Los valientes duermen solos. Sueño nº 734
Santiago López Petit
“…LA FUERZA DEL ANONIMATO…”
«…Queremos finalmente decir que la reflexión sobre la fuerza del anonimato ha tenido muy en cuenta la innovación que supuso el movimiento argentino organizado en torno al «Que se vayan todos»…» Palabras previas
Bibliografía selecta
Breve tratado para atacar la realidad, de Santiago López Petit. Tinta y Limón Ediciones. Buenos Aires, abril de 2016. Colección: Nociones comunes. 800 ejemplares
Material de prensa: presentación, notas y cronología
Santiago López Petit (Barcelona, 1950)
Estudió química pero dejó pronto la investigación para militar en el movimiento obrero autónomo. Publicó junto con J. A. Díaz el libroCrítica a la izquierda autoritaria en Cataluña 1967-1974 (Paris, Ruedo Ibérico, 1974) que suponía una crítica a la forma partido hegemónica en la resistencia antifranquista. Posteriormente estudió filosofía. Entre el año 1989 y 2013 ha sido profesor de filosofía en la Universidad de Barcelona. Ha elaborado una obra filosófica que no se ciñe a líneas de investigación sino que responde al objetivo de pensar políticamente la vida. Con su tesis doctoral Entre el ser y el poder intentó explicar la derrota de la clase trabajadora en tanto que sujeto político y propuso la apuesta prevaricante (“resistir sin esperar nada”). Siguió participando en los movimientos de resistencia que durante esta larga travesía del desierto se produjeron. Horror Vacui recoge el esfuerzo por combatir el marco postmoderno desde un pensamiento fuerte de la unilateralización que, sin embargo, se sabe sin fundamentos. Poco a poco el querer vivir, traducción filosófica de la noción política de autonomía obrera, adquirirá un espesor ontológico. El infinito y la nada despliega una genealogía del concepto de vida que introduce una aproximación nominalista a dicho concepto. Era el paso necesario para poder pensar el querer vivir como desafío. Con el libro Amar y pensar, de hecho un apéndice del anterior, esta vía encuentra dificultades porque la afirmación de la ambivalencia del querer vivir siempre será problemática en sí misma. De ahí la necesidad de introducir el odio libre a la propia vida para delimitar lo que estamos dispuesto a vivir y lo que no. El Estado-guerra, y sobre todo La movilización global, establecen el marco en cuyo interior el querer vivir como desafío puede efectuarse y ya no solo pensarse. La globalización neoliberal viene analizada como un fenómeno total en el que realidad y capitalismo se interpenetran. En su último libro Hijos de la noche convergen todas las reflexiones elaboradas durante más de treinta años. Empieza como un relato autobiográfico que narra un proceso de destrucción causado por la enfermedad. Ahora el querer vivir es la propia enfermedad, pero también un modo de desafiar el mundo. La pregunta ¿cómo atacar la realidad? se plantea desde el propio cuerpo: ¿cómo atravesar la noche cuando la noche se lleva encima? y la respuesta es muy concreta: el querer vivir se convierte en desafío cuando nos asumimos como anomalía, cuando luchamos a muerte con la vida. Ha impulsado y sigue haciéndolo iniciativas colectivas como (Dinero gratis, Espai en blanc…) que aúnan crítica radical y experimentación.
Este libro tiene por objeto una sola cosa: la realidad. Nuestra resalidad, esta realidad que coincide con el capitalismo. Decir realidad capitalista es por lo tanto redundante. Hoy la realidad se ha hecho capitalista y no deja nada afuera. Consideramos esta realidad hecha absoluto, este autodespliegue de la realidad en su necesidad interna, mostrándola tal y como es, y también como funciona. Al desvelar esta verdad ganamos numerosos conceptos, especialmente el de movilización global, que sirve para describir la globalización neoliberal y que se pone como el verdadero fundamento de la realidad misma. Asimismo se avanzan definiciones nuevas, como la democracia en tanto que articulación del Estado-guerra y del fascismo postmoderno, o la del poder como poder terapeútico. La realidad, no obstante, al separarse de sí en su despliegue, al salir de la tautología, nos muestra también sus puntos débiles. En particular, pone ante nuestros ojos la nueva cuestión social: el malestar.