Los valientes duermen solos nº 492
Paco Candel
Francisco Candel (31 de mayo de 1925 en Casas Altas, Rincón de Ademuz, Valencia – 23 de noviembre de 2007 en Barcelona)
Bibliografía selecta
Els altres catalans, de Francesc Candel (Primera edición: Edicions 62. Barcelona, marzo de 1964. Colección: Llibres a l’Abast. Impreso en Gràfiques Diamant, Barcelona. Cubierta diseñada por Jordi Fornas. Ilustrada con una fotografía de Oriol Maspons e impresa en I.G. Garcia, de Vilassar de mar. 12 x 18 cm. Rústica con solapas. 366 pp.)
Desde su publicación en marzo de 1964, Els altres catalans, la obra más popular de Francisco Candel, no se ha podido leer tal como la había escrito el autor. La criba de la censura obligó a suprimir y modificar numerosos pasajes
Testimonio directo de la gente, de los ambientes y de los problemas de la Catalunya suburbial, el ensayo de Candel afrontaba de manera cruda y valiente la cuestión de la inmigración, un asunto complejo y recurrente que aún hoy tiene un fuerte impacto social. Por primera vez han presentado el texto original íntegro, restituyendo los fragmentos que la censura obligó a cortar, en una cuidada edición a cargo de Jordi Amat. Se incluye también un prólogo inédito de la escritora Najat El Hachmi, ella misma procedente de una familia inmigrante, que acerca a los lectores de hoy el texto clásico de Candel.
Material de prensa: presentación, notas y cronología
Rescatado de la hemeroteca encontré el escrito del periodista Juan Cruz: «Francisco Candel, Francesc Candel, vivía en una casa muy modesta de la Zona Franca de Barcelona, y allí estaba mirando el pájaro amarillo que nos piaba. Era un hombre sencillo que hablaba aún, tantos años después, como aquellos personajes, que eran en realidad él y sus compinches literarios u obreros de la construcción o de la literatura, de uno de sus libros más famosos, Hay una juventud que aguarda.
Como los adolescentes de entonces habíamos leído ese libro como si fuera elDiario de Daniel laico, rabiosamente laico, de la iniciación literaria, cuando lo encontré tantas décadas después, en septiembre de 2005, lo miré con la reverencia que uno reserva a los maestros que leyó cuando era joven; como si me hubiera encontrado con Albert Camus o con Miguel de Unamuno. Él no llegaba a parecerse a Unamuno, pues era vivaz pero pequeño de estatura, y no hablaba como el vasco, sino con una voz debilitada por el tiempo. Tenía 80 años.
En aquella conversación naturalmente surgió la historia de ese libro, que seguía a otro título parecido (Els altres valencians, de Joan Fuster) y que le fue encargado por Edicions 62 a Candel. Naturalmente, aquellos catalanes “otros” eran los inmigrantes, como lo fue el propio Candel; esos inmigrantes “con su castellano y todo, se consideraban catalanes”. Los altres eran, me señaló Candel con su índice, una prolongación venosa de su mano, extremeños, andaluces, murcianos; en ese momento en que hablábamos ya vislumbraba Candel otra inmigración, la llegada de otros altres a la geografía humana de Cataluña, los magrebíes, los latinoamericanos, otros europeos… Pero ya él no creía tener energía para describirlos.
Lo cierto es que él escribió aquel libro, se armó una buena, como con casi todos los libros que escribió (recuerden Donde la ciudad cambia de nombre, al que siguió, significativamente, “¡Dios, la que se armó!”, y hubo numerosas ediciones, en catalán, que él tantos años después celebraba como un veterano divertido que no tenía sitio donde ponerse medallas, pero que tenía derecho a exhibirlas.
Lo cierto es que el título, Els altres catalans, fue tan afortunado como cada uno de los suyos, y ahora me lo ha hecho evocar Puigverd. En efecto, en este país de paralelismos asimétricos es cierto que Rajoy no tiene en cuenta a unos catalanes y que Artur Mas se olvida también, en la gestión de los delicados sentimientos que maneja, a los catalanes que no se sienten como él. Els altres catalans. Candel tituló una época. A ver quién es el guapo que le da título a esta.»