Gavin Ashworth

By diciembre 17, 2018Sin categoría

LVDS, G Ashworth, reconstrucción de La Venus del espejo

Los valientes duermen solos nº 749
Reconstrucción de La Venus del espejo (2015), de Gavin Ashworth

«Goya se debió de revolver en su tumba. En 1801 insistía en que «cuanto más se retocan las pinturas so pretexto de conservarlas, en tanta mayor medida son destruidas, y ni siquiera los artistas originales, si estuvieran vivos, podrían retocarlas ahora perfectamente a causa del tono añejo dado a los colores por el tiempo, el cual también es un pintor de acuerdo con la máxima y la observación del ilustrado». Los restauradores tendrán que cubrir distancias enormes para deshacer la obra del tiempo.» James Beck con Michael Daley. La restauración de obras de arte. Los valientes duermen solos. Lunes 24 de octubre de 2016.

En la Venus del espejo, de Velázquez, Ruhemann consideró necesario emplear etanol puro y un pincel de cerda. Las partes no incluidas en este tratamiento «tuvieron que ser rascadas». Algunas fueron primeramente «ablandadas frotándolas brevemente con formaldehído dimetílico. Después de eliminar lo que consideró barniz o repinte, Ruhemann empezó su labor de retoque, sin embargo su informe de la pintura revela una visión indecisa de la obra de Velázquez y sus intenciones: «Cupido… está pintado a modo de esbozo y posiblemente sin acabar»; «las manchas de pintura presumiblemente ocultan arrepentimientos pero es posible que hayan sido reforzadas en una restauración anterior». (La cursiva es mía.) En cambio, su capacidad para retocar la pintura no ofreció ninguna duda: «Después de la limpieza se rellenaron los huecos existentes en la pintura con masilla blanca de dorador, un poco de aceite secativo y cola; a todo ello se añadió sombra de tierra quemada para alcanzar la tonalidad del fondo original.

La operación de retoque fue realizada con Paraloid B72 como medio provisto de pigmentos en polvo, xileno como disolvente y Shellsol E como retardador». La operación fue rematada con «MSB2… en el barniz preliminar, intermedio y final… a la última aplicación (con pulverizador) se le añadió un tres por ciento de cera». Gaya se debió de revolver en su tumba. En 1801 insistía en que «cuanto más se retocan las pinturas so pretexto de conservarlas, en tanta mayor medida son destruidas, y ni siquiera los artistas originales, si estuvieran vivos, podrían retocarlas ahora perfectamente a causa del tono añejo dado a los colores por el tiempo, el cual también es un pintor de acuerdo con la máxima y la observación del ilustrado». Los restauradores tendrán que cubrir distancias enormes para deshacer la obra del tiempo.

LVDS velazquez - Venus 1649-1651