Jacob Buckhardt

By febrero 14, 2019Sin categoría

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Los valientes duermen solos. Sueño nº 779

Jacob Burckhardt

“…HERMENÉUTICA ORIENTADA…”

«…lo que Burckhardt se proponía ofrecer a sus alumnos era algo diferente tanto a un resumen cronológico de la historia universal como a una filosofía estricta de la historia. Burckhardt iba a presentarles «observaciones y experiencias» de muchas épocas de la historia, pero el criterio de selección y ordenación que iba a emplear no era cronológico (como se espera de un historiador), sino más bien filosófico: la adecuación a un Gedankengang, a un curso de pensamientos que consiste en la distinción de tres «potencias» (religión, Estado y cultura) y el estudio de sus «condicionamientos» recíprocos a lo largo de la historia.…» Jacob Burckhardt, el escepticismo histórico y el pesimismo político, de Jorge Navarro Pérez. Página 112

Bibliografía selecta y material de prensa: presentación, notas y cronología

La cultura del Renacimiento en Italia, de Jacob Burckhardt. Título original: Die Kultur der Renaissance in Italien Ein Versuch. Publicado en español  por Ediciones Akal en Madrid en 1992. Traducción de Teresa Blanco, Fernando Bouza y Juan Barja. Impreso en Madrid en Fernández Ciudad. Maqueta: RAG

Carl Jacob Christoph Burckhardt (25 de mayo de 1818 en Basilea – 8 de agosto de 1897) fue un historiador de arte suizo. Su análisis del redescubrimiento del hombre y del nacimiento de un nuevo mundo figurativo, expuesto en su célebre libro La cultura del Renacimiento en Italia (1860), tuvo una notable influencia sobre la cultura europea. Es autor, además, de El cicerone (1855), Historia de la cultura griega (4 volúmenes, 1898-1902) y Consideraciones sobre la historia universal (1905). Estudió Teología y Literatura en la Universidad de Basilea, donde tuvo como profesores al teólogo Wette y al filólogo Wackernagel. Más tarde amplió sus estudios en Berlín, donde cursó Historia general con Grimm y Ranke eHistoria del Arte. Se especializó en el estudio de la civilización del Renacimiento, sobre la que acabó publicando la que fue durante largas décadas la principal monografía sobre la materia. En 1843 regresó a Basilea y fue nombrado profesor de Historia y de Historia del Arte en su universidad. Durante esta etapa realizó frecuentes viajes a Italia y, en 1847, se trasladó a Berlín para dirigir la nueva edición del Manual de Historia del arte de Kugler, al que añadió gran cantidad de material propio. De 1855 a 1858 ejerció como profesor en la Escuela Politécnica de Zúrich y después volvió a Basilea, donde se instaló definitivamente y ejerció como profesor de su Universidad hasta su jubilación. Escribió obras que ejercieron un gran influjo en la historiografía posterior, especialmente en los estudios sobre el renacimiento italiano y el mundo griego de la época clásica.

Burckhardt se opuso de manera decidida a la filosofía de la historia porque veía en ella la versión más sofisticada y perversa del partidismo. Por eso anota: «Ante todo, nada de filosofía de la historia». La expresión filosofía de la historia es para Burckhardt una «contradictio in adiecto», un «centauro», ya que la historia coordina, y por tanto no es filosofía, mientras que la filosofía subordina, y por tanto no es historia. Burckhardt no dice nada contra la filosofía mientras ésta no invada el territorio de la historia. Lo que él rechaza es que la historia aplique el método de la filosofía y se convierta en filosofía de la historia: «Propiedades de la filosofía de la historia hasta hoy: ha ido detrás de la historia y ha dado cortes longitudinales; ha procedido de manera cronológica. De esta manera ha intentado elaborar un programa general del desarrollo del mundo, por lo general en un sentido sumamente optimista9 . Así Hegel […]. Esta atrevida anticipación de un plan del mundo conduce a errores, ya que parte de un principio equivocado. (Por supuesto, este error no es propio sólo de los filósofos: que nuestro tiempo sea la consumación [Erfüllung] de todos los tiempos o esté cerca, y que haya que considerar todo lo anterior como calculado para nosotros, mientras que —al igual que nosotros— existió para sí, para lo anterior, para nosotros y para el futuro)». Burckhardt rechaza la filosofía de la historia porque es un sistema que tiene a su base un error. Ese error es creer que haya una época privilegiada que alcanza la perfección y que todas las épocas precedentes sean simples grados de desarrollo hacia esa época perfecta. Una vez que se descubre ese error, todo el sistema se viene abajo.

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