Los valientes duermen solos nº 1023
Oscuro Deleuze (2016), de Andrew Culp
«En 1970, Michel Foucault sugirió medio en broma que «tal vez un día, el siglo será deleuziano» (Theatrum Philosophicum, 7). Es fácil ver en qué medida esta frase ha sido utilizada por adeptos de Deleuze para elevar su perfil, que era mucho menos popular que el de Foucault o Derrida durante la recepción inicial del postestructuralismo en Estados Unidos. Pero, ¿y si se tratara de una sutil pulla? Foucault hace este comentario a su vez como una referencia a Pierre Klossowski, un miembro crucial de la sociedad secreta Acéphale, que contribuyó a la recuperación a Nietzsche en Francia en un momento en el que otros intelectuales lo desestimaban de manera facilona como un pensador fascista.» Los valientes duermen solos. Miércoles 10 de octubre de 2019.
Oscuro Deleuze (2015), de Andre Culp. Título original: Dark Deleuze. Publicado en Minnesota por University of Minessota Press. Publicado en castellano en Santa cruz de Tenerife por melusina en octubre de 2016. Traducción de Ernesto Castro. Rústica. 136 pp. 10 x 17 cm.
Andrew Culp define su proyecto como una crítica sin concesiones «del “canon de la felicidad” que celebra de manera naíf a Deleuze como un pensador afirmativo de la conectividad». Las interpretaciones alegres se centran en liberar flujos, en el devenir y la transversalidad, en los rizomas y los esquizos. Pero lo único que consiguen es repetir el lenguaje de la revolución molecular cuando, como señala Tiqqun: «La revolución era molecular, y la contrarrevolución no lo fue menos».Se considera a Gilles Deleuze como un pensador de afirmaciones jubilosas y rizomáticas. El autor de este breve ensayo, no obstante, demuestra que ese «canon de alegría» que fuera radical en el pasado ha perdido hoy su resistencia. Andrew Culp indaga en una oculta red de referencias a la conspiración, la crueldad, el terror de lo exterior y la vergüenza de ser humano para reinterpretar y reavivar la oposición de Deleuze a todo lo que resulta intolerable en este mundo. Frente al «Alegre Deleuze» que nos ha llegado de la mano de sus hagiógrafos, «Oscuro Deleuze» reivindica «la destructiva fuerza de la negatividad cultivando un “odio hacia este mundo”».
