«EL KOLLAGE, alfombras voladoras»

Lvds 1296lvdsColección Veintiocho Lunaslvdsséptima lunalvdsNOCHES FIERAS ~ la font del gat.

 

ESKELET 1
L.  Preludio

 

LVDSlosvalientesduermensolosSesenta y cuatro cuadrados de madera clavados y encolados sobre contrachapado por Marcel Duchamp en París en 1937lvds Mismo tablero de ajedrez Echiquier 70 x 70 cm cedido en 1967 a la escultora Isabelle Waldberg en ParíslvdsTras la muerte de Duchamp el 2 de octubre de 1968 es cedido a hasta 1972 a Robert Lebel crítico y poeta y amigo de Duchamp.

lvdsLa litografía se encuentra arriba y mide 29,5 x 45,1 cmlvdsCoursier I (1958) de Jacques VillonlvdsHermano mayor de Marcel Duchamp, el caricaturista, ilustrador y pintor Jacques Villon influido por Toulouse-LautreclvdsCambia su nombre de pila en homenaje a la novela de Alphonse Daudet Jack (1876) el poeta François Villon.

lvdsLas culturas de bronce se encuentran a los ladoslvdsLe Petit cheval y Large Horse de Raymond Duchamp-VillonlvdsRealizadas en 1914 dos años antes de contraer fiebre tifoide mientras se encuentra en los cuarteles militares de Cannes donde fallecelvdsRaymond es el segundo hijo de Eugene y Lucie DuchamplvdsDe los seis hijos de la familia Duchamp entre los que se encuentra la pintora Suzanne Duchamp-Crotti.

 


«EN LUGAR DE, entre trenes y marchas»

EÛROPO ~ en lugar de Europalvds11 Rue Larrey, en lugar de París.

 

ESKELET 2
V.  Paisajes

 

LVDSlosvalientesduermensolosA principios de 1920 en las comunidades artísticas de Nueva York y París circula el rumor de que el célebre Marcel Duchamp ha tomado la decisión consciente de dejar de hacer arte para jugar al ajedrezlvdsDuchamp contempla seriamente la posibilidad de convertirse en ajedrecista profesionallvdsA lo largo de los veinte años siguientes participa regularmente en torneos y es considerado uno de los jugadores más fuertes del equipo nacional francés.

lvdsRaymond Duchamp-Villon y Jacques Villon son los hermanos mayores de Duchamp que le enseñan a pintar y a jugar al ajedrezlvdsEn 1910 Duchamp pintalvdsLa partida de ajedrez un gran lienzo de vivos colores fauves que representa a sus hermanos inmersos en una partida de ajedrez con sus parejas descansando en el exuberante jardín de su casa y estudio de Puteaux.

lvdsEl tablero de ajedrez Echiquier es estampado con la firma y la dirección MARCEL DUCHAMP 11 RUE LARREY PARIS en una etiqueta de papel pegada posteriormente en 1967 in situ en su estudio.

 


«COLOR EN UNA NOTA, en tus ojos me he perdido»

 lunas pintadas en BLANCOS, GRISES Y NEGROSlvdsGris.

 

ESKELET 3
D.  Persiana

 

LVDSlosvalientesduermensolosDuchamp se encuentra en su casa en NeuillylvdsConversando con Pierre Cabanne entre abril y junio de 1966lvdsDentro de pocos meses cumple 80 añoslvdsCuando echa la mirada atráslvdsA si vida enteralvdsSu principal motivo de satisfacción es la suerte que ha tenido de nunca trabajar para vivir.

lvdsLas piezas de ajedrez como tales no puede decirse que sean bonitaslvdsTampoco la forma del juegolvdsPero lo que sí es bonitolvdsSi es que podemos usar la palabra bonito es el movimientolvdsAsí que efectivamente es un mecanismo en el sentidolvdsPor ejemplolvdsEn que lo es un Alexander Calder.

lvdsHay desde luego en el ajedrez cosas hermosísimas en el ámbito del movimientolvdsPero no el ámbito visuallvdsDesde luegolvdsLa bellezalvdsEn esos casoslvdsConsiste en imaginar el movimientolvdsO el ademánlvdsTranscurre por completo en la materia gris.

 


«BOSKE SIN HOJAS, los mágicos segundos»

audio cassettelvdsmmetal maximalvds60 min.

 

ESKELET 4
S.  Una nota

 

LVDSlosvalientesduermensolosA Cabanne le llama la atención su pasión por la ajedrezlvdsLos gestos que dirigen unos peones por el espacio no traen consigo creaciones imaginariaslvdsUna partida de ajedrez es visual y plástica ylvdsAunque en el sentido estático de la palabralvdsNo sea geométricalvdsSí es un mecanismo puesto que se muevelvdsEs un dibujolvdsEs una realidad mecánica.

lvdsHay en el ajedrez un juego de formas gratuito que se opone al juego de formas funcionales al cuadrolvdsAunque el juego no sea tan gratuitolvdsSe puede elegirlvdsNo tiene una finalidad sociallvdsEso es lo más importante.

lvdsEl ajedrez atrae mucho a Duchamp hasta los cuarenta o los cuarenta y cinco añoslvdsLuego Poco a pocolvdsEl entusiasmo le va mermandolvdsEn su casa las veladas transcurren jugando al ajedrez o interpretando músicalvdsDescubre que se puede ser impresorlvdsTipógrafo o impresor de grabadoslvdsDe aguafuerteslvdsEso es lo que llaman operario artístico.

 


«PASAR A BRUT, ejercicios para los cinco sentidos»

Raymond Duchamp-VillonlvdsJacques VillonlvdsPierre CabannelvdsAlexander CalderlvdsGertrude SteinlvdsDuchamplvdsFernand Léger lvdsCocteaulvdsApollinaire.

 

ESKELET 5
Lunademiel

 

LVDSlosvalientesduermensolosDuchamp quiere encontrar su propio camino y recurre al ajedrezlvdsRetrato de jugadores de ajedrezlvdsSu solución es fusionar el tema de su cuadro anterior de sus hermanos jugando al ajedrez con los movimientos y la acción de la propia partida de ajedrezlvdsLo físico es el producto de una actividad esencialmente cerebrallvdsEs decirlvdsEl planteamiento opuesto de la mayoría de los pintorxs cubistaslvdsQue generalmente se apartan del análisis visual de una forma puramente concreta.

lvdsMarcel Duchamp explora los elementos y da rienda suelta a su fascinación por el espacio y el movimiento y el azarlvdsTanto en el aire como bajo el agualvdsVer y hacer volar las cometas le aporta una sensación de libertadlvdsUn medio de colaborar con lxs demás y con la naturalezalvdsY una puerta abierta a la inmensidad de la vida a través de su visión.

lvdsJacques Villon considera su pintura un método de prospección y una forma de expresiónlvdsForja una mezcla única de formas cubistas planas y geométricas y una paleta luminosa que recuerda la paleta impresionistalvdsSe interesa por la abstracción pura en la década de 1920lvdsProduce composiciones basadas en la Teoría del colorlvdsEn última instancialvdsSin embargolvdsVuelve a pintar retratos y paisajes y publicando ilustraciones y grabados.

 


«FI DE LA NOTA, dança o ball de la Mort»

ajedrezlvdsobra de artelvdsdibujolvds geometría cubistalvdspaleta impresionistalvdsabstracciónlvdsimpresorlvdstipógrafo.

 

5 ESKELETS
Dedicatoria

 

LVDSlosvalientesduermensolosDuchamp se ha dado cuenta que es posible hacer algo diferente de que lo que se está haciendo por entonceslvdsPorque no ha tenido ninguna vida públicalvdsPuesto que nunca expuso el VidriolvdsSe pasa la vida metido en garajeslvdsHace hasta cierto punto lo mismo que Gertrude SteinlvdsEl ajedrez puede ser la obra de arte ideal Duchamp suma a eso que el mundo de lxs jugadorxs de ajedrez es mucho más simpático que el de lxs artistas..,

lvdsLxs ajedrecistas son personas totalmente obnubiladaslvdsCompletamentelvdsCegadaslvdsQue llevan anteojeraslvdsSon locxs de cierta categoríalvdsComo se supone que lo son lxs artistaslvdsQue no suelen serlolvdsDuchamp conoce a Fernand Léger y CocteaulvdsA Apollinaire muy pocolvdsEs una mariposalvdsNadie lo conce bien.

lvdsEl ajedrez puede ser la obra de arte ideallvdsDuchamp suma a eso que el mundo de lxs jugadorxs de ajedrez es mucho más simpático que el de lxs artistaslvds La madre de Duchamp también es artistalvdsPinta vajillaslvdsTambién quiere cocerlaslvdsPero en sus setenta años de vida nunca lo consiguelvds Hace Estrasburgos en papellvdsNunca va más allá.

 



 

 

Sueño 909

Berenice Abbott

“…FOTOGRAFÍA COMO MEDIO DESCRIPTIVO…”

«…Abbott creció en Ohio y en 1918, a la edad de veinte años, huyó del Medio Oeste para vivir en Nueva York. Con trabajos precarios de camarera y alguna que otra actuación en el teatro Provincetown Playhouse, apenas conseguía mantenerse y, en 1921, con tan sólo seis dólares en el bolsillo, subió a bordo del Rochambeau con destino Francia. A lo largo de su vida, Abbott fue una apasionada defensora del poder de la fotografía como medio descriptivo. Nunca ocultó que menospreciaba a Alfred Stieglitz y su camarilla de estetas, ridiculizando el pictorialismo como «la toma de simpáticas y bonitas fotografías al estilo de algunos pintores menores.». Man Ray presentó a Abbott y a Eugène Atget. En 1927, Abbott le hizo el único retrato para el que Atget posó en su vida y cuando esté murió ese mismo año, ella buscó y compró sus archivos (1400 negativos en placas de cristal y 7800 copias impresas), convirtiéndose así en la mayor defensora de su obra hasta el final de su vida…» Los valientes duermen solos, un miércoles 10 de julio de 2019.

Bibliografía selecta y material de prensa: presentación, notas y cronología

Patio del primer piso de bloque de piso en Nueva York, calle 72 con la primera Avenida, Manhattan, 16 de marzo de 1936
Construcciones antiguas y nuevas, vista desde la calle Washington, Manhattan, 12 de agosto de 1936

La mirada libre, moderna, experimental de Abbott transitó con naturalidad de una a otra de las diferentes disciplinas que retrató con sus fotografías. La niña que nació en una familia con pocos recursos y que ya mostraba su rebeldía devorando en la biblioteca de Springfield (Ohio) las páginas de Jane Eyre, se convirtió en uno de los más grandes fotógrafos de la primera mitad del siglo XX. De los tres asuntos principales sobre los que versó su producción, retratos, Nueva York y la ciencia, se exponen 184 imágenes, casi todas copias vintages, positivadas por la propia autora. La estadounidense “vivió siempre de su trabajo”, ya fuera como cobradora del frac, periodista o fotógrafa desde que llegó en 1918 «al Nueva York bohemio, el de la comunidad LGTBI», donde conoció a artistas como Man Ray. Con él se reencontró en París a comienzos de los años veinte, atraída, como otros jóvenes creadores, por la efervescencia y ambiente liberal de la capital francesa. De Man Ray aprendió el oficio, él buscaba ayudante y ella se ofreció: “¿Y qué tal yo?”, le dijo. Fueron tres años intensos en los que, como afirma con humor en el documental esta mujer de pelo corto y ojos azules, el genio surrealista “nunca” le subió el sueldo.

Los retratos en pequeño formato es un repaso a las personalidades que conoció en París: James Joyce, con sombrero y bastón («estaba casi ciego, le habían operado siete veces de los ojos»), Peggy Guggenheim, André Gide, Cocteau o los dos que tomó a un anciano Eugène Atget en 1927, el fotógrafo que documentó las calles de París y que tanto le influyó. Cuando este murió meses después, Abbott compró su archivo y se lo llevó a Estados Unidos. «Lo hizo de forma altruista, sentía que Atget no era conocido y que había que promocionar su obra». Del francés se incluye una quincena de maravillosas fotos que ella misma positivó. De cada retratado, Abbott hacía solo cinco o seis negativos y se tomaba su tiempo. Una manera de trabajar que se resume en este irónico comentario a un colega: «Una vez me dijo un fotógrafo que había llegado a tomar unas 1.000 imágenes al día y le pregunté ‘¿Alguna era buena?». A Berenice Abbott le iba bien, se independizó de Ray en 1926, tenía sus clientes, pero en su interior quería regresar a Nueva York, la ciudad que ya le había deslumbrado y que vivía una transformación radical de la que nacería su skylinede rascacielos. A partir de 1929 retrató edificios icónicos como el Flatiron o las obras del complejo Rockefeller Center, los muelles y puentes, para lo que tuvo que superar su miedo a las alturas. Tras el crash bursátil formó parte del Proyecto Federal de Arte, ayuda estatal a creadores, que le permitió documentar para la posteridad la breve convivencia entre las construcciones antiguas de un Nueva York pueblerino y los nuevos mastodontes de acero y cristal. Ese corazón de la exposición que es Nueva York se completa con instantáneas de escaparates y tiendas, cordelerías y ferreterías repletas de formas y figuras. Las imágenes se publicaron en 1939 con el alabo de la crítica y éxito de ventas.

Cuando sintió que esta misión había finalizado, su mente inquieta empezó a interesarse por la ciencia más puntera. «Ustedes son grandes científicos, pero son muy malos fotógrafos de ciencia». Ella misma se sorprendió de su descaro, que convenció a los responsables del Instituto de Tecnología de Massachusetts(MIT) para que le dejasen plasmar sus experimentos y, de paso, renovar los libros de física con sus refrescantes imágenes del movimiento de las ondas del agua, lámparas o una pelota rebotando. Ella misma se convirtió en una inventora: construyó trípodes, cámaras, objetos y hasta diseñó una trenca para fotógrafos con 20 bolsillos. Este atrevimiento para buscar con radical libertad «nuevos territorios en la fotografía, probar y sacar instantáneas de lo moderno» la convierten en una especie «de instagramer del siglo XX». También fue rompedora en su vida privada. En el documental deja claro que entre quedarse en casa para cuidar de un marido e hijos, como la mayoría de mujeres de su época, o dedicarse al trabajo que le llenaba, ella eligió la fotografía. «Al fin y al cabo, con el trabajo pasas más tiempo y siempre fui un lobo solitario».

 

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