Aula voladora de Melocotón Grande. Fotolibro nº314
El hombre mecánico, del seminario ilustrado VU © VU, París, 21 de marzo de 1928
El hombre dormido es una máquina. ¿Cómo puede ser tentada una máquina? Cuando en un coche se rompe un engranaje nunca se dice que tuvo la tentación de hacerlo. Pero si se habla de un hombre que está despertando del sueño, la cuestión es diferente. Tal hombre puede ser verdaderamente tentado. Un hombre que está despertando no es del todo una máquina. Una máquina carece de psicología, pero el hombre que está despertando empieza a tener una psicología y así puede ser tentado. Para estudiar una máquina, no es necesario hablar de psicología. En una máquina todo es cuestión de mecánica y nada más. Hombres Mecánicos es un término que apareció en las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (Cuarto Camino). ¿Por qué es tan difícil recibir nuevas ideas? La mente se encierra temprano en unas pocas ideas convencionales. A veces se compara la mente a una jaula, y las ideas a pájaros. Algunos pájaros muy bellos suelen entrar y salir. Si se los valora tal vez se queden. Pero si en una visión una persona viera su mente representada como una jaula, ¿qué clase de aves percibiría en ella? Tal vez unos papagayos, y algunas aves moribundas o muertas. El fondo de la jaula estaría llena de suciedad. Un hombre debe decir lo que quiere expresar. Ese hombre pragmático no tarda en cristalizar. Su mundo lo fija muy pronto. no puede desarrollarse. La Humanidad Mecánica y la Humanidad Consciente. El Hombre Equilibrado resume la enseñanza y explica su existencia, y al estar por encima del vivir mecánico de esta vida, está abierto para responder a otra vida, cuyo vivir es nuestro derecho: un derecho que no es innato ni adquirido, sino preexistente para llegar a ser conscientes; y alcanzar un grado de conciencia suficiente que nos permita llegar a el nivel del «Yo». «L’HOMME MÉCANIQUE» aparece en portada en el primer número de Vu: seminario ilustrado (París 1928 – 1940) dirigido por Lucien Vogel, con Carlo Rim como redactor-jefe. Vu fue la mejor revista francesa ilustrada con fotos de los años treinta, el equivalente de las modernas revistas alemanas del momento. Aunque no era una revista como AIZ o Regards, Vu se fue politizando hacia la izquierda y el antifascismo, utilizando los procedimientos de AIZ, sobre todo en los fotomontajes de cubierta, muchos de ellos de Alexander Liberman, que fue el director de arte de la revista.