Aula voladora de Melocotón Grande
#Artes gráficas / Manga nº 447
Yokai Hikosen (Un globo dirigible yokai), de Shigeru Nizuki
Dibujo original publicado en la revista Shukan Shonen Magazine en 1968, en Kodansha. Producciones Shigeru Mizuki
El pintor confía su dibujo al grabador, cuyo delicadísimo papel consiste en grabar lo más fiel y minuciosamente posible el dibujo en relieve.
Utiliza en general planchas de cerezo, la madera más apropiada a la dureza. Coloca el dorso del dibujo original, pintado con tinta china en un papel muy fino, sobre la plancha humedecida previamente, y frota con suavidad con la yema de los dedos hasta que las líneas del dibujo penetren en la madera y se impriman en ella. Al frotar, el papel se despega a trozos, dejando sitio al dibujo que el grabador empieza a grabar en su integridad. A continuación extiende la tinta, sumi, por toda la superficie de la madera e imprime su trabajo (kyogozuri) para comprobar si está logrado. Después ha de grabar tantas planchas como colores haya, cuyo número fijan por lo general el dibujante y el impresor.
La estampa de Shigeru Mizuki, hecha según la tradición, tiene dieciséis colores, además de la base de tinta china; por tanto han sido necesarias diecisiete planchas. El grabador pone una marca en cada plancha -una muesca llamada kento-, que le permitirá al impresor aplicar sucesivamente los colores sin que la hoja se mueva. A continuación se entregan las planchas al impresor, que prepara el papel, fabricado a base de cola de morera mezclada con cola vegetal. Este papel tan flexible absorbe perfectamente los colores. Su grosor y composición han evolucionado a lo largo de la época Edo. Solo el papel hoshogami de excelente calidad permitirá la realización de los surimono, los cuales precisaban unas técnicas muy sofisticadas como el gofrado, los fondos micáceos o los pigmentos más delicados.
El papel tiene que estar húmedo. A continuación, el impresor humedece las planchas por ambas caras con un cepillo de crin de caballo, con el extremo quemado y después redondeado sobre piel de tiburón, e imprime el dibujo de tinta china; estos trazos (sumisen) son la base de la estampa. Después aplica cada color, empezando por los tintes más claros, con ayuda de un tampón, baren, que el propio impresor fabrica con hojas de bambú.
Los colores se imprimen uno a uno hasta el resultado final. A través de esta serie reciente, Shigeru Mizuki se revela como un maravilloso creador de cuentos que hace revivir las historias del pasado sin dejar de interesarse por el presente, viajando y animando las numerosas exposiciones que le dedican en Japón y en todo el mundo. El artista ha obtenido el gran premio del Festival de Angulema 2007 por su manga NonNonBa.