franz anton mesmer, de vincent buranelli

By septiembre 23, 2019Sin categoría

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los valientes duermen solos nº 1003
the wizard from vienna: franz anton mesmer and the origins of hypnosis (1975), de vincent vuranelli

«El médico suabo Franz Anton Mesmer, teórico del magnetismo animal y origen de la palabra «mesmerismo» mantenía las puertas y las ventanas cerradas. Reinaba el silencio, excepto por los susurros entre pacientes y doctores propio del ida y vuelta del diagnóstico, tratamiento y prescripción. La excepción cardinal era el sonido de un piano o armónica de cristal que llegaba desde un rincón de la sala. La mayoría de las personas coinciden en llamarlo «música objetiva», música para personas que han olvidado cómo escucharse a sí mismas, dejándose anegar por sonidos exteriores como la radio, el fonógrafo, las canciones de amor, la máquina de escribir, el ruido del comer o el alboroto de la conversación.» los valientes duermen solos. lunes 23 de septiembre de 2019.

The Wizard from Vienna: Franz Anton Mesmer and the Origins of Hypnosis (1975), de Vincent Buranelli. Publicado en Londres por Peter Owen en 1975. 

Al llegar a la capital francesa, Mesmer intenta en vano que la Academia de Ciencias y el recién fundado Colegio de Médicos acepten sus teorías y métodos, con los que consigue curaciones espectaculares. Al cabo de varios meses, y a pesar de haber obtenido un buen número de discípulos y adeptos entre los nobles y la burguesía, el mismísimo marqués de La Fayette es uno de sus más fervientes admiradores , Mesmer no consigue el reconocimiento oficial siendo el propio rey Luis XVI uno de los más escépticos. Luego abandona París y marcha a Alemania.

La polémica está servida. Sus seguidores y adeptos fundan una «Société de l’ Harmonie» para recabar fondos, consiguiendo la enorme suma de 340.000 libras, haciendo volver a Mesmer a París donde, pese a la oposición oficial es el médico de moda. La situación es tan compleja que Luis XVI ordena a la Academia de Ciencias que cree una comisión de investigación para comprobar la veracidad y la utilidad de la medicina practicada por Mesmer. Aunque en dicha comisión figuran personalidades tan señaladas como el médico Guillotin (que pocos años después inventaría la guillotina), el astrónomo Bailly, el botánico Jussieu, el químico Lavoisier y Benjamín Franklin, embajador en París de los recién creados Estados Unidos, el informe de la misma es desfavorable. El 11 de agosto de 1784, la Academia proclama solemnemente «la nullité du magnétisme».

Ese mismo año de 1784, uno de los discípulos de Mesmer, el conde Maxime de Puységur que practica sus métodos en Bayona de forma altruista, descubre fortuitamente al intentar magnetizar a un joven pastor, que este, en lugar de mostrar los síntomas habituales de convulsiones, temblores y espasmos, entra en un sueño profundo, un trance hipnótico. Durante el mismo, el paciente es capaz de reponder a preguntas y de obedecer las órdenes de Puységur, pero al despertar no recuerda nada.

Aunque el hipnotismo había sido descrito de alguna manera en la medicina, Paracelso cuenta como los monjes del convento de Kärntner distraían a los pacientes con objetos centelleantes durante los tratamientos y en la antiguedad, a partir de Apolonio de Tyana ya se encuentran huellas de procesos hipnóticos, sin duda Puységur el que incorpora la hipnosis al mundo. Pronto el vulgo cree que el sujeto hipnotizado, el medium, posee propiedades omniscientes y puede contestar a todo tipo de preguntas y comienzan a proliferar charlatantes, farsantes y estafadores que se aprovechan de la credulidad de la gente para hacer fortuna. El mesmerismo, al que por extensión se ha incorporado el fenómeno hipnótico, se va desacreditando poco a poco.

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