LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS


Svetlana Aleksiévich Cluster and Eno

De los susurros y gritos del fin del «Homo sovieticus»

 

POR LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS


«¿Tú qué prefieres: la luna o el sol?». ¡Había que estar muy atento ante esas preguntas trampa! «¡La luna!», respondí. «Muy bien. Eso significa que estás por el país de los Soviets». Si te equivocabas y decías que preferías el sol te acusaban de apoyar «a los malditos japoneses
SVETLANA ALEKSIÉVICH, Cap. De la belleza de las dictaduras y el misterio de una mariposa atrapada en un bloque de cemento, pp. 59

 

Album Lvds Svetlana AleksiévichCluster and Eno. Detalles de las ilustraciones «Process Belarus» collages 2020-2021 por Andrei Liankevich. Detalles de las fotografías: [arriba] Brian Eno, Dieter Moebius, Hans-Joachim Roedelius y Conny Plank en Plank studio, Berlín 1977 porChrista Fast. [abajo] Armonia documents en Plank studio, Berlín 1973 por Krautrocker Roedelius [ARTWORK Los Valientes Duermen Solos. Imprenta Ex-Typographia 153. 2 de febrero de 2022.]

 

                                                                                                                                                                                                           SVETLANA ALEKSIÉVICH. GEMINIS. 31 DE MAYO DE 1948. HANS-JOACHIM ROEDELIUS. ESCORPIO. 26 DE OCTUBRE DE 1934. Miércoles de Luna Nueva en Júpiter, nocturno de Piscis. Neptuno, el regente moderno. Aunque por la noche han aumentado las nubes, los últimos 12 meses han sido los más secos desde 1914. Esta noche se coló un sueño en casa debido a un descuido. ¿El año 1991? ¡Ah, en esa época estábamos estupendos! Y mientras, vemos a toda esta gente… Vivir en Rusia es vivir en vilo. Pero es aquí donde vivo rodeado de soviéticos. No sé cómo he podido acabar aquí. No lo entiendo. Estoy rodeado de estrellas de cinco puntas. Pido la palabra. Tengo una biblioteca y una fonoteca enormes. ¡Y eso es todo lo que poseo! La discografía de Hans-Joachim Roedelius se lee como un vector deslumbrante y sin concesiones que atraviesa una de las épocas más importantes de la historia cultural y musical de la Alemania de posguerra. Cuando Brian Eno llegó en 1976, Harmonia ya no era una banda. Michael estaba allí, Cluster también, pero ya no hacían música. Conocieron a Eno en un concierto de Harmonia. Apareció de repente un día después de que le invitaran en 1974. Tardó dos años en trabajar finalmente con ellos. Así que aunque Harmonia ya no existía, se reformó para este proyecto. Tracks & Traces fue el canto del cisne de Harmonia. No, no. Dejadme hablar a mí ahora. Pido la palabra. Y anote todo esto:

                                                                                                                                                                                                                   CON LA CLÁSICA ESTIMA POR LAS RIMAS INTERNAS, el Sun de Rupert Murdoch habla en términos de “Mad Vlad” en cubierta. Y el Daily Star titula “Más loco que una caja de ranas” una expresión típica inglesa. Tratarlo de loco estigmatiza las personas que sufren algún trastorno mental. A Putin se le puede tratar de lo que es, sin necesidad de forzar la literalidad y de criminalizar de pasada a la gente que sufre mala salud psíquica. Y si ha decidido mancharse las manos de sangre no es preso de un ataque ingobernable, sino fruto de una decisión meditada y hace falta presumir de consciente. Repartir carnets de follia al enemigo es una estrategia barata, que busca más la conformidad emocional. Prefiero adormecer la curiosidad para entenderlo. Josep Borrell es otro político con un irreprimible complejo de superioridad intelectual y de menosprecio. Todo eso ya se sabía: no puede ser capo de la diplomacia alguien que pierde los nervios cuando le preguntan alguna cosa que no le gusta (el “stop it” de la entrevista a la BBC) o alguien que habla de “desinfectar” para referirse a sus adversarios, por citar dos ejemplos bastante conocidos. El IPC español se ha situado en el 7,4%, un nivel nunca visto desde el 1989. El gas y el petróleo continúan su escalada de precios, que empeoran el conflicto, y otras primeras materias como el aluminio, del cual Rusia es uno de los principales productores, también continuarán subiendo. Darle soporte a Putin es incompatible con beneficiarse de la “guerra económica”. Hemos de estar dispuestos/as a recibir las/los refugiadas/os ucranianas/os que huyen de la guerra. Ucrania no es un país que acoja mucha inmigración, al contrario, antes de la invasión rusa eran los/las jóvenes ucranianos/as los/las que emigraban a otros sitios a causa de la situación económica. Pero si que tiene estudiantes de países árabes y africanos, que van atraídas/os por la buena cualidad de sus universidades, mucho más baratas en comparación con otros países europeos. Estudiantes de medicina o ingeniería se han encontrado en medio de una guerra. Y, a diferencia de la población ucraniana, no son bien acogidos a UE. Nigerianas/os, argelinas/os han sido devueltos por la policía polonesa al llegar a la frontera con Polonia. La huida de medio millón de refugiadas/os en cinco días ha llevado escenas de caos a las estaciones de tren.

                                                 “ESTA GUERRA NO SE HACE EN MI NOMBRE”, lema lanzado por Irina Kuznetsova. Muy crítica con el régimen de Putin, Irina es profesora titular de la Facultad de Geografía, Planeta y Medio Ambiente de la Universidad de Birmingham, socióloga y experta en migraciones, marchó de Rusia el 2014 y asegura que ha tardado años a “aprender a respirar y hablar con libertad”. Ataques a civiles mientras Moscú emplaza a seguir dialogando. “Nos están bombardeando, están atacando barrios dormitorio, ha sido un infierno desde la una del mediodía”, explica Oksana Sendeha, una médico de intensivos de un hospital de Kharkiv. Nikolai Gógol nació en Poltava, no muy lejos de Khakiv, y era hijo de un dramaturgo y poeta en lengua ucraniana. Bulgákov era un ruso de Kiev, ciudad donde se licenció en medicina. Isaak Bábel nació en una familia judía de Odessa. Otra hija de Odessa era Ajmátova. El humor cáustico de Ilf y Petrov, salieron de esa misma ciudad al lado del Mar Negro. Y hasta los principales precursores del futurismo ruso, Kruchenykh y los hermanos Burliuk eran hijos de la tierra ucraniana. Los discursos de las lenguas ucranianas las han aprovechado todas las facciones implicadas en un conflicto que viene de muy lejos. Por un lado, la narrativa pro rusa se ha movido siempre entre el argumento supremacista y un victimismo fingido inexistente e inversemblante. Por el otro, los sectores más nacionalistas ucranianos han sido muy intransigentes con los derechos lingüísticos de una población rusófona de Ucrania. Una población que, en el último censo, representaba no menos del 30% de sus habitantes, concentrados justamente a las regiones de Crimea y Donbass. La invasión rusa de Ucrania destruye un marco cultural secularmente compartido. La entrada al gobierno de clara orientación fascista y la identificación de las lenguas con determinadas posiciones políticas hizo pensar a muchos rusófonos que los derechos lingüísticos en la nueva Ucrania se les complicarían hasta el extremo. Los separatistas pro-rusos del Donbass emprendieron la amenaza de derrogación a pretexto de convencer una gran parte de la población rusófona de las regiones orientales. La amenaza de discriminación lingüística hizo decantar muchos rusófonos por el bando pro-ruso. El último elemento ha sido el discurso nacionalista del Kremlin de no abandonar a su gente. Esta tensión Putin la ha transformado en guerra, valiéndose de una retórica rusocentrista de tono victimista e imperialista a la vez. Un rótulo electrónico en Kiev espera el paso del ejército ruso con un mensaje en el idioma de Dostoievski: “Soldado, ruso, ¡ves a la mierda!”. Los elementos que han condicionado la complicada relación entre Ucrania y Rusia han estado muchos y de muy diversos, por supuesto, pero el factor lingüístico y nacional ha estado siempre uno de los más relevantes.

 

Comité de redacción

EL VASO DE TINTA 

1/28 Luna [LITERATURA] El sueño nocturno del hipersomne

 

 

                                                 MÁS DE UN MILLAR DE NOMBRES DE LA LITERTURA incluyendo los premio Nobel de la Literatura Orhan Pamuk y Svetlana Aleksiévich han expresado su solidaridad con Ucrania y han pedido el fin de la invasión Rusa. A la bielorrusa Svetlana, de 73 años [Ucrania, 1948], el Servicio de Intercambio Académico de Alemania [DAAD] que acogió a la escritora en otoño de 2020 [cuando tuvo que abandonar precipitadamente Bielorrusia ante un peligro de represión todavía real], le acaban de prolongar el permiso de residencia en Berlín. La escritora afirma que En Bielorrusia se vive ya como en los libros de Solzhenitsin, con una mochilita preparada con lo imprescindible para los primeros tiempos en prisión. Svetlana fue miembro del consejo coordinador de las protestas contra Aleksandr Lukashenko [en el poder desde 1994]. Durante la represión que siguió, Alexiévich fue interrogada por el comité de investigación de Bielorrusia. Según cuenta, los diplomáticos extranjeros y funcionarios internacionales, que durante varias semanas habían montado guardia en su domicilio de Minsk, la acompañaron a finales de septiembre al aeropuerto para dar la alarma si a la escritora le ponían pegas para partir. Svetlana Aleksiévich estudió periodismo en Bielorusia, donde sus padres eran maestros. Con la sola ayuda de una grabadora, Svetlana se empeña en recuperar la memoria histórica de la tragedia que fue la URSS, en narrar las microhistorias de una gran utopía. En este impresionante requiem, Svetlana reinventa una manera literaria polifónica muy singular capacitada para recoger las voces damnificadas: humilladas y ofendidas, a madres deportadas con sus hijos, a estalinistas irredentos a pesar del Gulag, a entusiastas de la perestroika anonadada ante el triunfo del capitalismo. La esclerosis no les ha borrado toda la memoria. Aprendían esos versos en las sesiones de instrucción política. ¿Cuántos años han pasado ya desde entonces? Asusta contarlos… Rusa natal, ¿Quién conoce otra igual? Palabra de pionero. Todos los niños soñaban con ser pioneros: lo juraban por Lenin, o por el juramento máximo: «¡Te lo juro por Stalin!». El padre de Svetlana solía recordar que su fe en el comunismo surgió a raíz del vuelo de Yuri Gagarin. «¡Hemos sido los primeros! ¡Somos capaces de todo!», se dijo. Y en esa fe les educaron. De una época en la que todos creían de que estaban sirviendo a su patria. Es el caso de Olga V., topógrafa, 24 años. Rusa, nacida en Abjasia y vivió en Sujumi mucho tiempo. Hasta los veintidós años. Hasta el año 1992. Hasta que estalló la guerra. Según las costumbres abjasias, el tiempo que uno pasa sentado en torno a la mesa con sus invitados no suma en la edad vivida, porque quien está sentado a la mesa bebiendo y entre amigos no pierde tiempo de vida, sino que lo gana. Lo que se pregunta ahora es cómo contar el tiempo empleado en matar a tus semejantes. En disparar a alguien.

                              → Svetlana Aleksiévich. конец красного человека / El fin del «Homosovieticus» (2013) [Hay trad. cast. de Jorge Ferrer Díaz: El fin del «Homo sovieticus».  Colección nº 324. Rústica cosida. 13 x 21 cm. Ilustración de la cubierta por Anrei Liankevich. Editor: Acantilado. Esta primera edición se terminó de imprimir en Capellades en la imprenta Romanyà-Valls en el mes de diciembre del año 2015.]

 

Ritmos de ensueño

UPPER EGYPT SERIES

2/28 Lunas [MÚSICA] REM [en negro]

POR LOS VALIENTES DUERMEN SOLOS                                                                                                                   

 

«Tener a Michael [Rother] en el estudio cambió el enfoque automáticamente. Para nosotros, el lugar donde estábamos grabando también fue una gran influencia. El entorno era precioso: los árboles, el río que pasaba, las gallinas y los gansos. Era un núcleo. Nos influyó para pasar de la música industrial a la verdadera composición de canciones. No era sólo el paisaje, sino también la amistad y la comunidad que se vivía allí. Tenías que trabajar, tenías que ir al bosque a cortar leña, tenías que hornear tu propio pan. Había que entrar realmente en contacto con la tierra
HOANS-JOACHIM ROEDELIUS, The History of Harmonia with Famed Krautrocker Roedelius 

 

                                                 LA PORTADA TAMBIÉN ERA MUY DIVERTIDA. Fue idea de Moebius, porque era diseñador gráfico, y quizá el título del tema, «Sehr Kosmisch», también era humorístico. Era una forma de describir cómo nos sentíamos y también la propia portada, que era totalmente diferente al disco. Fue un intento de llamar la atención de la gente que no nos conocía en ese momento.  Con Harmonia y Eno, la música se producía en el momento. No había tanta elaboración. No había tiempo para sentarse y trabajar a fondo en la música porque tenían que trabajar en la casa. No se trataba de una «música pensada», sino de una «música que ocurrió». Eno tocaba el bajo y llevaba su sintetizador ARP. Hans-Joachim Roedelius tenía un chelo, Moebius un violín y Michael una guitarra. También tenía una guitarra preparada, un órgano y toda una colección de pequeñas máquinas caseras. No tenían sintetizadores, sólo teclados. Pero cuando entraban en el estudio más tarde para hacer Cluster & Eno y After The Heat, empezaban a utilizar también sintetizadores. Más tarde hicieron una música más estructurada en el sentido de que tenía melodías, pero también era abierta y algo visionaria. Y temas como ‘Hausmusik’ reflejaban el papel de la comunidad en sus discos. La canción nació cuando conectaron realmente con esa casa que tenían que construir. Tuvieron que hacerlo todo ellos mismos: construir los aseos, hacer el mortero de la casa. Fue la primera vez que pudieron tranquilizarse de sus vidas agitadas. Tuvieron que abandonar Berlín en 1943 a causa de los bombardeos, así que para ellos no había nada. Siempre estaban cambiando de lugar, siempre en la carretera. Y esto era realmente agotador. Así que allí, en esa tierra, tenían su pequeña utopía libertaria. Nadie estaba allí para hacer algo con ellos.

cluster & eno [ LP. A4 y B5. 36 min. 14 s. Colección nº 10. Rústica cosida. 13 x 21 cm. Ilustración de la cubierta por Dieter Moebius [Cluster]. Ingeniero Conny Plank. Ingeniero [Asistente]: J. Krämer. Música de Eno, Moebius y Roedelius. Producido por Cluster y Conny Plank. Publicado en Francia por Sky Records. Esta primera edición se terminó de grabar en Berlín en Conny’s Studio en el mes de junio del año 1977.]

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