Los valientes duermen solos nº 955
Los pájaros de Verhovina (2019), de Ádám Bodor
«En las noches en las que no corre el viento, sobre todo cuando alguna nube espesa se posa como una campana sobre el valle, el ruido de la locomotora y de los vagones puede oírse una o dos horas antes de su llegada, mientras comienzan a repechar a lo largo del Jablonka, mientras cruzan traqueteando los centenarios puentes de hierro. Quien tiene avezado el oído, gracias al rumor que llega desde la lejanía sabe por dónde anda el tren.» Los pájaros de Verhovina. Página 8 y 9. Los valientes duermen solos. Lunes 19 de agosto de 2019
Los pájaros de Verhovina, de Ádám Bodor. Título original: Verhovina madarai. Publicado por Acantilado, Barcelona, junio de 2019. Traducción de Adan Kovacsics Meszaros. Colección: Narrativa del Acantilado, 323. Rústica cosida. 272 pp. 13 x 21 cm.
Ádám Bodor (Cluj-Napoca, Rumanía, 1936) pertenece a la comunidad húngara de Transilvania. Fue detenido por la policía política en 1950 y llevado a prisión. Acantilado ha publicado sus novelas El distrito de Sinistra (2003)—elegido por La Vanguardia mejor libro de narrativa extranjera de 2003 y galardonado con el premio de traducción Ángel Crespo—, La visita del arzobispo (2005) y Los pájaros de Verhovina (2019),así como los relatos de La sección (2007).
La interrupción de la obras de la línea ferroviaria años atrás dejó a los habitantes de Jablonska Poliana, un pueblo situado al pie de los Cárpatos ucranianos, aislados del resto del mundo: hasta los pájaros levantaron el vuelo un buen día y no regresaron. Suspendidos en el tiempo, los vecinos de la región de Verhovina viven abocados a la autarquía, entregados a unos pocos consuelos como los lángos de crema agria o el vino de moras, no anhelan nada, sus vidas están vacías, sus aspiraciones no pasan de la más estricta supervivencia, y placeres como la amistad les son desconocidos. El hastío, la resignación y el delirio crecen en sus corazones, alimentando el resentimiento y el recelo entre ellos. Tan incisiva y turbadora como jocosa, esta novela es un lúcido retrato del absurdo y la irracionalidad inherentes a cualquier régimen totalitario.