, la Luna está perdida, cantaba VICKY MOSCHOLIOU

 

La Luna está perdida

VICKY MOSCHOLIOU

 

COLECCIÓN VEINTIOCHO LUNAS
SERIE VIGÉSIMA QUINTA LUNA
DESFASES DE LA LUNA NEGRA

 

POR LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS

 

 🫰Nuestros oídos captan las ondas sonoras del (B4), Hathike to feggari/The Moon is Lost (1964), de Vicky Moscholiou. Hathike to feggari (Vinilo, LP, Álbum, A6 y B6) es su primer álbum nacional y de exportación. Este primer planchado se publicó en Atenas el día 16 en el mes de julio del año 1966, por His Master’s Voice y por Odeon.

 

 

«Incluso durante la dictadura hay varios incidentes que demuestran que Mosholiou no masticaba. Por ejemplo, cantó Theodorakis en vivo, cuando estaba prohibido en todas partes. Algo que no sabemos si ella misma lo ha dicho -porque un valiente no se jacta de esas cosas-.»
FONTAS TROUSAS, Lifo, 23 MAYO 2021

 

 

                              LUNA EN VIRGO: Energía de Aire y Flor hasta llegar a la tarde, momento en que transitó a Libra. Venus brillaba como un proyector, era casi como si me llamara a un interrogatorio y yo no tuviera nada que decir en mi defensa. En eso pensaba cuando me senté frente a la ventana de mi habitación. No hallaba sosiego. El cuerpo me hormigueaba. Me levanté de nuevo. Al cabo de diez minutos me volví a la cama y para mi gran sorpresa me quedé frito pensando en Selene. Sin embargo, el tocadiscos insistió. El aliento musical venía sobre todo del exterior del aparato. Mi dormitorio tenía el aspecto abarrotado de una tienda de instrumentos de segunda mano. Es el caso de Vicky Moscholiou (Géminis. 23 de mayo de 1943 – 16 de agosto de 2005), una cantante griega de música popular. El 14 de marzo de 2010, Alpha TV la clasificó como la decimotercera artista femenina mejor certificada en la era fonográfica de la nación (desde 1960). Ella habría habría puesto su éxito en 1964, con la canción Hathike to feggari (La luna está perdida) de Stavros Xarhakos, que fue compuesta para la película Lola. Dos de sus éxitos dieron nombre a los clubes nocturnos de Atenas, Deilina (Crepúsculos) y Ximeromata (Amaneceres). Pero María Callas no puede volverse Vicky Moscholiou, ni viceversa. Vicky había recorrido un camino diferente hasta alcanzar este momento decisivo en su evolución musical. Ésta se convirtió en una de las primeras en Grecia en cantar tanto en clubes nocturnos como en conciertos, y también cantó en las cortes reales de Grecia, Persia y Jordania. Allí fue una de las primeras artistas en cantar a favor de Chipre. Pero luego hay otra porción de territorio, oculto y mágico a la vez, la periferia de la periferia, que se resiste a entrar en un club tan denostado por la oficialidad. Vicky  no solo fue una cantante de 200 dracmas. Me ha divertido mucho la historia de Grigoris Bithikotsis, uno de los cantantes griegos más importantes del siglo XX. Tendré mucho que decir sobre Bithikotsis. Bastante saber por el momento que, según una mayoría de relatos, se crio tocando buzuki en un barrio castigado de Atenas; donde las pulgas buscaban refugio en familias con pocos recursos y muchas boca que alimentar. El buzuki (en griego, μπουζούκι) es una Guitarra de Sol Griega, de cuerda pulsada con cuerpo en forma de pera y provisto de un mástil muy largo. Forma parte de la familia de los instrumentos cordófonos de mástil, y tiene una apariencia similar a la de la mandolina en el rebético, estilo este último que recuerda en ciertos aspectos al cante jondo flamenco, aunque el baile que le corresponde es ciertamente muy distinto, ya que nació en los ambientes marginales de la Atenas de principios del siglo XX, asiento de importantes suburbios formados por miles de griegos expulsados de Anatolia (actual Turquía), y posteriormente fue integrado en el acervo de la llamada música ligera. Risto Pekka Pennanen nos ha contado montones de cosas. Tomé 850 varias pistas que acogen un peculiar festival con aires de protesta para reclamar “justicia poética” para una tierra a la que no suele llegar nada.  Y éstas son las noticias del frente. El tiempo se hace largo. Hay que encontrar a Vicky Moscholiou. Así que no están lejos. Como te digo, Vicky nació en Metaxourgeio en Atenas,  durante la ocupación alemana de Grecia, una época de penurias y privaciones. Su familia vivía en una habitación. Su padre trabajaba en el mercado de verduras y su madre sufría de tisis y recibía una pequeña paga. Consiguieron juntar el dinero para comprar un terreno en Upper Agia Varvara y construir allí una casa. Le siguieron dos hijos más, un hermano y una hermana. Su abuelo y su abuela trabajaron en el Teatro Nacional de Grecia. Él hizo la iluminación, ella el vestuario. Vicky iba con su abuelo a ver los programas. Soñaba con ser actriz, pero terminó siendo cantante. Upper Agia Varvara entonces, y especialmente donde vivía, estaba vacía. Algunas casas, campos interminables y bastantes gitanos con sus osos y sus canciones. Había una gran pobreza pero le gustaba allí. Andaba descalza todo el tiempo. Había civismo y compasión, un sentimiento por los demás que creo que se ha ido desvaneciendo lentamente con los años. Amanecí por un estruendoso rayo que cayó de gira por el que siento una especial afinidad con aquellas personas amables y generosas que valoran la amistad, y disfrutan de la música, de una buena mesa, y son capaces de conversar de manera constructiva. Lo que más me entristece es vivir entre este puñado de fascistas: ¿Es que la música no nos ha enseñado nada?, me pregunto. Vicky Moscholiou es la palabra del ‘nosotros’ contra el narcisismo del ‘yo’. Los valientes duermen solos.

Vicky Moscholiou. Hathike to feggari/The Moon is Lost (1964) [LP Álbum. 12 canciones (A6/B6). Sello: His Master’s Voice y Odeon. Este primer planchado se publicó en Grecia en el año 1966.]

 

www.losvalientesduermensolos.com