Los valientes duermen solos. Sueño nº 752
Nikolái Berdiáyev
“…FORMAS O MODELOS ORGÁNICOS COMPLETOS…”
«…El filósofo Nikolái Berdiáyev dijo que veía la creación de Biely como «un cubismo inmerso en una prosa artística, con una fuerza similar al cubismo pictórico», pues el método que propone es «una percepción analítica y no sintética de las cosas», en la que brillan por su ausencia «formas o modelos orgánicos completos»…» Andréi Biely. Petersburgo. Página 137
Bibliografía selecta
Nicolás Berdiaev: Introducción a su vida y su obra, de Alexis Klimov. Publicado por Carlos Lohlé en Buenos Aires en1979. Traducido del francés por Ramón Alcalde.
Material de prensa: presentación, notas y cronología
Nikolái Aleksándrovich Berdiáyev (por transliteración del ruso cirílico Николай Александрович Бердяев) (18 de marzo de 1874 en Gobernación de Kiev – 24 de marzo de 1948 en Clamart, Francia) Nikolái Berdiáyev fue un escritor y filósofo ruso, cuyas profundas convicciones religiosas y su oposición al autoritarismo marcaron su obra y su vida. A los 25 años, sufrió el destierro en el norte de Rusia, condenado por el régimen zarista. En Alemania efectuó estudios de posgraduado. Profesó en la Universidad de Moscú desde 1919 a 1920, siendo después expulsado de su patria por su resuelta oposición al comunismo. Descendiente de una familia de la aristocracia militar rusa. Vive una infancia solitaria en su casa, dándose una cultura desordenada a través de la biblioteca de su padre. Con apenas catorce años leía aHegel, Schopenhauer y Kant. Destacaba, además, en lenguas extranjeras. La oposición al medio familiar hizo nacer en él el gusto de la independencia y de la libertad, que será la intuición fundamental de su visión del mundo. Determinando su destino de estudiante, se inscribió en la universidad de Kiev en 1894. Estrechó amistad con otros jóvenes intelectuales rusos de la ciudad, y muy pronto se sintió contagiado por los fervores revolucionarios de sus colegas estudiantiles. La oposición a su familia lo condujo a distanciarse del medio aristocrático y a simpatizar con los pensadores populares rusos (Nikolái Mijáilovski y Piotr Lavrov). En 1894, cuando entró en la Universidad, es cuando descubriría el marxismo.
Los años siguientes fueron de los más fecundos en su vida intelectual: escribió artículos y libros. En 1900 fue desterrado a Vólogda. De vuelta a Kiev, encontró a Serguéi Bulgákov; vínculo que sería determinante para su evolución religiosa ulterior. En 1904 fue junto a su esposa a San Petersburgo por entonces capital y centro cultural y revolucionario principal de Rusia y centro de un renacimiento intelectual y religioso en el que colaboró activamente. Desde esta época, Berdiáyev se sentía cada vez más inclinado hacia la Ortodoxia, guardando sin embargo una reticencia tenaz con respecto a las instituciones convencionales, de manera que casi no se puede hablar de conversión. Interviene en debates y va progresivamente dejando atrás sus posiciones de marxismo radical y asignando mayor atención a la vida filosófica y espiritual. Siendo un ferviente cristiano ortodoxo no ahorró críticas a la iglesia institucional. En 1913 atacó duramente el Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa, por lo cual fue acusado de blasfemia. Destinado al exilio de por vida en Siberia, acabando con esa condena gracias al estallido de la Primera Guerra Mundial. Y, a renglón seguido, por la Revolución de Octubre. Su pensamiento y personalidad no podían aceptar a los bolcheviques. Ya sea por su autoritarismo como por el predominio de la función del Estado sobre la libertad individual. De todas maneras, en el primer período revolucionario prosiguió dando lecciones y escribiendo.
En 1916 apareció su célebre obra El sentido de la creación. En 1917, la Revolución fue para él como una liberación y como un cataclismo espiritual. En 1918 escribió su Filosofía de la desigualdad, que es un conjunto de acusaciones violentas respecto del bolchevismo. A pesar de todo, desde 1918 a 1920 Berdiáyev no fue molestado y llevó una vida activa; pronunció numerosas conferencias y fundó en Moscú una Academia libre de cultura espiritual. Hasta llegó a enseñar durante un año en la Universidad de Moscú. En 1922 el gobierno ruso expulsó a 160 prominentes intelectuales, incluyendo a Berdiáyev. En verdad no eran sostenedores del pasado régimen zarista –tampoco del bolchevismo–, defendían, sencillamente, la libertad individual, el derecho al desarrollo espiritual, la ética cristiana y un pensamiento sostenido por la razón y guiado por la fe. En un primer momento Berdiáyev y los demás expulsados por el régimen comunista recalaron en Berlín, pero bien pronto las difíciles condiciones económicas y políticas de la Alemania de entonces, lo indujeron a él y a su esposa a dirigirse a París. Ya en la capital de Francia, fundó una academia, insistió en el progresivo desarrollo de su pensamiento, dio lecciones y se dedicó a escribir e intercambiar ideas con la comunidad intelectual francesa. Durante la segunda guerra mundial y la ocupación alemana de Francia, el filósofo ruso continuó en la escritura de libros que se editaron después de la conflagración. Algunos se publicaron póstumamente. En su exilio francés escribió sus trabajos más importantes. Berdiáyev encontró la muerte sobre la mesa de trabajo, en su casa de Clamart, cerca de París, el 24 de marzo de 1948.