Sammy Baloji

By julio 18, 2019Sin categoría

Zombie

Sueño 917

Sammy Baloji

“…KINSASA ALUCINANTE…”

«...El Festival Internacional de Cortometrajes de Oberhausen (2019) presenta esta satírica danza que propugna tanto la naturaleza de la tecnología como la existencia moderna en Kinsasa, el Congo. Un viaje entre la esperanza y la distopía en una Kinsasa alucinante. Una obra que se mueve entre el entorno de una peluquería y las discotecas futuristas; desde el desfile urbano hasta la gloria de un dictador. Y, todo esto, antes de llegar al western moderno al estilo de Takeshi Kitano…» Los valientes duermen solos, jueves 18 de julio de 2019.

Bibliografía selecta y material de prensa: presentación, notas y cronología

Zombies, de Baloji. República Democrática del Congo, Bélgica, 2019. 13’ | Color | Francés, lingala.

Pone en duda la relación carnal que tenemos con los móviles, convertidos en apéndices de nuestras manos y que nos aportan el don de la ubicuidad digital. Lubumbashi es, además, la ciudad natal del fotógrafo Sammy Baloji (1978), cuya obra está impregnada de la historia de su región. En 2007 recibió dos premios en la Biennal Africaine de la Photographie Rencontres de Bamako (Mali) y en 2009 el Prince Claus Award de los Países Bajos “por llevar la realidad actual congoleña a la plataforma internacional, por su importante contribución a la memoria del Congo proveyendo una nueva lectura del presente, y por el reto de demostrar que el desarrollo solo puede realizarse después de tener en cuenta los traumas del pasado”.

Sammy Baloji cuestiona la versión oficial de la historia colonialista confrontando el pasado con el presente a través de fotomontajes. Una de sus series más conocidas es Mémoire (2006), en la que yuxtapone retratos de archivo en blanco y negro de trabajadores de las minas durante el colonialismo belga con fotografías actuales de lo que queda de aquellos edificios industriales. En Mémoire, Baloji reduce la dimensión espacio-temporal para criticar la herencia colonial industrial, la destrucción de la identidad, la imagen de los negros en el imaginario colectivo occidental y la desilusión poscolonial. En 2011, el fotógrafo presenta otros dos trabajos sobre la historia reciente de su país y sus ecos en la actualidad. El primero, Congo Far West, es una nueva lectura de la Mission Scientifique du Ka-Tanga que realizaron los belgas entre 1898 y 1900. Baloji sobrepone retratos de archivo del fotógrafo François Michel en paisajes del pintor Léon Dardenne, ya que ambos acompañaron a la expedición e ilustraron el informe final. Con sus fotomontajes, utilizando el mismo material que la propaganda colonial pero presentándolo de forma muy distinta, Baloji muestra cómo la fotografía ha sido utilizada para crear una mirada de superioridad frente al “otro”, que nunca fue visto como un igual, sino que se presentaba completamente deshumanizado, clasificado y analizado como un objeto de estudio, hecho que ha marcado profundamente los clichés de la sociedad occidental actual.

El segundo trabajo de 2011 es Kolwezi, una serie de fotomontajes en los que el fotógrafo muestra el contraste entre las minas de Kolwezi (RDC) y los coloridos pósteres que adornan los hábitats de los trabajadores, como fantasía de una vida mejor. Mediante las duras condiciones de vida de los mineros frente a imágenes de sociedades idílicas e idealizadas, Baloji denuncia el resultado de la explotación de los recursos de Katanga, tanto en el pasado como en el presente, ya que la historia de la compañía Gécamines ya no puede separarse de la del país ni de la de su gente, y alude también a los efectos depredadores del capitalismo global. Sammy Baloji ofrece una imagen del presente de la RDC a través de su historia reciente, retratando a una sociedad cuyo país se ha convertido en terreno de juego de exploradores, misioneros, hombres de negocios y mercenarios desde que pasó a ser propiedad privada del Rey Leopoldo II de Bélgica hasta nuestros días, sufriendo una violenta colonización, una dictadura y dos sangrientas guerras, y que ahora abre un nuevo capítulo neocolonial con la llegada de los contratistas chinos. “Mi lectura del pasado congoleño es una manera de analizar la identidad africana actual, a través de todos los sistemas políticos que la sociedad ha experimentado. La esencia de mis temas está en la vida diaria de la gente del Congo, que es el resultado de su reciente pasado”.