CUADERNO NEGRO, caminando por las calles de Madrid me doy de narices con los textos de la historiadora María Isabel Baldesarre sobre el retrato de Gómez de la Serna, realizados en Madrid, por Diego Rivera en 1915. Según el propio Ramón: una comunicación de la policía mandando que se retire el cuadro por cómo está provocando un escándalo público constante. Léase, Automoribundia (Buenos Aires, Sudamericana, 1948). También el mexicano Alfonso Reyes relató el escándalo provocado por sus obras en El derecho a la locura. 

el núcleo de grupos vanguardistas de izquierda en Düsseldorf; entre los que probablemente se encontraba Jankel Adler, junto al abogado de Düsseldorf, Joseph Gottlieb. Su intensa dedicación a la pintura mural durante este período consistía en raspar patrones en una mezcla de óleo y arena. La mesa está puesta con objetos y platos. Con grandes caracteres poéticos parecidos a arpas, las velas se han consumido, se ha consumido la mitad del pan de hallah y la copa de vino está vacía.

 

, «MANO ARMADA,
 la mano guiada.»

 

CUADERNO ROJO, hay obra orig. Retrato de Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1915) Óleo sobre tela. 110,5 x 90,5 cm. Donación Malba, Buenos Aires: Eduardo F. Costantini.

, he jugado con esa necesidad de establecer una imagen de la forma híbrida del cubo-futurismo de Rivera. Como se observa en este caso en las manos y los ojos, indicados por Olivier Debroise. Como bien señala María Isabel Baldesarre:  Diego había abandonado la ortodoxia del cubismo para componer con planos texturados de colores vibrantes y complementarios, como sucede aquí con las gamas de los azules/terracotas y los violáceos/amarillos y verdes, algunos incluso de tintes iridiscentes.  Diego había abandonado la ortodoxia del cubismo para componer con planos texturados de colores vibrantes y complementarios, como sucede aquí con las gamas de los azules/terracotas y los violáceos/amarillos y verdes, algunos incluso de tintes iridiscentes. el uso del esgrafiado y la arena para ganar rugosidad en una pintura en la que priman los planos texturados de carga matérica. El pintor había incorporado este último material en su obra en el verano transcurrido en Mallorca en 1914. La presente nota se ha hecho a través del kollage, de personajes separados de sus plantillas narradoras, espacios que probablemente no existen, pero que de algún modo deberían haber existido. Varias veces se oyen tijeretazos de voces entrecortadas. De todas formas, acabarán recortándose con unas tijeras, en una delicada blandura, un pie de nota herida. No se me escapa que presentar estos fragmentos de manera seguida desvirtúa en cierta medida su sentido original.

 

 


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