Buenas noches, Sra. Craven
MOLLIE PANTER-DONNES
COLECCIÓN VEINTIOCHO LUNAS
SERIE SEGUNDA LUNA
ENLAIRATS Y OTRAS VIAJERAS INVISIBLES
POR LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS
«Parecían peticiones bastante razonables. No te acuestes desnudo en la cama en caso de que los sirvientes que pasan te vean. Además, en compañía mixta.»
THEODORE WATTS-DUNTON al poeta ALGERNON CHARLES SWINBURNE cuando se establecieron juntos por primera vez (1879)
ES UNA NOCHE DONDE NUNCA HAY UNA DIRECCIÓN. Lo que había estado comprimido en una imagen, en una semilla simple, que habría podido dar su fruto en dos o tres páginas, de pronto estallaba en mi pensamiento y en mi imaginación como una reacción en cadena, un fulgor de conexiones y posibilidades parecía abarcar la comunidad entera en la que ahora vivía desterrado y el siglo entero de su crecimiento, desplegándose ante mi tan vertiginosamente en el tiempo como lo sumergía en el espacio. Había empezado queriendo escribir sobre un cierto pasaje anarquista y había dado con el mapa de un tesoro, el de la ciudad entera, el de las capas sucesivas de tiempo acumuladas y yuxtapuestas en ella. Era el siglo del presente y el siglo XX al que no iba a regresar nunca. Era yo mismo escribiendo ahora y leyendo cosas y tomando apuntes del grupo Modernismo/Modernidad “¡Mind the Gap! Modernism and Feminist Praxis”.
La elección de Trump les había obligado a cambiar sus pensamientos sobre la escritura en general y, más específicamente, sobre la publicación de escritoras modernistas. Se reencontraban frente a muchos de los escenarios aterradores que las mujeres modernistas encontraron en las primeras décadas del siglo XX: el ascenso del fascismo, el amargo apartheid racial y el chovinismo descarado. Sus escritos resuenan ahora, más que nunca, porque vinculan constantemente la guerra, la tiranía y el chovinismo y nos recuerdan que debemos escribir y hablar porque, como nos recuerda una de las líneas más inspiradoras que leí fue la afirmación de Barbara Johnson de que la ignorancia no es simplemente una brecha en nuestro conocimiento:
«Más bien, la ignorancia es el potencial para probar que todo lo que previamente sabíamos era incorrecto. Creemos que lo que las escritoras modernistas tienen para decirnos no llena los vacíos de nuestro conocimiento sobre el modernismo, sino que cambia persistentemente nuestras suposiciones sobre el período. Este vuelco es especialmente importante porque el período es fundamental en términos de lo que es humano y lo que no lo es. Qué es el fascismo y cómo se resiste a su ascenso. ¿Cómo se hace un movimiento ético y eficaz contra la violencia y la guerra? Ambos estamos profundamente comprometidos con esta preocupación general que, creemos, debería motivar nuestras acciones cotidianas en el aula y en nuestras agendas de investigación. Debe motivar lo que elegimos presentar en las conferencias. Por ahora, es posible que tengamos que seguir justificando y defendiendo nuestras elecciones sobre nuestra investigación, pero tenemos muchas esperanzas de que algún día nadie tenga que explicar sus decisiones sobre a quién está leyendo e investigando y por qué.»
Tienen muchxs futurxs maestrxs en sus cursos y han observado que presentar a lxs estudiantes a mujeres escritoras, cineastas y artistas les otorga el poder de presentarles y enseñarles a sus propixs estudiantes; unx de sus alumnxs enseñó una historia de guerra de Mollie Panter-Downs (colaboradora de The New Yorker durante medio siglo) a una clase de secundaria mientras era estudiante de enseñanza e informó que lxs alumnxs eran muy receptivxs y preguntaron dónde podían encontrar los libros de Panter-Downes. Nunca habían leído nada como esta sencilla historia sobre una anciana compartiendo el té con un soldado canadiense porque su casa había sido convertida en un puesto militar. Igual que ellxs, me veía obligado a cambiar de domicilio cada cierto tiempo y a aceptar la humillación del mercado libre del alquiler. Recorría las mismas calles en las que había vivido Theodore Watts-Dunton y el ex libertino Algernon Charles Swinburne cuando se establecieron juntos por primera vez.
«Publicado por primera vez en 1971, cuenta, en prosa discursiva y observadora, la historia de una alianza íntima aunque intachablemente platónica que floreció en habitaciones de techos altos y excesivamente amuebladas entre dos solteros victorianos. Buenas noches, Sra. Craven reimprime veintiún cuentos de Mollie Panter-Downs que se publicaron por primera vez en The New Yorker entre 1939 y 1945 y (con dos excepciones) nunca se han reimpreso, hasta ahora. Son relatos de altísima calidad que, a nuestro juicio, deben compararse con los de Elizabeth Bowen, Sylvia Townsend Warner y Elizabeth Taylor. (…) Era 1879 y el gusto de Swinburne por el brandy y la flagelación había llegado a un punto crítico. Justo a tiempo, Watts-Dunton, el gallardo abogado con bigote de morsa convertido en autor, había sacado a su amigo de las profundidades y se lo había llevado a Putney para que se desintoxicara.»
La casa a la que se retiraron durante los siguientes treinta años presta su nombre a un libro ingenioso y evocador sobre su vida en común: At the Pines de Panter-Downes. Vas por la ciudad y da la impresión de que no oyes, de que no ves, pero una parte secreta de ti responde a ese acorde, a ese mensaje que te han dejado sin que sepas, como por azar o descuido. Hay un número, nunca una dirección. Hay un código que puedes capturar con el móvil. Las editoriales te esperan siempre. Van a donde tú les pides que vayas. De pronto el lenguaje en Persephone Books se vuelve corporativo. Hay una equivalencia tentadora: el horror y el éxtasis simultáneos. El caballero de la Guerra que está junto a ella, la mujer moderna, de vida independiente. Volviendo a la cuestión más amplia del feminismo y los estudios modernistas, o lo que significa crear y trabajar en estudios feministas modernistas, sentí que había mucho más espacio para el descubrimiento. Cuando era niño miraba extasiado los carteles que anunciaban palabras dispersas por el aire, como en una nube de contaminación. La ciudad quedaba tatuada a gritos, en cada uno de sus espacios, dispersas por el aire en una vibración continua de pulsaciones electromagnéticas. Hacia los dosmiles empiezan a imponerse normas para limitar la inundación universal de carteles. Se instalan columnas en las calles para que los carteles se peguen en ellas. Antes de 1860, la mayor parte de los carteles no eran muy grandes y estaban hechos sobre todo de texto. En 1861 se perfecciona el arte de la litografía y ya pueden fabricarse carteles de más de dos metros de altura, con imágenes a todo color. Ahora ha llegado el momento para elegir una pintura que ilustre este texto. En la serie Family Album (2019) de Margot Bergman, encuentro una pintura titulada Dearie, acrílico sobre lienzo. 86,4 x 71,1 cm. Los valientes duermen solos.
TRAS FISGAR…
VIÓGRAFIA Y SE HIZO
IMPRESO
→ Mollie Panter-Downs. Good Evening, Mrs.Craven: The Wartime Stories of Mollie Panter-Downes, 1939-1945. [Hay ed. pp. 203. Editorial Persephone Books, Londres, 1999. 19,2 x 14,2 cm. Rústica. Esta primera edición se publicó el 22 de septiembre de 1999.]
🫰Nuestros oídos captan las ondas sonoras del (B2), Morning Sunrise, de Twennynine Featuring Lenny White. Best Of Friends (Vinilo, LP, Álbum, A4 y B4) es el primer álbum debut de la banda estadounidense Twennynine. Don Blackman – voz, Eddie Martínez – guitarra, Denzil Miller – teclados, Twennynine – artista principal, Lenny White – batería y productor, Lynn Davis – coros, y Paulinho Da Costa – percusión especial. Producido por Larry Lunn y Lenny White. Este primer planchado se publicó en L.A. el mes de octubre del año 1979, por Elektra / Asylum Records.
Acompañando cada Luna de estas Series, cuido la selección de una imagen de Cubierta y otra de Contra que es, al igual que la música, un humilde homenaje a la Obra desde un ejercicio de Transparencia, basado en los principios de Horizontalidad. Creo totalmente necesaria la accesibilidad a la cultura y la necesidad de generarla desde posiciones críticas. Para conseguir las imágenes, me he alejado de la red para no hacer público sus nombres a especuladores y monopolios. Podéis ver un capricho. Quizá vanidad. Pero no, el necesario contraste que invoca los rasgos de la era contra cultural. Es una exigencia propia para torcer la mano hábil y ligera de quienes saben deslizar imágenes y datos donde conviene o desea hacernos ver. Cada imagen utilizada, lleva acreditada su autoría. En este Dormitorio deseo Despertar vuestro interés por estxs artistas. Y para facilitaros la tarea de búsqueda de recursos, os dejo a mi disposición toda la información. Quien quiera saber que me escriba un Comentario y se lo mando por correo o carta ordinaria.
Las imágenes proceden de un material gráfico de indudable gancho, knockouts fotomecánicos, a lo que hay que añadir ilustraciones que han sido cedidas por lxs propixs autorxs: publicaciones físicas: originales, portafolios, láminas o bien, impresos de ejemplares descatalogados y todo eso que los sabios denominaban «REFERENCE BOOKS» que se vendían en rastros y librerías especializadas. Hubiese podido robar imágenes de la red: pero es degradante y cobarde, y hasta castigado por vuestras leyes que hacen un delito de la miseria. Los diarios excesivamente precisos son el final de la libertad: por eso sólo los períodos «vacíos» que se interponen son los plenos. Trabajo para dormir. Prefiero ser porquero y que me entiendan los cerdos.
Termino con una cita sacada de Anarquismo, una introducción, de mi querida amiga Dolors Marin: «El hurto sólo existe a través de la explotación del hombre por el hombre… cuando la Sociedad te quita tu derecho a existir, tú debes tomarlo.»
Bienvenidos a Los Valientes Duermen Solos. Continuemos el camino.
Imagen Cubierta: La autora de la pintura (acrílico sobre tela) vive y trabaja en Chicago desde finales de los años cincuenta.
Imagen Contra: El autor de la fotografía vive y trabaja en Londres, en una revista para lxs amantes de los libros.
Tras fisgar… Viógrafía y se hizo impreso. Finales de 1986. Tengo siete años. Mi habitación es es oscura y lóbrega. Soy Valiente. Duermo solo. Donde no alcanzan los rayos del sol alcanzan las notas musicales. Mi padre (Pedro Valera) se encarga de la cenas y de quitarme los libros de la cama al quedarme dormido. Mis padres me regalaron una lámpara de papel. Acudir a esos libros, vhs, cintas, vinilos, es natural en mí incluso antes de saber mirar, leer y escuchar. Para conocerme a mi mismo fue necesario retroceder hasta el hoyo mi familia: abarquerxs, aceradoreros, aceñerxs, acrobatas, actores, acomodadorxs, afiladorxs, africanxs, afros, aguadorxs, ajorradores, aladrerxs, alambiquerxs, albarderxs, albañiles, alfarerxs, alfombrerxs, algodonerxs, alimañerxs, alquimistas, anarquistas, andadorxs, anunciantes, aperadorxs, árabes, arrierxs, armadxs, armeros, aserradores, asiáticxs, atexs, bailarinxs, bakuninistas, bandidos, barberos, barbudxs, barrenderxs, barquillerxs, bataneros, baulerxs, beatniks, bohemixs, bolleras, borrachxs, boyeras, bolilleras, bomberxs, bordadorxs, boterxs, boticarixs, botones, bracerxs, bufones, buscavidas, cabrerxs, cajistas, calafaterxs, calceterxs, caldederxs, calerxs, callejerxs, cámaras, camareras, caminantes, camineros, campanerxs, canallas, cantantes, canteros, carboneros, cardadorxs, carpinterxs, carretillerxs, carteleros, cartonerxs, carterxs, carteristas, casqueras, castañeras, cedacedxs, cenacherxs, cenetistas, cererxs, cerrajeros, cesteros, chaperos, charlatanes, chanegxs, chatarreros, chivatxs, chocolateros, chofers, chorizos, chulazos, chusmas, ciegxs, cigarreras, cillerxs, cineastas, clandestinxs, clowns, cocinerxs, cocteleros, colchonerxs, colgadxs, colmenerxs, columnistas, comadronas, compositores, comunerxs, conejerxs, confiterxs, conserveros, conspiradores, constructivistas, contrabandistas, corresponsales, cosarios, creyentes, cronistas, cuberos, cubistas, cucharerxs, cuentistas, curanderxs, dadas, deformadxs, delincuentes, dibujantes, dramaturgxs, domadorxs, drogadictxs, ebanistas, ecologistas, enanxs, encaladores, encuadernadorxs, enlairats, ensoñadorxs, enterradores, equilibristas, escapistas, escultorxs, esencierxs, esparteros, especierxs, esquiladorxs, esquimales, estafadorxs, estererxs, excéntricxs, exiliadxs, expropiadorxs, falsificadorxs, faquires, farandulerxs, farsantes, faroleros, feriantes, figurantes, floristas, forzudxs, fotocromistas, freaks, freinetistas, fueras de la ley, funambulistas, futuristas, gamberros, gancheros, gandules, gigantxs, gitanxs, golfxs, granjerxs, granujas, guardas, guerrillerxs, guionistas, guiris, herbolarixs, herradores, herreros, hilanderxs, hipsters, historietistas, hojalaterxs, horchaterxs, hortelanos, humoristas, ilusionistas, ilustradorxs, iluminadxs, impresorxs, índixs, insumisxs, jardinerxs, jornalerxs, jorobaxdxs, juglares, labanderxs, ladrilleros, ladronxs, laminadores, latinxs, lecherxs, leñadorxs, librerxs, linacerxs, linotipistas, locerxs, locxs, lumpens, lutiers, macarras, maestrxs, malabaristas, maleantes, malechorxs, maletillas, mancxs, marchantes, maricas, marinerxs, marqueterxs, melerxs, mendigos, modistas, molinerxs, montadores, montañerxs, morillerxs, mozos, mudxs, mujeres libres, navegantes, nudistas, marionetistas, mecánicos, nodrizas, ollerxs, orientalistas, organillerxs, ovejerxs, pajarerxs, pajilleras, poetas , putas, palmerxs, panaderxs, pasamanerxs, patafísicxs, peatones, peladorxs, peluquerxs, peleterxs, peones, perfuerxs, periodistas, picapedreros, piconerxs, pilotos, pintorxs, pistolerxs, plañideras, predistigitadores, pregonerxs, protoquinquis, quincalleros, rarxs, raterxs, rebeldes, recaderxs, resinerxs, rotulistas, sanguinarixs, sepultureros, seterxs, siameses, sombreterxs, sordxs, subterráneas, surrealistas, tabernerxs, tablajerxs, taponerxs, taquillerxs, tarotistas, taxistas, tenderxs, tintorerxs, torneros, traficantes, transformistas, traperxs, trementinaires, trilerxs, tostadorxs de café, tundidorxs, ultras, vadeadorxs, vagabundos, vagos, vendedorxs ambulantes, videntes, vinaterxs, yankis, yeseros, yonkis, zapaterxs, zarandadorxs, zíngaros, zurcidorxs y zurradorxs compartiendo tragos en un café cantante que asolará Barcelona, al mundo del cuplé, el charlestón, los cabarets legendarios. Aquella última bohemia está a punto de despedirse para siempre jamás. Lo que vino a continuación fue una maquina de desmemoria. La memoria es un regalo si tienes conciencia. Soy hijo de nuestro barrio del Raval: en su día llamado «siniestro» o «tenebroso» (los barrios chinos, los lugares del hampa). Los Archivos de Los Valientes Duermen Solos aparecen al ver una mujer deslizarse por las calles con un abrigo bastante decrépito de color verde que ya amarillea y me recuerda con viveza mis primeras pinturas. Basta con adquirir una Holga de plástico para capturar la imagen; una olivetti lettera 25 para mecanografiar el texto, y un inves 8086, para indexar los primeros documentos físicos en un archivo electrónico. Apunto notas de poética, lecturas de toda clase, observaciones sobre la vida cotidiana, aforismos, borradores, viajes, referencias pictóricas: son embriones o gérmenes o ideas en estado primario. Esas notas se encuentran agrupadas en cuadernos, de los cuales el primero abarca desde junio de 1993. Me propongo a darles un formato a modo de fanzine, escogidos de aquí y de allá con el objeto de ofrecer unos papeles inéditos de personajes que probablemente no existen, pero que de algún modo debieran haber existido. Sin contar lo que está desperdigado, se puede asegurar que no se ha publicado ni el uno por ciento de todo lo que ha desaparecido, o bien se ha ocultado, borrado, perdido, enterrado, quemado, olvidado. Es esa clase de ritmo, de voces, de ideas encontradas en esos objetos polvorientos de agujero de bala. Un espantapájaros hubiese sido suficiente para infundir respeto. Actualmente he preferido hacerme contrabandista.
www.losvalientesduermensolos.com
∼