Aula voladora de Melocotón Grande
# Filmoteca nº 428
Fukushima, mon amour, de Doris Dörrie
Alemania, 2016. 104′. Guión de Doris Dörrie. Música de Ulrike Haage. Fotografía de Hanno Lentz. Reparto: Rosalie Thomass, Kaori Momoi, Moshe Cohen, Nami Kamata, Aya Irizuki,Thomas Lettow. Productora: OlgaFilm
Tras la conmovedora cinta «Cerezos en flor» de 2008, Dörrie (Hannover, 1955) vuelve a hacer un «viaje» cinematográfico a Japón para mostrar las diferencias culturales con «Fukushima mon amour», su primer largometraje en blanco y negro y con el que arrancó el Festival de Cine Alemán de Madrid en el Cine Palafox de Madrid.
Ambientada en la ciudad nipona tras el desastre nuclear, «Fukushima mon amour», es un «homenaje» al pueblo japonés y la primera cinta realizada sobre la catástrofe de 2011, inspirada en la «vinculación» entre Alemania y Japón, ha explicado Dörrie hoy en rueda de prensa.
«La catástrofe nuclear es sin duda el manto de la película, pero la profundidad de la historia se encuentra en lo que significa la pérdida; la vida y la muerte. La cinta trata de cómo encontrar el camino para superar algo traumático», ha asegurado la realizadora.
«Fukushima mon amour» narra el viaje de la joven alemana Marie (Rosalie Thomass) que, huyendo de su propio cataclismo sentimental, viaja a Fukushima como miembro de una compañía de payasos benéfica para devolver la «semilla de la felicidad» a una población suspendida en el trauma.
La joven se encontrará con una ciudad en la que solo queda una tercera edad resistente a abandonar su hogar, como Satomi (Kaori Momoi), la última geisha de Fukushima, que quiere reconstruir «a toda costa» su devastada casa familiar.
La cinta, en la que ha utilizado el blanco y negro para darle «más fuerza» y una mayor carga «metafórica», seguirá la «hermosa y cambiante» relación de las dos mujeres, explorando los choques culturales entre Oriente y Occidente para mostrar, según su realizadora, «cómo vivir el momento y liberarse del dolor».
«Fukushima mon amour», que tiene previsto llegar a las salas comerciales en España el 8 de julio, filma a los propios habitantes de la ciudad nipona que viven desde 2011 en un campamento temporal, porque era «muy importante que no fueran actores», ha explicado Dörrie.
«Nos recibieron encantados, porque da la impresión de que el resto de la población está intentando borrar de la memoria el recuerdo de ese desastre. La esperanza es algo muy importante para mí», ha asegurado Dörrie, con más de treinta películas y veinte libros publicados.
La 18 edición del Festival reunió la última hornada del cine germano además de la proyección de la copia restaurada del clásico mudo «Las tres luces» (1921) de Fritz Lang acompañada de la música electrónica en directo de Raphaël Marionneau.
El programa del certamen incluyó, también, un ciclo dedicado al Berlín contracultural de los años 80, en el que se proyectaron cuatro películas inéditas, además de la autobiografía de Oskar Roehler «Muerte a los hippies, viva el punk» y la cinta de 1989 «Coming out».