Krzysztof Zanussi

By julio 26, 2019Sin categoría

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Sueño 925

Iván Klíma

“…DIVERSIDAD…”

«…El cineasta e intelectual polaco Krzysztof Zanussi defendió en Bilbao la riqueza que aportan dos Europas diferenciadas, ‘que no son la rica y la pobre, sino la de mentalidad latina y la de mentalidad bizantina’. Ambas mentalidades, aseguró, no pueden congeniar. ‘Pero yo no soy amigo de la integración, sino de la diversidad’, apostilló» Capítulo XXII. página 52. Los valientes duermen solos, jueves 25 de julio de 2019.

Bibliografía selecta y material de prensa: presentación, notas y cronología

Zanussi inauguró el ciclo de conferencias Europa Central: Nuevos horizontes, organizado por la Fundación Sabino Arana. Zanussi apostó por ‘una convivencia amigable’ entre esas dos Europas, manteniendo sus contrastes, que son fuente de ‘riqueza’, según explicó en una rueda de prensa en la que presentó su conferencia El devenir de Europa, con la que comenzó ayer tarde un ciclo que aborda ‘los cambios acaecidos desde la caída del muro de Berlín en la denominada Europa del Este’, explicó Iñaki Goikoetxea, secretario de la junta rectora de la Fundación Sabino Arana. Ésta y todas las conferencias del ciclo se celebrarán a las 20.00 en las Junas Generales de Vizcaya (Hurtado de Amézaga, 6) en Bilbao. El ciclo contará también con la participación de Jaroslav Sedivy, historiador y ex ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa; Palankai Tibor, doctor en Economía y profesor de la Universidad de Budapest; Jeno Kaltenbach, Defensor del Pueblo de Minorías Étnicas de Hungría, y Darko Strajn, doctor en Filosofía y docente de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia). Zanussi declaró que ‘la patria mental de los polacos es la Europa democrática’ y que ‘Polonia es muy similar a Occidente en sus comportamientos e ideas’. Insistió en la división entre países latinos y países bizantinos, entre los cuales incluyó a Rusia, Ucrania y Grecia. El cineasta desarrolló estas ideas en su charla, acompañándose por fragmentos de sus películas. ‘El problema de los polacos, sobre todo de las generaciones mayores, es aceptar la responsabilidad individual, tras 40 años de comunismo que ensalzaba lo colectivo’, explicó Zanussi. El director de cine fue elegido en marzo de 1990 presidente de la Federación de Realizadores Audiovisuales de Europa. Es, además, amigo personal del papa Juan Pablo II, con quien ha realizado una película y escrito un guión.

El jurado del 22º Festival Internacional de Cine de Moscú apostó por el valor seguro que supone y otorgó el Gran Premio San Jorge (máximo galardón del certamen) a La vida como una enfermedad fatal transmitida sexualmente, una amarga reflexión del veterano realizador polaco sobre la inevitabilidad de la muerte. Los jueces de las 19 películas presentadas a concurso, con el griego Theo Angelopoulos al frente, compensaron esta decisión otorgando el premio a la mejor dirección (Steve Suissa) y al mejor actor (Clément Sibony) a L’Envol (El despegue), una descarnada descripción de la lucha de un joven por abrirse paso en la vida sin dejar de ser fiel a sí mismo.Los dos filmes se exhibieron el último día, ofreciendo un singular contraste entre la lucha por llenar de contenido una vida casi sin estrenar y la lucha sin esperanza por que la enfermedad (y los años) no acabe con una vida que, aunque no desprovista de coherencia, tampoco ha sido plena. Hay momentos de gran cine en ambas películas, probablemente más en la francesa que en la polaca, aunque el jurado no ha querido complicarse la vida apostando por la novedad. Curiosamente, Clément Sibony interpreta en L’Envol a un adolescente que lucha contra todo (la intransigencia familiar, su falta de formación cultural, su pandilla, sus prisas y su propio carácter) para convertirse en actor. El filme termina cuando obtiene su primer papel. El premio en Moscú es, por tanto, como la continuación de la película.

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