Sueño 954
Enrique Escandell
“…GRAFFITI SOBRE TRENES…”
«…Investigar los sistemas de metro de diferentes ciudades e infiltrarse en ellos, a menudo durante viajes agotadores a través de continentes enteros, se ha convertido de hecho en eel principal componente del graffiti sobre trenes, y para los escritores especializados se trata a menudo de la parte más interesante. La pintura al final ha pasado en muchos casos a ser un pretexto para practicar un juego que tiene más que ver con la explotación urbana que con el graffiti tal y como se entendía en Nueva York de los setenta…» Los valientes duermen solos, domingo 18 de agosto de 2019.
Bibliografía selecta y material de prensa: presentación, notas y cronología
Subterráneos, de Enrique Escandell. Diseño: Tres Tipos Gráficos. Preimpresión de Eduardo Nave. Impreso y encuadernado en Artes Gráficas Palermo. Traducción de Ian Winter y Liza D’Arcy. Editorial Velvet Liga, 2018. Cuadernos fotográficos de La Kursala nº68. Este libro fue publicado con motivo de la exposición Player 2, que tuvo lugar en la sala Kursala de la Universidad de Cadiz entre el 11 de julio hasta el día 25 de septiembre de 2018.
En 2011 Enrique Escandell comenzó a hacer fotos del graffiti en el metro. Ahora presenta su trabajo en el libro «Subterráneos». En cada capital de Europa hay un pequeño grupo de individuos que dedica su tiempo libre a un objetivo muy concreto, lúdico y ritual: pintar su nombre en los vagones de metro. Lo que en un principio nació como una vía para que los graffitis circulasen por todos los barrios de la ciudad de Nueva York ha perdido su sentido originario desde que se importó a Europa.
Actualmente los metros no circulan pintados casi en ninguna ciudad del mundo. La amenaza terrorista y la imagen de inseguridad que se proyecta cada vez que los metros se ven pintados ha contribuido a que las medidas de seguridad en hangares y cocheras sean mucho más sofisticadas que en los 80. Entonces, ¿por qué lo hacen? ¿Por qué arriesgar la vida y la libertad para hacer algo que nadie puede ver? Este proyecto explora y documenta el fenómeno por el cual los escritores de graffiti pasan noches en vela estudiando cómo colarse en las cocheras, conseguir sortear cámaras, sensores, vallas, vigilantes, policía y llegar hasta los vagones convirtiendo sus vidas en una especie de videojuego.
Como juego, Subterráneos tiene dos jugadores, dos puntos de vista, enfrentados el uno al otro como adversarios. Por un lado, la acción de infiltrarse en el metro para pintar, de la que Enrique Escandell es testigo con su cámara, y por el otro, las fotografías realizadas por la policía que pertenecen a diversos juicios e investigaciones en contra de los escritores de graffiti. Dos formas de representación que se complementan para dar una visión completa del fenómeno.