CUADERNO NEGRO, caminando por el pasado minero Stéphanois de la cuenca hullera de Saint-Étienne, me volví a encontrar con Didi-Huber, quien prefiere que digan que es un obrero, un obrero del pensamiento. Son agujeros los ojos; se pregunta el obrero. Agujeros negros. Sabemos que los ojos ven por agujeros. Pero los ojos son también agujeros, u ocupan más bien, provisionalmente, el lugar de dos agujeros en nuestro cráneo.

, «OH HO,
 Miró.»

CUADERNO ROJO, hay obra orig. La Madeleine à la veilleuse, o Madeleine Terff (1642-1644), de Georges de la Tour. Óleo sobre lienzo. 128 x 94 cm. Museo del Louvre. Hay obra orig. Vislumbres (2019), de Georges Didi-Huberman. Núm. Col. 29. Shangrila, Valencia, agosto de 2019. Rústica. 324 pp.

, he jugado con esa necesidad vivida por Didi-Huberman: la experiencia vivida en el tiempo del puro pasaje, de adoptar la costumbre de llamar vislumbres a fragmentos de cosas o de acontecimientos que aparecen ante sus ojos. Esto nunca dura mucho tiempo. Fragmentos, astillas del mundo, restos que van, que vienen. Empiezan a desaparecer en cuanto aparecen. Sin embargo, todo lo que es visible a su alrededor no es para él una vislumbre. La presente nota se ha hecho a través del kollage, de personajes separados de sus plantillas narradoras, espacios que probablemente no existen, pero que de algún modo deberían haber existido. Varias veces se oyen tijeretazos de voces entrecortadas. De todas formas, acabarán recortándose con unas tijeras, en una delicada blandura, un pie de nota herida. No se me escapa que presentar estos fragmentos de manera seguida desvirtúa en cierta medida su sentido original.