Los valientes duermen solos nº 1105
Alexander Brener

«Alexander Brener pertenece a la generación de artistas rusos de performance que estuvieron activos durante los últimos años de la Unión Soviética y comprometidos con el espacio público. Adquirió notoriedad internacional en 1997 cuando pintó un signo de dólar verde en la pintura blanca Suprematismo 1920-1927 de Kasimir Malevich en el Museo Stedelijk de Amsterdam. Esta protesta contra la corrupción y la comercialización del mercado del arte terminó con una sentencia de prisión, a pesar de que él afirmaba que el acto era una representación artística.» Los valientes duermen solos, lunes 17 de marzo de 2020. 

El hedonismo del arte contemporáneo es el principal objetivo polémico del discurso de Alexander Brener, leído para la Apertura de la Extravagancia de la hierba steirischer por Alexander E. Fennon. Realizado en traducciones inglesas y alemanas del original ruso, analiza de manera buena y dura la afirmación generalizada de que el arte contemporáneo es heredero del legado de poetas mauditas como Arthur Rimbaud o Paul Verlaine debido a sus audaces rupturas con las convenciones. Brener cree que nada más lejos de la realidad: los verdaderos ancestros de los artistas de hoy son Peter Paul Rubens, con sus inmensos apetitos carnales y su amor por el poder, o Pablo Picasso, con su erotismo senil y su servil mutación de estilo. La acusación de Brener de las prácticas contemporáneas es la extensión lógica de sus ataques a los iconos del canon modernista como mercancías de consumo durante sus días como artista de performance radical. Su diagnóstico melancólico se complementa con un exuberante y extravagante vestuario diseñado por Barbara Schurz, compañera y colaboradora de Brener durante mucho tiempo. El actor que lee el discurso de Brener se convierte en un Pierrot triste, anunciando en broma las razones por las que cada vez es más imposible disfrutar del arte.