siquiera sé de dónde sale. Con razón me muero de sueño. 

Mi amada C. Magua me cuenta como a Clarice Lispector, en sus crónicas, no le importa que el corrector del periódico le corrija una falta ortográfica o le cambie alguna palabra por otra. Pero lo que es intocable para ella, son sus comas, forman parte de su respiración. El 21 de septiembre se conmemora el Día del Árbol. Pero, como Clarice Lispector sabe, no se conmemora el día de la planta, o mejor de la plantación. Plantar es crear en la Naturaleza. Una creación insustituible por cualquier otro tipo de creación.
Planto con mucho amor y excitación. Cuando empiezan a aparecer los pequeños tomates verdes y duros me parece increíble que yo mismo haya provocado su nacimiento: he entrado en el misterio de la Naturaleza.
Después de dormir, al despertar, lo primero que hago es ir a examinar minuciosamente la planta: es como si la planta utilizase la oscuridad de la noche para crecer. Esperar a que algo madure es una experiencia sin igual: como en la creación artística cuando se cuenta con el lento trabajo del subconsciente. Solo que las plantas son la misma consciencia.
La planta nace, crece, madura y muere. El ritmo de las plantas es pausado: crecen con paciencia y con amor. Aquel montón de seres libres no tienen inteligencia y solo tienen un instinto, el de vivir. Tal vez, como apunta Clarice Lispector, sea esa falta de inteligencia y de instintos lo que nos permite estar tanto tiempo sentadxs dentro de la Naturaleza.

Voy a ver a mis plantas. Pienso que solo quince minutos: hablamos durante tres horas. Me someto a cambios continuos, sin otra memoria que la noche. Los dogos de la noche de la palabra resuenan ahora con la excusa de presentar un planeta cúbico. Acompañando cada Luna de estas Series, cuido la selección de una imagen de Cubierta que es, al igual que la música y la poesía, el rayo que despertaste, encrespado se está acercando, y en lo alto nada un fruto que hace años muerdo.  

 

«Poco a poco,
he ido viendo claro cual es el defecto más general de nuestro tiempo de formación y de educación:
nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña
– a soportar la soledad. »
NIETZSCHE
, Aurora, 443

 

Una última luna me socorre. El reinado de la noche alcanza su cénit con la extinción individual. No olvidéis que estáis durmiendo. A partir de este momento, no hay una secuencia cronológica, sino ratos muy largos, como si estuviéramos espiando pacientemente lo que hacen las personas. Voy andando por el bosque que atraviesa “noche y ensueño. Paisajes de soledad y desarraigo, quietud y éxtasis.” Esta cita está dedicada a Eduard Cairol. Mi estima y gratitud infinitas por el descubrimiento de Benet Casablancas.

Quedarme solo. Y sin pensamientos. Como los abetos y las piedras. Están solos y desnudos. Le digo a mi oído que se duerma. Y a mis ojos que se cierren. Tal como, en algún momento, los abetos y las piedras renuncian a sus ojos y a sus oídos.  En silencio y en la oscuridad espero mi dormir vislumbrar. Por entre las grietas resplandecientes de mi alma caída sobre mí. La Luna eterna trabaja para dormir. Quiero sentir por la noche la brújula, la estrella polar, oír la respiración tranquila que dice: estoy vivo y que significa también: estás vivo porque me oyes, estás aquí, a mi lado; y que cuando una se gira, se gira la otra. Sueña, se pregunta cómo llama a ese sitio. Prefiero ser porquero y que me entiendan lxs cerdxs. Intercambio modal con no arrastrarme por el mar donde nada el salmón. Degradante y cobarde, y hasta sigue castigado por las leyes neoliberales que hacen un delito de la miseria. Un espantapájaros hubiese sido suficiente para infundir respeto. Y para facilitar la tarea de búsqueda de recursos, queda acreditada toda procedencia. Quien quiera saber que me escriba un comentario y se lo mando por correo o carta ordinaria.

 

 

 

 

 

 

PAUL CELAN,
«QUIEN nos contaba las horas
sigue contando.
¿Qué va a contar, di?
Cuenta y cuenta.
Ni refresca
ni aumenta la noche
ni la humedad.
Sólo lo que nos ayudó a escuchar
ahora escucha
para sí solo.»
Der uns die stundenzählte / Quien nos contaba las horas (1955)

 

 

«QUIEN CUENTA LAS HORAS,

CUENTA Y CUENTA.»

 

 

 

En 1955, el poeta Paul Celan formula una hipótesis tan extraña como osada: «QUIEN nos contaba las horas/sigue contando./¿Qué va a contar, di?/Cuenta y cuenta». Un modo de pensar, de producir, de valorar y de hacer que no puede disociarse del modo de pensar, sembrar y habitar el mundo. «Sólo lo que nos ayudó a escuchar/ahora escucha/para sí solo.» Celan, reabre la insistencia de una etnografía precisa que consiste no solamente en analizar cómo el ser humano inscribe, para cada formación histórica, su relación entre tecnologías e ideas, sino en observar cómo la gestualidad natural hace mente y mundo: ese lenguaje que nos permite explicarlo, modelarlo y discutir sobre ello. Ahí, tras esa infinitésima fracción de segundo empieza la singularidad colectiva, el universo natural. Es tan infinito que la física cuántica no nos sirve para analizarlo, necesitamos de la poesía.

No hay que definir a priori los términos, sino que estos sugieren una realidad objetiva de la que tenemos un conocimiento a posteriori: las relaciones jamás son de único sentido sino siempre recíprocas; y por último, hay que cuidarse del acto artificial. El magnetismo y las resonancias acústicas dominan sobre la física y las matemáticas. Es un ajuste de cuentas similar a las técnicas de navegación a remo que se desarrollan en el Mediterráneo antiguo en la evolución de las relaciones humanas. La relación con quienes reman es análoga a la de lxs pastorxs, tejedorxs y alfarerxs.

Para Maurice Leenhardt, el cultivo del ñame (Dioscorea alata L.), tal como es practicado por lxs melanesixs de Nueva Caledonia le parece un buen ejemplo. Jamás hay, por así decir, contacto brutal en el espacio ni simultaneidad en el tiempo con el ser domesticado. Se construye cuidadosamente un caballón de tierra vegetal, luego se colocan allí los ñames como semilla.

Quisiera llamar la atención sobre un cambio en las relaciones entre la humanidad y la naturaleza y sobre sus consecuencias en cuanto a las relaciones interhumanas. Trato de renunciar a todo un mundo de convicciones fáciles para pasar a un universo discursivo del que no sabemos prácticamente nada. Una rueda o un pico pueden constituir herramientas inmutables durante milenios, pero cuando la materia sobre la que se aplica es por definición cambiante, éste pasa a tener una eficacia puramente simbólica. Spinoza reencuentra el tiempo en la imaginación, como ser de lo inexplorado.

La fórmula para captar esta concepción revolucionaria del tiempo natural en la imaginación es organización del infinito. Se trata de construir una alternativa al problema del poder de control que pasa por la comunicación y cae sobre la palabra y sobre la imagen. La posibilidad de una recuperación de la imagen y la palabra por medio de una reapropiación de las redes de comunicación en sus condiciones, pasa por ser capaces de interrumpir la comunicación misma; al desalojar sin más al maquinismo, tan podrido como el dinero. Juego abierto de preguntas y problematizaciones cuyas respuestas son invenciones, nuevos puntos de encuentro entre condiciones materiales de vida (los objetos) y evaluación libertaria de las alternativas, capaz de pensar lo impensable.

¿Hay como escapar esta marca de época? Propongo un método para hacerlo. Colocar célebres devenires minoritarios en la historia de las resistencias: situarse fuera de la historia. Solo cabe el acto histórico de la reapropiación. El tiempo no es una medida, es una acción a favor de una lentificación general de la actividad humana. Donde es el tiempo quien envejece los objetos, descubro, casi por azar, que las piezas no terminadas, incompletas, envejecen mejor. Aún no están terminadas, y por eso no pueden ser viejas. El tiempo anterior a nosotrxs es tan eterno como el tiempo por venir. En el año 2050 puede que exista no temer a la muerte. Porque la muerte es solo un problema personal.

 

 

 

DAVID CRONENBERG,
«El arte es crimen porque explora
las cosas ocultas y prohibidas que
necesitan entenderse.»

 

«MENOS PRECIO,

EL ARTE ES CRIMEN.» 

 

 

Si bien el fanzine explota demasiado pronto, el agotamiento de los recursos y los peligros de la victoria son tales como el exceso de información, de pantallas, etcétera. Insisto de nuevo en algo que dice la poesía cuando afirma que su visión debe llevarse a cabo por un inmenso y razonado distorsionar de todos los sentidos.

Me hace suponer que el lenguaje no es sencillamente eso que han dado en llamar un convenio universal, resulta que el lenguaje es un medio del Poder para preservar en su dominación. Por eso en todas las escuelas de arte, y son todas del Poder, se enseña y se impone un lenguaje. Las letras son ismo, como los vértices de un triángulo. Ya la cultura no sólo no es liberadora, sino que al contrario, es un medio de opresión. Es el uso y abuso del lenguaje, gesto, palabra y escritura. Es la entronización de la demagogia revolucionaria. Resulta divertido al menos constatar cómo la terminología usada por la clase dominante, va calando en las formas de expresión de las organizaciones revolucionarias, y como no, de las siglas.

Tan descontento estoy de las enciclopedias, que me hago la mía propia para mi uso personal. Cambio de cuerdas a favor de la composición de collages que es, al igual que la música y poesía, hecha de conocimientos, cooperación y circulación. Un común que actúa desde dentro del valor del cambio, y contra la apropiación privada. Lo que implica también una crítica de la apropiación pública, siempre al servicio de lo privado.

El verdadero fin de Estado es la libertad. Liberar la pasión de libertad y juntarla con la pasión de lo común, el sueño, deponer el conjunto de estructuras represivas y fascistas de la sociedad y construir nuevas formas naturales de vida. Con un último movimiento entramos en ese campo donde finalmente se produce la simultaneidad de las acciones del cuerpo y las pasiones de la mente, hasta meter las manos en la máquina y someterla al deseo natural. Son conceptos y prácticas recuperadas de la vida de los grupos. Se trata de construir una caja de herramientas (outil).

En la constitución de las máquinas, los instrumentos y lo humano están unidos por un phylum maquínico. Del mismo modo que se evita definir un cuerpo por sus órganos y funciones, también hay que evitar definirlo por sus caracteres Especie o Género. Detesto las artes aplicadas decorativas, quiero sacarlas de sus museos y que acaben desbordadas contra el caos del muro

Destrucción y reparación. Una acción sigue a la otra. De nuevo se repite la ilusión de los sentidos. Los collages son suelos mosaicos, casi alfombras voladoras. Si las seguimos con el movimiento de nuestros ojos, son ellos quien nos llevan. Esto es lo único que se recuerda. Y ellos por si mismos pueden representar el movimiento. Los trazos siguen formas desconocidas a las que no se superpone ningún esquema conocido. Vuelven siempre las mismas palabras que envuelven el nacimiento de alguna forma. Las velas de la alfombra voladora modifican su geometría. La presión de la luma las recorta. Un dibujo medio crea: la aparición del pensamiento. Se trata de una tecnología artesanal.

Los modos de producción, la economía y la propia convección resultan muy problemáticos y pesan muchísimo a la hora de construir y reconstruir. Su núcleo más interesante reside en una afirmación anárquica de los individuos. En lugar de pensar en el módulo, lo mejor es concebir un tejido o una trama más compleja. Es una relación personal, de aprendizaje de experimentación y de confusión en la imagen, la escritura y lo sonoro.

La imagen técnica no puede ser el resultado visceral de la solución constructiva adoptada. Y eso implica escoger y afirmar en el valor experimental como parte de una manera natural del acto de hacer. Son decisiones tejidas contra el muro. Es difícil pensar en una pared sin pensar en la posibilidad que revela la profundidad de espacio del muro. Es difícil ignorar la estructura que hace posible la pared, los contrafuertes, las columnas, las múltiples capas que abren el concepto de pared o una multiplicidad de lecturas. Y estas no son solo cualidades materiales. Nunca trabajas por reducción, sino que intentas revelar las multiplicidades, las singularidades. Hay una enorme vegetación que está dispuesta a borrar cualquier huella. Es difícil escribir un texto que intente ofrecer una descripción física de lo que ocurre.

La ventaja de un no recorrido y una mala memoria consiste en poder gozar varias veces de una misma cosa como la primera vez. En un jardín de los suburbios. Está volviendo a mí. Tumbarme en el banco me ha refrescado la memoria.

Bueno, estamos aquí para arreglarlo. Tengo veintiún años, sigo pedaleando y a la salida de la Ronda Sant Antoni. Giro y entro en el patio de la imprenta compuesta por varios edificios. Me bajo de la bicicleta y empujo con brusquedad la puerta.

A la mesa, desayunando, doy lugar a mi primer molde de madera de okume. Emulo así a la fundición de tipos, antes de que el sistema se mecanice, añadiendo la aleación de estaño y antimonio en caliente. Las minervas estiradas (semiautomáticas), fabricadas a principios del siglo XX, con las que trabajo, pueden producir apenas dos mil quinientas por día, mientras que con los procedimientos posteriores se llega hasta veinte mil letras.

Hay que empezar por definir qué entendemos por tal palabra: imprenta. Pues bien, Gutenberg no inventa la imprenta. El mundo gráfico va constantemente incorporando en su quehacer nuevos productos hasta desembocar en la diversidad actual.

Durante el último trimestre de 1995 trabajo y estudio son sinónimos. Por las mañanas finalizo la faena de la imprenta del Liceu (Sampons) y por las tardes asisto a la FP de Artes Gráficas en el Gremio de Industrias Gráficas de Barcelona. Joan Ivars, buen conocedor del sector y experimentado pedagogo, nos proporciona los conocimientos necesarios para afrontar la clásica diatriba de si es más conveniente un escáner de tambor o uno plano.

Voy andando por el bosque que atraviesa los años noventa. Paso revista a las trampas que he colocado. A partir de este momento, no hay una secuencia cronológica, sino ratos muy largos, como si estuviéramos espiando pacientemente lo que hacen las personas.

El mundo de la cultura se rige por leyes estrictamente desposeídas de tal carácter por el anquilosamiento de la rutina. La cultura sigue dominada, desde siempre, por quienes se obstinan en imponer la única línea con vigencia, fuera de la cual no hay salvación. Todo lo asume el Estado. Se hace cada vez mayor en todas las partes. Huele a hierba cortada. No es curioso ni casual el que, cuanto más «perfecta» es una sociedad capitalista, cuente con mayor número de mentalidad burócrata trabajando por la causa. Velocísimo el tiempo mientras andas y circunvalas tu órbita.

Confieso que no busco a esta criatura amontonada que existe sin existir, que te re-mira los perfiles que corren a cargo del Estado. Es un viaje por encima del cadáver de los nuevos señores feudales del mercado mundial. Por estos procedimientos somos apartados, pero somos conservados como consumidores. En la base del sometimiento yace un conflicto emocional y afectivo que desactiva el potencial rebelde de los individuos: la población se pierde en un mundo menos libre.

España, pese a todas sus miserias económicas actuales, no puede ser una excepción en este panorama, y se carga lenta, pero progresivamente, de burócratas. Cada día son más quienes dependen del Estado. Olvidarse de lo propio, coincidir en algo de los algos en que se anda a lo loco por que desde arriba te hagan caso.

El liberalismo ya no tiene agenda. La ciudadanía vive en una «caldera hirviendo». Semejante histeria xenófoba conexión causal entre crimen, drogas, inmigración, violencia, okupas… puede ser el escenario de una aguda bipolaridad urbana, donde una alternativa más directa sigue resistiendo a sus eslóganes mediáticos, a la renovación, al fascismo y al Estado policial.

Todo resulta irreparable. Mirar hacia atrás es difícil. Quedan siempre los restos de una ciudad arrasada y ruinas, figuras de sal. Sirvan las calles repletas del encanto de la vida comunitaria ahora envueltas por la programación de la televisión dedicada a la carnaza y la venganza; codificados de igual modo por la raza y el nacionalismo, íntimamente conectados con la clase y el género, cristalizamos la emergente eugenesia como antídoto frente a un pueblo degenerado y libertino.

El fraude administrativo, de acuerdo con esta manera de discurrir, con el que buena parte de la población queda sometida al basurero de la tele, redes sociales y vídeos y revoluciones de twitter. Nuestro mundo está limitado por una pared en la que hay millones de individuos miméticos, dominados obsesivamente por unas prisiones, abriéndose sobre otro mundo, que se amplifica sobre el nuestro. Contra el romanticismo falaz de la big data.

El hecho que cada vez día crezca más la hidra, y que sus cabezas sean más numerosas, no quiere decir que en consecuencia aceptamos el modo de domesticarnos. La ventaja de un no recorrido y una mala memoria consiste en poder gozar varias veces de una misma cosa como la primera vez.

Mientras tanto, quienes vivimos al margen, sabemos que no toda la vida se limita a las cuatro paredes de un Estado. Desde siempre, hay un movimiento libertario de personas que son marginales, y no solamente porque la sociedad las margina, sino porque ellas mismas se sitúan al margen de la sociedad vigente. Todavía vemos, y decidimos relacionarnos entre nosotrxs con independencia de lo que ocurre en el resto del Estado. Sexo, amor, estética, alimentación, administración, recursos, bienes comunes, apoyo mutuo, acción, arte, trabajo, teoría, ética, estética, economía… todo es vivido desde la perspectiva de una nueva luz, una luz distinta a la usual. La libertad se encuentra dentro de la necesidad.

Actualmente prefiero dejar de imprimir y hacerme contrabandista. El sueño es el salón de mi casa. Sin saberlo, el caracol tiene el cuello de jirafa. Todo cansa, salvo el sueño.

No es una hazaña, por el contrario, es autodefensa ciudadana.

 

 

«MENOS PRECIO,

LA ARQUITECTURA DE LAS HORAS.» 

 

 

Se lo dedico a Ana Blandiana que hace posible también el regreso de la poesía misma.
La libertad transforma estos manifiestos reproducidos a mano y leídos entre líneas en documentos sobre la memoria colectiva.
Es el reflejo de un estado de ánimo en el que la exasperación y la humillación, la furia y la desesperación, la vergüenza y la rebelión se funden con el sentimiento de un fin inminente como única alternativa para una salvación más que probable.

En vez de piedra, espejo. Y en vez de nombre, Otro espejo parecido. No importa que nadie sepa Dónde está mi tumba, Cuando os inclinéis Con la curiosidad de ver. De quién puede ser. Y os veáis. A vosotros mismos.

Las olas. Está arquitectura en movimiento. Que siempre renace y muere. Se acerca, se agranda y crece, y ahí llegan ellas. Nadie puede paralizar este movimiento demasiado vivo para morir. Y demasiado mortal para no seguir renaciendo. Quién puede gritar a las olas: ¡Quietas! Y a las aguas que dejen de ser mares.

Tierra sacudida, intranquila, histérica. Tierra ondulada. Como un mar. Ruinas ancestrales. Tierra natal. Por la que el tiempo transcurre al azar. Y se convierte en historia, al pasar. Las horas se levantan despojándose de estrellas y es la aurora. Estoy parado a la orilla de una carreterita rural en vísperas del año 2000.
Decido caminar trabajosamente por el Turó de l’Home. Me llama la atención una pareja inclinada hacia todos lados y entre sí. Se miran.

Son Raimon Arola y Lluïsa Vert. Es por la mañana. Viven apartados de cualquier marco confesional y religioso, apartados de posibles abusos sincretistas de ciertos medios esotéricos y espiritistas, apartados, también, de las obsesiones científicas que pretenden explicar una experiencia mediante la erudición.

Tienen algo parecido a un saco viejo, donde meten la caza. Espera. Hay unas letras que caen encima del saco, dos palabras sin espacios: ArsGravis. Reviso el contenido del saco. Raimon vuelve a sentarse en su sitio. Se entretiene en colocar los textos, uno al lado del otro. Se queda un rato junto al fuego: de la misma forma que la luz de una vela tiene una realidad física y una función concreta, que es iluminar, pero desde la trama de significados que la envuelven. La luz de la vela se levanta y abre un ámbito rico de significados, pues su luz nos abre una atmósfera de intimidad y cercanía.

«ArsGravis o «arte grave», en el sentido de «profundo, noble, importante, trascendente…», pero también y básicamente, un arte «de peso» o más exactamente, un arte que «da peso» a lo sutil e invisible.», dice Raimon. Me quedo quieto ante ArsGravis. Me pongo a la cola, como todo el mundo. Creo unas emociones extrañas de encantamiento en la mente, produciendo un choque y un estado en el que la emoción y el poder seductivo superan la razón. La ilusión se une aquí con la magia. La visión personal que se tenía de la producción ars en la antigüedad, se entiende como algo que se aproxima al desarrollo de las leyes eternas de una operación: la destreza de un trabajo individual colectivo libre que se ejecuta de acuerdo con los principios de la belleza absoluta, cósmica, divina y super sensorial del Caos: estado originario y confuso de la materia.

Esa visión se esfuerza, bajo los rayos de la luna, a media hasta, por establecer retratos de personas disfrazadas, de manera convincente, fingiendo ser otra persona. Puede tratarse de autorretratos o de retratos de otrxs. Por ejemplo, Paula Rego se pinta así misma en un traje oriental, como el filósofo Demócrito, similar al retrato de Rembrandt. Cada vez más finos, cada vez más borrosos.

Mi frente es una piedra. Una piedra desaparecida hace tiempo y olvidada. Sobre la que van y vienen las olas del flujo y reflujo. Se escurren entre surcos. Lo esculpo por una calle de estados de conciencia alterada extática o frenética, además de las alucinaciones. De hecho, la capacidad de pasar, voluntariamente o no, de un estado de conciencia a otro, es otra característica universal que forma parte del sistema nervioso humano. Las olas del mar se retiran. El ars parece indisociable a esto último: hay una rica y cautivadora tradición/traducción que oculta su identidad, como encías gastadas. Las almas-aves, que vuelan desde mí cuando duermo. Nunca regresan las mismas. al nido que soy. O quizá yo no estoy nunca seguro de ser el mismo.

La música es moldeada por numerosas condiciones ambientales. En ese momento mi padre está tumbado boca arriba pero no duerme, y yo veo sus ojos brillantes mirando fijamente el techo que cuelga sobre su cabeza. Mi padre se encuentra tumbado boca arriba pero no duerme, y yo veo sus ojos brillantes mirando fijamente el techo que cuelga sobre su cabeza. Se vuelve hacia mí -Yo sé bien quienes son los míos. Y se que hay muchos con ellos. Y otra cosa te voy a decir… -es su voz; breve, una especie de golpe. Veo un rostro que no es el mío. Una mano invisible arrastra a mi padre al pasado. Pues allí estoy yo. Ahora me encuentro contemplando el barroco siniestro de su ruina, paredes ciegas surgieron ante nuestros ojos como un esqueleto con los huesos desperdigados. A la Bajada de la Luna, después de las palabras de mi padre, cambiamos de lugar, moviéndose en sentido contrario de las agujas del reloj. Benditos sean sus pies, que me traen por estos caminos. Benditas sean las rodillas de mi abuelo, mi abuela y mi tía, esfumadas apresuradamente en la oscuridad del Fosal de la Cantera de Montjuic.

La profundidad recurre a las alturas. Lo contemplo con detenimiento durante diez segundos, y en mi lugar queda el temblor y el miedo. Nos vemos reflejados en el miserable ventanal. Los marcos de la ventana están podridos. Y cuando nos vemos reflejados y devorados por la podredumbre, tengo por un momento la sensación clara de estar viendo sus cadáveres de cómo yacen en una miserable masacre en el fondo de las fosa común. Esta autodestrucción continua es nuestra patética naturaleza. Sus muertes son el crimen absoluto, eso que no puede ser aceptado y, menos aún, perdonado.

Mi familia paterna firma con el dedo, procedentes de Águilas (Murcia), han llegado huyendo de los caciques. L’Hospitalet es conocida como la bóbila de Barcelona. Mi abuelo es un libertario alfarero hospitalense que vive en la calle Onesimo Redondo número 23. -Vamos, traduzco. Siempre hay otra manera de explicarse cuando digo que todo el mundo tiene unas katiuskas. Muchísimo barrizal. Calles sin asfaltar. Allí no hay nada, sólo las líneas de alta tensión. Arrabales informales, poblados lumperianos, con todo el aspecto de una zona rural devastada por calamidades, tempestades, viento huracanado y calamarsa. Viñedos y viviendas autoconstruidas. Una puerta como una celda. Una familia por habitación.

Nuestros antepasados pagan grandes sacrificios por unos alrededores que se han convertido en un lugar con muchos problemas de carácter higiénico-sanitario, sumado a los signos de pobreza y enfermedad, la caridad o la muerte de criaturas menores de un año. A falta de alcantarillado, las aguas residuales se recogen en pozos muertos, las letrinas, que se sitúan en el patio. Su limpieza no se respeta y se vacía en la misma calle. La aparición de bobilas favorece no solo el barrio de Quico Sabaté, sino también a Santa Eulalia, la Florida y Pubillas Casas.
Antes de 1853, la mayoría de las heroicxs pionerxs son, en realidad, protoanarquistas, ocupantes ilegales que están democratizando la Tierra. Toman la Tierra que necesitan para vivir, y se alían para defender sus reclamaciones ante los especuladores y los acaparadores de la Tierra, establecen grupos para proveerse de los servicios sociales básicos y estimulan a otrxs ocupantes a establecerse, ya que la fuerza está en el número. La organización de lxs ocupantes es la clave. Toda la fuerza del mito consiste en ensombrecer esta inscripción de clase en la frontera, en borrar la amenaza a la autoridad que la frontera supone, envolviéndola en un romántico manto de individualismo y patriotismo.
En 1853, en la casa de tres plantas, correspondiente al número 13 de la carretera de Collblanc ya encontramos viviendo a miembros de la Guardia Civil y sus respectivas familias. No es de extrañar que el envío de la benemérita es “una manera de aportar grandes beneficios para los pueblos” por parte del Gobierno Civil.

Mi bisabuelo, sus dos hermanos y dos hermanas, viven en Horta. Cinco hermanxs que, con 7, 8, 9, 10, 11 años, se levantan a las cinco de la mañana y andando siguen la vía del tranvía y cantando por el miedo que tienen, llegan hasta el Paral.lel infectado de burguesía que les hacen lavar y planchar la ropa durante la jornada de 11 horas (los niños lavando y las niñas planchando), y luego de vuelta a casa siguiendo la vía del tranvía por cuatro perras a la semana. Todxs ellxs son analfabetxs que de adultxs firman con el dedo. Pedro Valera quedó huérfano a los 9 años. Criado en los barracones del fascista Onésimo Redondo (los actuales bloques de la Florida de L’Hospitalet), pronto descubre que han sido enterrados en la fosa común (Fossar de Montjuic) su padre, su madre y su hermana. La muerte es tan espectacular que al ser adoptado busca su refugio en la libertad y la cultura. Lo único que no pierde es su «valentía» y todo lo demás es secundario; prestigio, dinero, nombre.

Desde aquí, y huérfano, mi padre es criado por su tía Magdalena, conocida como la “espiritista del Baix Llobregat”. Con sus modestas sandalias, y con las uñas sin pintar, lleva dos décadas buscando a su hijo libertario, desaparecido en la Batalla del Ebro. Lo que empieza siendo unas visitas al Delta acaba en una ruta por todo el territorio del Baix Llobregat en busca de médiums, espiritistas.
Todo el mundo abusa de su confianza.
Padece una dolencia mental horrible. Y la semana siguiente, lo mismo, y la otra lo mismo, hasta que se cansa y puede salir del coma profundo hasta contemplar la runa de las brujas. Al final a la suma sacerdotisa le merece la pena. Es como unos misteriosos medicamentos de nuestra casa; es más beneficioso que tomar las medicinas.

La iniciadora consagra con aceite. Mi padre pierde las tardes deambulando con su tía rodeada de gatos. Lo atiborra de caridad por hogares, hospitales y cementerios, ofreciendo consuelo y cuidados. ¡Él no toca nada! Aprende del espíritu que carga con pesos carentes de honor. Las sanadoras, espiritistas, médiums de mapas cósmicos de Barcelona y el Baix Llobregat, están tan relacionadas entre sí como una multitud de paseantes por los alrededores del centro espiritista del Raval de 1891, de la mano de Teresa Claramunt y Ángeles López de Ayala. Oigo sus voces junto a mí pero ellas ya no están. Temblando solo queda un vestido de los años sesenta. Amotinar. Incitar. Citar. La anciana, de apariencia un tanto maniática, que no chiflada, dice algo, su hijo la corrige, intenta guardar las formas, pero al final se limita a sonreír confuso; me doy cuenta que estoy perdido.

Quien conoce muy bien a Los Aguiluchos de L’Hospitalet es Camil Piñón, integrante en la CNT. El Gato Negro, situado en la calle Occidente nº16 es un bar de mala reputación; es denunciado por altercados dentro y fuera del local, pero ni rastro. El bar Triana de la calle Llobregat nº23 es un lugar de mala fama para la moral cristiana. El bar Collblanc número 47 es un foco de escándalo y perversión. Los años 60 son gobernados por lxs sin ley.

Si la cosa puede suceder en un estado de cosas, hace falta la posibilidad de una biografía. Mi padre, inscripto, Pedro Deu Valera. Nacido en L’Hospitalet de Llobregat el 27 de marzo de 1949. Nace medio siglo después del descubrimiento del arte africano, «L’art nègre». Revoltijo de esbozos: más conocido por el seudónimo con el que suele firmar sus obras: Pedro Valera. Que en este caso es un historietista durante los años 70. Su carrera como dibujante de tebeos comienza cuando en 1969 conoce a Rafael Aura León, más conocido como Auraleón; mítico dibujante comics en las ediciones de Creepy, editado por Jim Warren en EEUU, el cual el editor Josep Toutain le incluye en la plantilla de la agencia Selecciones Ilustradas.

Dibujante y pintor, es un niño de posguerra, de esa posguerra española que parece ser, a pesar de todo, una fuente de sensibilización y motivaciones. En realidad, el arte negro se halla más allá de su horizonte. Está impregnado de un clima del que no tenemos experiencia alguna, y del cual, pese a las apariencias, tenemos tan sólo un mínimo de datos reales. Además, nada seguro se sabe de los orígenes. Cuando mi padre inicia su exilio musical, la hora de las revoluciones terminan. Urbes futuristas. Autopistas voladoras. Colores improbables. Planetas desolados. Máquinas. Humanoides. Cibernética. Una recreación del expresionismo capaz de abarcar mundos de naturaleza fáustica y liberal, con todas sus cloacas y vertederos más ocultos. Una connotación que alude a hacer algo por cuenta propia, que se caracteriza por su experimentalismo autodidacta. Aislar deviene proyecto de hacer asilo y uno ve lo que le adviene; spiritual jazz, avant-garde jazz y free jazz. Es una poderosa combinación junto al cine de Cassavetes.

¿Quién dirige? A los catorce mi padre empieza a trabajar en una fábrica del sector de la metalurgia del Baix Llobregat. En 1960 empiezan las 113 detenciones en los movimientos obreros del Baix Llobregat. La CNT sigue en el exilio. Se hace delegado sindical independiente. A partir de entonces no le dejan prosperar en la empresa. En 1969 la patronal le roba el dinero y exponerlo públicamente le cuesta la visita de la Guardia Civil. En 1970 queda detenido por la policía a la salida de su trabajo. Su puesta en libertad, pero con dificultades administrativas para ser excarcelado.
Tras la ejecución de Salvador Puig Antich, parece tomarse al pie de la letra publicaciones como Ruedo Ibérico. Su obsesión por las imprentas y su amistad con Santi Soler, responsable de la “acción teórica” de los M.I.L. en sus publicaciones clandestinas, “quaderns”, y demás ocurrencias de conciencia revolucionaria. Los films de Helena Lumbreras y el Colectivo Cine de Clase (1976), los primeros objetores de conciencia en Can Serra.

En marzo de 1976, lxs trabajadorxs convocan una huelga que dura cuarenta y un días. La preocupación de mi padre, que le ocurre lo mismo con aquellos actos simples (movimientos y palabras) que realizamos cotidianamente y que calificamos de mecánicos porque son respuestas en las que nos parece que no interviene la razón, el conocimiento, la reflexión; pero no es así. Al mismo tiempo, José Cases Alfonso es un dirigente histórico de la CNT del Pasaje de la Paz, que ocupa el cargo de presidente del Sindicato de Espectáculos Públicos. Su sensibilidad extraviada, irónica y ardiente por el arte, le lleva a animar a mi padre a dibujar cómic, donde se mueve con su amigo Rafael Auraleón, y este con Nazario, Star, Ajoblanco y todxs aquellxs que participan en las Jornadas libertarias de 1977 del Saló Diana de Barcelona, y más adelante, en los 80, en In/dolencia, con Santiago López Petit, Rambla, El Víbora.

La colección fílmica de la Filmoteca de Catalunya arranca en 1981. Uno de los pases que cambia la mirada de mi padre fue «Les statues meurent aussi» / «Las estatuas también mueren» (Francia, 1953); treinta minutos dirigidos por Chris Maker, con la ayuda de Alain Resnais. Cuando los hombres están muertos, entran en la historia. Cuando las estatuas están muertas, entran en el arte. Esta botánica de la muerte, es lo que nosotros llamamos la cultura -entre el arte africano y el occidental. Las estatuas y las máscaras tradicionales de África, construidas por los hombres y mujeres del mundo no literario, son tiradas después de su uso ceremonial; tranquila y simplemente se abandonan hasta pudrirse; esto es un proceso rápido para la madera y otros materiales orgánicos en los climas calurosos y húmedos.

Meditación subiendo por una pendiente. El empeño que este método pone en alcanzar la mayor conciencia penetra de forma natural por su improvisación, su complejidad rítmica y armónica, y su capacidad de fusionar elementos de diferentes culturas y estilos musicales. Con esta simbiosis de lo orgánico con lo inorgánico se plasma un mundo imaginario, plagado de figuras espectrales, ancestrales. Tales representaciones evocan el afrofuturismo.

Mi padre sueña en contar cosas a través del dibujo. Escenarios ambiciosos, desenfrenados, destellos de grandeza creados por el pincel inigualable de su máxima cúspide, Abdul Mati Klarwein.
El problema no es sólo cómo sacarle partido, sino también cómo equipararse con las antiguas Bellas Artes. Además, empiezan los principales problemas a los que tiene que enfrentarse: no sabe casi nada de la importancia de las esculturas en el remoto arte rupestre del Sáhara, que no parece relacionado con ninguna tradición artística existente hoy en día, hasta el arte de las esculturas de terracota de Nok, incluso el arte de los Ashanti que surge claramente de una base anterior al siglo dieciocho. A veces se entremezclan historias diferentes. Mi padre averigua que, estrictamente hablando, nunca se escribe una historia del arte de África o del Oriente próximo.

Tras el suicidio de Auraleón el 24 de junio de 1993, mi padre desaparece del cómic. Para expresar ese aspecto fantasmal que puede tener el mundo en que vivimos. Esta botánica de la muerte, es lo que llama su motivo para seguir con su obra. La sensibilidad extraviada, irónica y ardiente de mi padre lo lleva a escribir poesía, pintar, hacer fotografías y a profundizar su escucha sonora.
Diálogos con el primer graffiti que son combinados con la experimentación de la insolación, fotocopia, revelado, impresión y video, acción pictórica, posthumor, amargura, transexualidad e intersexualidad y cabaret.

A mi padre no le gustan nada los elogios públicos o dedicaciones personales de ningún tipo. Intenta interceptar el oro con su delantal. No se siente nada perturbado por la escena. El dinero y el oro son fuentes literarias del poder, y la lluvia, como los rayos del sol, fecunda la tierra. En el subconsciente suyo, dinero y lluvia poseen un carácter fálico. Se vuelve y mira hacia la procedencia de la fuente del oro. La palabra Adán está relacionada con el vocablo ‘adhâmâh, «tierra«, y deriva de la raíz ‘dm, «ser de color leonardo«, es decir, del color de la tierra arcillosa con que, según se nos impone, es moldeado el primer hombre: Adam, hombre, humanidad. Adamah, tierra, terreno, territorio, tierra (planeta). ‘Adem, ‘adom, ser rojo, rojizo, enrojecer.
En esta declaración, mi padre toma de referencia a su admirado Brancusi: “un hombre es tan feo como una rana. Es Leda, y no Júpiter, quien se transforma en cisne”. Expresa su desagrado ante la forma masculina.
De este modo, el animal nocturno está cerrado en sí mismo. Parece abrazarse a la tierra. Es, tal vez, la más oculta de las criaturas, es el propio Brancusi cuando conoce a la húngara Margit Pogany; el hecho de que Brancusi es el artista de lo oculto y la infancia que acecha en la oscuridad, mientras busca la respuesta al enigma del nacimiento.
Expresa una ambivalencia profundamente arraigada en el anarquismo que hablaban lxs inmigrantes a manera de vacilaciones o tartamudeos: es difícil describir esa voz que se sabe extraña y que en todo momento vela por deformarlo. Se llena de impurezas y de trucos que no sorprenden, que no quieren sorprender. Tengo la suerte de estar a su lado y acompañarle en todas sus creaciones, performances, manifestaciones y poder conocer desde que tengo uso de razón su hacer total.

La enfermedad lo tiene apartado de la vida social, pero sigue abrazándome con sus palabras: «Todo lo que hago y sigo haciendo, es para resistir ante la inseguridad en todos los ámbitos que es la Ley de la Vida Natural. Nuestro mundo natural nos lo hemos de hacer nosotrxs mismxs con nuestro trabajo y constancia. Nada es seguro. La Vida Natural tiene infinidad de caras y cada una puede variar en cualquier momento. El destino puede ser muy irónico. La única seguridad que existe es la confianza propia de la Naturaleza

 

 

 

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS,

VIÓ GRAFÍA Y SE HIZO (IM) PRESO.» 

 

 

Reseñas sobre LOSVALIENTESDUERMENSOLOS.COM por ENRIQUE VILA-MATAS, FÉLIX RIERA,NAZARIO,AGENTE PROVOCADOR, SHAK BENAVIDES, CLUTCHY HOPKINS, VALERIO COSI, MIGUEL A. BRITO, MIGUEL A. SUTIL, ISHMAEL SUSTRAIVIBEZ, ALBERTO RAHIM,KNOWNOT DONTKNOW, VICTOR UVE, JAVI VILLALBA y SALAH SALAS SALAS.

 

«Una estufa de desinfectar libros, el número 153, y el nombre: Los Valientes Duermen Solos. ¡Es asombroso! Elegimos el número 7 y el 30.»
E
NRIQUE VILA-MATAS.

Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) es uno de los más destacados escritorxs europexs del momento, traducido a 29 idiomas, considerado uno de lxs escritorxs españolxs de culto.

«POR ELLO ES TAN CONVENIENTE REIVINDICAR «los valientes duermen solos» (nombre/aforismo de un interesante blog sobre arte que me sugiere la imagen del artista enfrentándose con la tarea de crear en soledad una obra perdurable que deberíamos estar en condiciones de valorar).»
F
ÉLIX RIERA.

Felix Riera (Barcelona, 1964) es editor, periodista, escritor y gestor cultural. Co-autor de Las pasiones según Rafael Argullol, Acantilado, 2020. El artículo completo es publicado con el título Los valientes duermen solos en La Vanguardia, 27/10/2015

«BLAKE ME ARREBATA y de pronto me sumerge en un blog: Los valientes duermen solos.»
NAZARIO.

Nazario Luque (Castilleja del Campo, Sevilla, 1944) es padre del cómic underground español, además de ser uno de los mejores retratistas de los bajos fondos de Barcelona y un destacado pintor, escritor y fotógrafo. Su libertad provocadora le ocasiona complicaciones con la censura franquista.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS | SE LLAMA ALGO BASTANTE RARO, UN NOMBRE QUE ADEMÁS NO ES UN NOMBRE, MÁS BIEN, UN ARGUMENTO QUE PROCEDE DEL NIVEL MÁS BAJO Y DOLOROSO DE LA SOCIEDAD; EL ANONIMATO. ¡Gloria a tu abuelo!.»
AGENTE PROVOCADOR.

Agente Provocador es un magazine realizado por la editorial y sociedad secreta La Felguera Editores, a través de su Gabinete Negro, dirigido por el Dr. Peligro, jefe de nuestra Organización.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS IRRUMPE en 1991 en la escena de arte marginal barcelonesa, -en un mundo dominado por el ego y el personalismo absolutos- pergueñando sobre el “silencio”, “soledad”, “sueño”, a través de pintar en la calle, de manifiestos gráficos, publicados en diferentes medios independientes, en el que el sujeto que escribe no deja de desaparecer. En este sentido, el ser mismo, cuestiona la idea de que Los valientes duermen solos nunca asistieron a escuelas de arte, o a la universidad. Forma parte del Equipo A del magazine de la editorial →La Felguera, Agente Provocador. Dirige la edición de Cuadernos Ajoblanco (revisión de originales de la primera época de la  revista libertaria →Ajoblanco). Colabora en TeslaFM, en el portal de historia, Ser Histórico. Ha colaborado durante años como ilustrador en Ubiquity Records y columnista en Enlace Funk y Serie B Magazine. Fundador del colectivo Upper Egypt Series y Quaderns el serrucho.»
SHAK BENAVIDES.

Shak Benavides (Barcelona) es pieza habitual de principios de los años noventa en la Barcelona subterránea. Co-fundador de Wah Wah Records. Investigador de la historia de la música popular y de vanguardia. Compositor de Lucius Works Here. Dirige y produce TeslaFM.

«I lOVE DIGGIN FOR OLD RECORDS and seeing the album covers and discovering new sounds. Grooves with space, live instrumentation, organic vibes, good music, influenced by jazz, blues, soul, funk, folk, rock, reggae, sounds from all over the world heard through pops record collection and collecting vinyl… Music is Medicine! Digital digging is just not the same. I appreciate you sharing all of this great mind opening music. Los valientes duermen solos must have tons of records! You are welcome my friend. Love from the desert.»
CLUTCHY HOPKINS.

Clutchy Hopkins (California) es un talentoso arreglista, compositor y multinstrumentista de jazz. En febrero de 2007 la prensa escrita publica que Clutchy Hopkins puede ser un seudónimo de DJ Shadow, Cut Chemist, Madlib, Money Mark o Shawn Lee. Su impecable maestría musical hace que en abril de 2019 vuelva ha hacer su anónima aparición cuando Ubiquity Records lanza su álbum The Story Teller, ilustrado por Los valientes duermen solos.

«I’M INTO CDS BECAUSE of high-definition and details but vinyls are just timeless (and spiralling) pieces of art. And if someone let me remind of Egypt, the Sphynx and Strata East …well, I start to consider him a friend of mine. Los valientes duermen solos is more than a friend, he’s a heart-felted supporter of free music with all of his spirit and intuition. Long life for Los valientes duermen solos.»
VALERIO COSI.

Valerio Cosi (Taranto, 1985) es un estridente, extrovertido, pseudosinfónico y grandilocuente saxofonista multiinstrumentista italiano afincado en Berlín. Sus obras tienen elementos de música electrónica, jazz de forma libre, krautrock, rock psicodélico y música étnica. Dirige el sello Dreamsheep . Publica en Porter Records una serie de piezas ambiciosas, algunas más en estilo jazz y otras con mayor influencia de tintes dada. Valerio no tarda en ampliar su paleta musical, experimentando con nuevos instrumentos y diferentes texturas.

«BUSCAR Y ENCONTRAR ARTE. No es internet un buen formato para gozar de la expresión artística, pero si para poder documentarse bien, claro está, si los autores se preocupan de la calidad en los contenidos. En el blog que os propongo esta semana, «Los valientes duermen solos» o «LVDS» como le gusta llamarse, he encontrado ese espacio a caballo entre la realidad y la virtualidad. Pueden asistir a una buena documentación de muchos autores o tendencias históricas del arte a la vez que disfrutar de fotografías en muy alta definición de las obras, apreciando y pudiéndose recrear en los detalles. Os invito a daros una vuelta por el blog. Visitar Los valientes duermen solos.»
MIGUEL A. BRITO.

Miguel Ángel Brito (Tenerife) es farmacéutico. Su carácter carismático y su interés a partes iguales, representa una combinación perfecta para ser el impulsor de la comuna La esfera Cultural, abierta a cualquier tipo de manifestación, sea literatura, música, pintura, cine. El núcleo duro del proyecto son los relatos publicados en su blog: la exposición pública de todas las obras que en la web aparecen.

«EL ESPACIO ES EL LUGAR y Los valientes duermen solos es su transmisor cósmico. Realidades imaginadas y sonidos que van más allá de la percepción. Mensajes subliminales en el universo del «uno». Nuestro Dios es el sonido y Los valientes duermen solos uno de sus evangelizadores. Un mundo de ritmo para ciclopes de groove. Si tienes funk, tienes el estilo.»
MIGUEL A. SUTIL.

Miguel Ángel Sutil (Madrid, 1973) es el ingeniero de las ideas del arquetipo del Enlace. El lenguaje del funk pone a su disposición una serie de herramientas que le permiten llevar a cabo la creación de la revista Enlace Funk. Quizás el mechero más popular es inventado por un no-fumador, pero este no es su caso.

«LA PRIMERA VEZ QUE HABLAS con Los valientes duermen solos sin que diga nada ya percibes la fuerza contenida de alguien que tiene mucho que decir, un tipo que se mueve de manera simultánea por universos paralelos guiado por la necesidad de múltiples talentos alimentados por una demoledora pasión y que transmite a quien quiera unirse a su cruzada con el mismo brillo en los ojos que un niño ilusionado. Pasión, talento y extraordinaria sensibilidad, un predicador de la belleza eso es.»
ISHMAEL SUSTRAIVIBEZ
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Ishmael Sustraivibez (Gasteiz) es un intenso y veterano locutor de radio, periodista musical y DJ. En activo desde finales de los años ochenta, está profundizado y avanzado tanto en el jazz, lo jamaicano y lo arraigado en el sonido afrocaribeño. Durante les últimos veinte años ha trabajado en la tienda de Discos Castelló y en el programa radiofónico Hamabipulgada. Actualmente trabaja como productor en Dublab.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS. TRANSMITIR SABIDURÍA A TRAVÉS DE ARTISTAS IGNORADOS y ser capaz de contextualizarlos. Saber empatizar con el lector a través del reflejo de su memoria y usar el diccionario para que ninguna idea se quede en la penumbra. Sin miedo del adjetivo; orgulloso de la eternidad de los sonidos.»
ALBERTO RAHIM.

Alberto Rahim se hace conocer como cantante en una banda punk de finales de los años noventa. También causa impacto en el paisaje musical de Madrid como DJ residente del Nasti Club. Haze brillar su talento como periodista musical en la revista Enlace Funk, nerdsoundsystem y Radio Rahim. Con el paso del tiempo Rahim acaba en la Ciudad de México, donde ejerce de co-responsable de Soulimbo, Palé y Martesitos.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS ES UN VIAJE A LAS ESENCIAS. El espíritu del artista renacentista embarcado en la búsqueda sin cuartel de la pureza alquímica. Todo nutre al monstruo hambriento de sensaciones. Si hace falta, se doblan las leyes de la naturaleza a riesgo de perder el juicio. ¿Sabes de lo que hablo? ¿No? Yo tampoco. Puede que él lo sepa. Lo extraordinario es poder compartir sus hazañas durante el trayecto.»
KNOWNOT DONTKNOW.

Knownot Dontknow (Barcelona, 1979) es biólogo, agitador, DJ y periodista cultural. Aparece reseñado a principios de milenio en la prensa nacional, a través de la plataforma Subsuelo. Actualmente vive en UK bajo la escena del jazz contemporáneo.

«EL MENSAJE. ESPECIAL. PERSONAL. INDEPENDIENTE. CONTESTATARIO. Después el jazz. Inspirador. Eterno. Y negro. Los Valientes duermen solos es tan genial como el truco de dicción tras su alias. Son suficiente como para ver en su locura un reflejo de la mía. Porque, después de tanta charla y tanto nombre, al final sólo ha de quedar la música.»
VICTOR UVE.

Víctor Velasco (Santander) vive acompañado de sus discos. Ha llegado a ser reconocido como uno de los mejores DJs nacionales por Rockdelux o RedBullAcademy. Ha editado varios discos y colaborado con un buen puñado de artistas. Como periodista musical colabora en prensa escrita, gestiona sellos independientes y cuenta las noticias dedicadas al vinilo en su vídeo blog LobolabTV.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS, DESDE LO MÁS PROFUNDO DEL UNDERGROUND CATALÁN llega una nueva forma de agitar los ceros y unos.»
JAVI VILLALBA.

Javier Villalba es jefe redactor de Serie B Magazine por un largo tiempo en Berlín. Su heterónimo Glue Kids es una composición de música incidental para una historia que no existe, para un película sin aparente guion en que los protagonistas podríamos ser nosotrxs mismxs en una variación constante de secuencias que, al igual que el cine del desaparecido Éric Rohmer, se apoyan en cuatro notas clave (el amor, la esperanza y la desesperanza, la lucha por la pequeña y sin embargo enorme existencia cotidiana). Como la vida misma.

«LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS… COMIENZO UN TROZO DE PAN CON SALSA BARBACOA, SIN MÁS… sin ningún otro aderezo, solo disfrutar del pan, y de la salsa… ¿Quién dice que necesito más? Es el nervio del bocado, pero una vez que está en la boca siempre da una masticada más, y esa es la diferencia.. Que habrá sabores mejores, cierto.. pero que se puedan disfrutar de esta manera, no tantos, cierto también…Así es mi amigo… lo simple, lo disfruta como lo mas complejo.»
SALAH SALAS SALAS.

Salah Salas Salas se ha convertido en un gran clásico de la escena underground española. Centrado en la maduración de ennegro, tienda online centrada principalmente en la música en vinilo de UTO (UnimosTusOídos), Alien Force (colectivo parisino de Human Spirit) y a la banda Malka Family. La vida espiritual de Salah rebosa de actividad musical. Sus arreglos y su propio estilo destacan en piezas como The Black Evolution (EP y 7 pulgadas).

 

 

, des-
pués de todo, nada
es nuevo. La disolución del
«sí mismo», esto es, non-aliud
.no-otro, no tener personaje.
, el rostro de ese yo es nada
, aspira, pues, a esca-
par a esa
fo-
silización, a
hundirme en el anonimato
, en una «máscara de nadie», en
una prolijidad de sí misma. de todas
las cosas ridículas, la que me parece más
ridícula de todas es andar con todo. Es
la razón porque mi naturaleza quie-
re tener su templo vacío
, para que allí dentro
no
haya nada
que no sea ella

, una nada fuimos
, somos, seremos. Somos
de nada, de nadie.  La nada ab-
soluta, y nada más. Son absurdas, del
todo nada. No siento melancolía por nada
, ni siquiera la poca molestia que me tomo. , la 

mayoría de las personas corren tan de prisa en pos del
placer que lo pasan de largo., la gracia del ser vivo que arroja
las tres últimas paletadas de tierra sobre el muerto se consuela pen-
sando que aún tiene una larga vida por delante., los diarios excesí-

vamente precisos son el final de la libertad. Por eso sólo los períodos
vacíos que se interponen son los plenos. , valiente para dudar
de todo. El otro día leo a Kierkegaard y en pocas palabras; no
me apetece nada escribir lo que veo escrito, y tampoco
borrarlo. , ………………………………………………..
…………………………. 10ª, si deseara algo
, no desearía riqueza o poder
. ¿Qué es el amor? el
contenido del
sueño