Fruit (Fruto), de Xiang Jing (2005)

By junio 5, 2017Sin categoría

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Aula voladora de Melocotón Grande. Escultura nº316
Fruit (fruto), de Xiang Jing © Shanghai Art Museum, 2005

Modelar es dar vida a algo que no la tiene. Modelar se convierte para muchos de nosotros en una acción vital. El modelado une lo interior con lo exterior porque, como en toda experiencia vital, ambas cosas nos vienen dadas a la vez. Forma parte de una trama de relaciones que vinculan lo alto y lo bajo, lo espiritual y lo material que hay en nosotros. La más sencilla acción de coger la materia y dar forma, a ese pedazo, y con esa forma que sale de nuestros dedos así, tosca e inconcreta, sobrepasa su propia realidad empírica. Nace con la humilde acción de modelar una experiencia desde la materia: la incluye y la supera. Es el primer paso del conocimiento profundo que significa nacer junto a lo conocido, co-nacer y conocer. Comprender la creación siendo co-partícipes con ella, sintiendo con ella, dando forma a la materia. Xiang Jing (1968, Beijing, China) es una de esas escultoras con esta correspondencia interior-exterior, lo que hace entender a la esencia del modelado que el volumen exterior nace de una tensión interior, que la profundidad del modelo abarca los planos material y espiritual, que no hay acción de modelar, si es auténtica, que no contenga hálito de vida.