Los valientes duermen solos nº 1042
Marcados para (2009), de Claudia Andujar
«Marcados significa «herrados» o «marcados con hierro candente» en portugués. Este título reviste importancia especial para Claudia Andujar, cuyo padre judío pereció en el campo de concentración de Dachau. De 1981 a 1983, la artista acompañó a dos doctores en expediciones médicas de rescate en el territorio yanomami de Brasil. La mortal epidemia de sarampión de 1976, que surgió de la construcción de la carretera Perimetral Norte de 1973 a 1974, movilizó este operativo sanitario. Su principal objetivo era vacunar a las personas expuestas al creciente número de mineros de oro y diamantes, portadores de enfermedades. Claudia Andujar pasó décadas haciendo campaña en pro de la demarcación del territorio yanomami.» Los valientes duermen solos, sábado 23 de noviembre de 2019.
Marcados para (2009), de Claudia Andujar. Díptico de copias de inyección de tinta. 70 x 103 cm.
Entre 1981 y 1984, Andujar pasó largas temporadas en el territorio indígena de la tribu de los Yanomami, en la cuenca del río Catrimani, parte del territorio brasileño. Junto con dos médicos, realizó numerosas fotografías del medio y de las expediciones, y registró uno por uno a cada individuo con un número colgado del cuello. Esas imágenes eran utilizadas en las cartillas de vacunación sanitaria, que contribuyeron a salvar la vida de muchos de los miembros de la tribu.
Este trabajo surge entonces por dos motivos: por un lado, a nivel antropológico, del intento de ayudar a la supervivencia del pueblo Yanomami a partir de la vacunación de los habitantes de las diversas poblaciones y, por otro lado, a nivel conceptual, en contraposición con la propia biografía de la artista, cuyos familiares y amigos fueron marcados y asesinados en los campos de concentración nazi. Esta exposición contiene las imágenes de los “marcados”, una selección de fotografías documentales de la expedición, cartillas originales y algunos contactos para ver la minuciosidad y precisión del trabajo de Andujar. Se completa además con documentos que contextualizan las fotografías, como el «Informe 82» (1982) elaborado por la Comisión Pro Yanomami (CPY).
Andujar pasó su infancia en Rumania y Hungría. Durante la Segunda Guerra Mundial se exilió en Austria junto a su madre, mientras que su padre fue deportado al campo de concentración de Dachau, donde moriría junto a la mayor parte de su familia. Andujar migró a los Estados Unidos, donde estudió Humanidades en el Hunter College de Nueva York. En 1954, se radicó en Brasil y allí comenzó su carrera como fotoperiodista, con un proyecto sobre los modos de vida de los indios Carajá. A partir de la década del 70, inició su trabajo junto a los indios Yanomami, retratando en sus fotoreportajes los estragos provocados por la depredación forestal y minera y colaborando con la comunidad a través de múltiples iniciativas. Su fotografía constituye una celebración de la rica cultura de los Yanomami y permite ingresar a las complejidades de su mundo.