Tierra de los hombres, de Antoine de Saint-Exupéry

By octubre 21, 2019Sin categoría

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Los valientes duermen solos nº 1030
Tierra de los hombres (1939), de Antoine de Saint-Exupéry 

«»¿De dónde soy? Soy de mi infancia. Soy de mi infancia como se es de un país.» Poco después de acabar él su servicio en Argentina, la Aéropostale fue liquidada por un escándalo de corrupción. Sin compañía en la que integrarse -lo rechazó en su plantilla la flamante Air France-, trabajó como piloto de pruebas y llevando a cabo misiones especiales y retos pagados. En varios casos, las aventuras terminaron en accidentes graves. Uno de ellos, con treinta y cinco años, en el desierto de Libia. para ayudarse económicamente, no tuvo más remedio que escribir para periódicos y revistas. Paris-Soir lo envió a Moscú (1935) y al frente de madrid (1937) y L’Intransigeant, a Barcelona, recién comenzada la Guerra Civil. Lo odiaba. Consideraba el periodismo como un vampiro que le impedía dedicarse a lo que le importaba. Sus crónicas, eso sí, causaban sensación.» Los valientes duermen solos. Lunes 21 de octubre de 2019.

Tierra de los hombres (1939), de Lisa Kahane. Título original: Terre des hommes. Publicado en París por Gallimard en febrero de 1939. Edición en castellano publicado en Buenos Aires por E. Troquel en 1975.

 

La dedepción amorosa le inspiró su primer relato, «El aviador», que publicó Prévost en la revista Le Navire d’Argent. A Prévost lo había conocido en casa de su prima Yvonne de Lestrange, igual que a André Gide y al editor Gaston Gallimard. Prévost, Gide y Gallimard fueron pronto los principales valedores de su creación literaria. El Rey Sol podía servirse de metáforas para hacer entender su pensamiento, pero dijo muy claro que no podía escribir sobre nada que no hubiera vivido. Tuvo tal éxito su primera novela que Gaston Gallimard le hizo firmar un contrato por siete novelas más. Es el mismo año que al Rey Sol lo nombraron jefe de Aeroposta Argentina. él y su equipo abrieron la ruta de correo en la Patagonia. Para él, la línea era un esfuerzo al servicio del bien común que elevaba y trascendía a los individuos. Así intentó contarlo en Vuelo de noche que, ganó el premio Fémina. Con dos libros, el Rey Sol era un best seller indiscutible.

En Guatemala, tierra de volcanes dormidos y despiertos, tuvo el quinto accidente de su carrera. Se rompió la mandíbula, la muñeca derecha y el brazo y el hombro izquierdos; las heridas se le infectaron y pasó seis semanas delirando en un hospital. Durante la convalecencia de nuestro papel, incluso del más discreto. Solo entonces podremos vivir en paz y morir en paz, pues lo que da un sentido a la vida da sentido a la muerte. Tierra de los hombres, biblia laica, parecía una consecuencia directa del coma, pero en realidad eran sus artículos periodísticos reordenados y pulidos. la idea se la dio André Gide: si Joseph Conrad había contado la experiencia de la navegación en El espejo del mar, el rey Sol debía hacer lo mismo con la experiencia de volar. fue otro éxito rotundo.

El Rey Sol fue movilizado y, desde el aire, vio como los alemanes entraban en Francia en 1940 como el torrente de un río desbordado. lo contó en Piloto de Guerra. El libro fue prohibido por Charles de Gaulle en la Francia libre. Aún intentaría darse a entender en otro librito, casi un panfleto de sus ideas, Carta a un rehén. Está dirigido a su amigo Léo Werth, judío atrapado en la Francia ocupada. 

Viviendo a la fuerza de un país extranjero del que se negaba a aprender la lengua, dibujaba a todas horas, en cartas, apuntes y servilletas de papel, a un petit bon-homme con bufanda y de cabello ondulado. Así se veía a sí mismo, decía. «Por qué no le escribes un cuento a ese personaje?», le preguntó un editor, pues los editores siempre están proponiendo libros a los escritores aunque los escritores no tengan ganas de escribirlos. «Lo publicaremos en navidad y lo venderemos a los niños». El libro salió, pero a diferencia de todos los suyos anteriores, nadie le hizo mucho caso. Hoy está traducido a más de trescientas lenguas, incluido el dialecto árabe que se habla en Cabo Juby. Exupéry, como es sabido, desapareció, probablemente derribado, durante un reconocimiento de la Segunda Guerra Mundial en 1944. El principito es el sombrero que impide ver a la boa tragando un elefante.

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