De qué color es Berlín, de David Wagner (2011)

By junio 18, 2017Sin categoría

MG. De qué color es Berlín

Aula voladora de Melocotón Grande. Filosofía nº335
De qué color es Berlín, de David Wagner (2011) Título original: Welche Farbe hat Berlin © Verbrecher Verlag, 2011. Edición española © Errata Naturae editores, Madrid, enero de 2017

Barrio a barrio, calle a calle, descubrimos —en la estela de otros famosos flâneursberlineses que le precedieron: Walter Benjamin, Franz Hessel o Siegfried Kracauer— cómo es el Berlín de hoy en día. David Wagner (Andernach, 1971) pasea por la ciudad casi siempre solo, aunque no rehúye la compañía en ocasiones, y responde ejemplarmente a una pregunta que todos nos hacemos: ¿qué es la ciudad hoy? Wagner se topa una y otra vez con las ruinas de la historia alemana, mientras relata de un modo magistral cómo es la ciudad en el presente y cuánto ha cambiado en los últimos diez años. Trabaja como portero en pruebas en el conocido Flittchenbar, se encuentra con los zorros de la Isla de los Pavos Reales o con un alcalde con aspecto cansado junto a alguien disfrazado de oso, o visita las aulas universitarias donde estudió. Deambula tanto por la periferia como por el antiguo Oeste, se aleja de las zonas en obras y recuerda las parcelas antaño vacías. David Wagner es un verdadero caminante urbano, lleva recorriendo Berlín de una punta a otra desde que tenía veinte años, «en un estado de semitrance que lleva aparejado el deseo de ofrecer una meticulosidad sin ensoñaciones», como señaló el semanario Die Zeit. Durante años el escritor alemán David Wagner fue escribiendo sin darse cuenta un libro sobre Berlín. Lo hacía en ensayos breves que publicaba en algunos de los principales diarios de su país, y que están reunidos en De qué color es Berlín, segundo de sus libros que pública Errata Naturae en España, tras Cosas de niños. Los textos hablan de cómo el tiempo ha ido moldeando una ciudad que ya fue «escrita» por autores como Walter Benjamin o Franz Hessel en el periodo de entreguerras. Ahora es Wagner quien, insertado en esa fructífera tradición de flâneurs, se deja ir en un interminable paseo jovial y despreocupado.