«Sólo uno de cada tres españoles sabe leer un texto largo. Habría que incidir en cambiar la cultura del adulto español. La formación no termina en la escuela, hay que continuarla. El riesgo de desempleo es muy alto y si uno deja de formarse, como hemos visto, sus posibilidades de estar en el paro se multiplican por cuatro.»
-El Confidencial-
«No por tener más ordenadores en clase mejoran los resultados académicos.»
-El Pais-
«Equipar masivamente a los alumnos y las clases con dispositivos electrónicos no basta para mejorar los resultados, según un estudio de la OCDE, que hace hincapié en los malos resultados de España. Los países que han invertido mucho en material electrónico no han registrado una mejora notable de resultados en comprensión escrita. Los alumnos españoles se sitúan considerablemente por debajo de la media de la OCDE en su capacidad de lectura digital, incluso por debajo de los estudiantes de países con resultados similares en lectura impresa.»
-Diario ABC-
LA LITERATURA SIRVE PARA CONSTRUIR TU MUNDO
Comprender correctamente un texto nos permite extraer toda la información del mismo, y a la vez pone en juego nuestra formación individual, nuestros conocimientos previos y activa nuestro sentido crítico. La literatura sirve para moverse culturalmente, para poder entender cualquier escrito, por ello cada vez es más frecuente que los aspirantes a un puesto de trabajo encuentren, en su proceso de selección, pruebas psicotécnicas de comprensión lectora: es necesario extraer los conceptos relevantes que quiere dar a entender el texto, reflexionar sobre el conjunto para relacionarlo todo y obtener las conclusiones adecuadas en el breve tiempo marcado para la prueba.
La escritura y la lectura consiguen, así, desarrollar nuestra percepción a la hora de entender el mundo por lo que uno tiene la conciencia de que estos dos ámbitos no puede quedar arrinconados. Enlazando con esto no es gratuito afirmar que conocimiento y literatura han de entrar en diálogo serio y profundo y deben ayudar a que cada sujeto tenga derecho a servirse de la palabra de una manera precisa y eficaz.
Desde la aparición de la llamada sociedad de la información la comunicación es un “valor en alza”. El individuo se reencuentra consigo mismo, se aproxima a los otros, participa de una manera casi instantánea con aquello que se encuentra presente o ausente gracias a las nuevas tecnologías pero no hay que confundir comunicación con comprensión: una máquina memoriza y relaciona (de ahí el origen de la palabra ordenador, algo que ordena datos) mientras el cerebro asimila y manifiesta ideas. Aunque se crea que la comunicación es la mayor empresa de nuestra sociedad también lo es el diálogo por eso ambos conceptos deben convivir en armonía. Aquí es donde entra en juego el concepto que se barajaba al inicio: la comprensión lectora estimula la imaginación que es el primer paso para forjar un buen discurso. Si cada individuo es portador de esa capacidad la comunicación (una comunicación “saludable”, constructiva) se convierte en un instrumento ideal para educar en un contexto donde compartir estas ideas.
El sistema educativo tiene que hacer frente a una serie de nuevos retos. La educación debe recuperar el valor del lenguaje escrito, hablado y leído que se ve relegado por culpa del abuso de la tecnología mal utilizada.
LA LITERATURA ES UN CERTIFICADO DE BUENA CONDUCTA
Hoy es necesario reivindicar que la cultura literaria es un certificado de buena conducta y está relacionada con la economía y la riqueza, es hora de exigir una crítica intelectual, científica y ética, una crítica responsable y ciudadana. De este modo el alumno lector será formado hasta que entienda que la escritura y el acervo literario de una cultura es un fenómeno esencial dentro de la producción social del conocimiento y de la comunicación y que cada texto encierra una serie de valores.
Existe una necesidad casi intrínseca de identificar la realidad con la palabra y eso ha obligado, a su vez, a describirla en sus rasgos más significativos y a narrar acontecimientos: actividades y cualidades que son propias de la literatura y que la visión y la imagen aceptaron y aplicaron a sus propios medios de expresión, tan contrarios a los literarios.
Uno de los ejes vertebradores de las actividades es el relato, que, gracias a su brevedad, facilita la comunicación entre los alumnos y sus ideas y opiniones (cada uno saca una conclusión de lo que ha leído y debe exponerla y defenderla).
En este laboratorio nos acercarnos a las dinámicas de la experiencia, no sólo a la vida del artista sino a la vida misma en cuanto a la imaginación creadora.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD A TRAVÉS DEL LENGUAJE
El secreto de un buena lectura estriba en promocionar libros a la altura de todos los alumnos (hasta los que saben leer muy poco), en que el estilo y el argumento no compliquen la comprensión del alumno, sino en que la interpreten a partir de sus pensamientos y sentimientos.
En el caso de la actividad se basa en la narración de acontecimientos verídicos que dan relevancia a hechos culturales y artísticos.
En el trabajo de las competencias básicas una de las actividades que realizamos está relacionada con la creación y resolución escrita a partir de imágenes.
Por un lado, las actividades deben ser propuestas y conectar con los participantes y con el recorrido de aprendizaje previo que lleva el grupo y por otro la actividad debe poder conectar el aprendizaje de otros saberes como son los saberes sociales y culturales del mundo.
Un modelo de alto nivel que reivindica la cultura como parte de todos nosotros. Además, esta manera de enfocar la actividad promueve una nueva manera de ver el mundo, esto es, una forma de aplicar lo trabajado en nuestra aula-laboratorio a la vida cotidiana.
Este aula-laboratorio será una prueba piloto dentro de una sociedad que se integra y que integra a todos. Consideramos imprescindible que toda actividad educativa tenga en consideración aquellos elementos que forman parte de un contexto. El aula-laboratorio se convierte en la herramienta de conexión entre el bagaje, la cultura y la historia narrada de nuestros participantes y el bagaje, la cultura y la historia del mundo mismo; es por ello por lo que esta herramienta es bastante válida e interesante para poder contextualizar cualquier práctica educativa, escolar o no.
Se comienza formando grupos de trabajo cooperativos reducidos para impulsar a los alumnos a formular preguntas y para promover un buen clima de trabajo. A partir de ahí cada equipo de trabajo lo hace con una metodología diferente, pero con los medios que nos acompañan en esta experiencia.
Hay que pensar que cada alumno es responsable de su aprendizaje. De hecho, durante la práctica se observa si disfrutan aprendiendo, si tienen ganas de hacer más y si se sienten cómodos con este tipo de metodología en la que ellos son protagonistas, en el que la figura del maestro hace de guía del proceso y orientador, en el que hay flexibilidad, en la que el significado es claro, en el que hay unos objetivos entendidos y pensados conjuntamente y todo está muy relacionado con la realidad que les rodea.
Otro aspecto a destacar es que permite la evaluación inicial y la autoevaluación y coevaluación y al final de cada parte de la práctica se hace un paréntesis resumen, una verbalización del proceso donde se recogen los temores, las dificultades de usar el lenguaje, de las decisiones tomadas y del establecimiento de las conexiones, así como el análisis y la concreción de las tareas y acciones frente a la parte siguiente del proceso y su reconducción, en su caso.
Esta manera de trabajar permite llevar a cabo una evaluación bastante completa. Hay una evaluación inicial donde se pactan los objetivos con el grupo y las metodologías a emplear, y se presentan las expectativas. Y una evaluación siguiente a partir de unas rúbricas de evaluación de las habilidades a trabajar, con unos criterios clasificados y especificados por la práctica en cuestión (puntuados como aceptable / correcto / bien / excelente y obtener así una puntuación final comentada entre todos). De este modo, existe una autorregulación de la planificación, una contextualización del trabajo realizado y una verbalización del proceso. Además, permite una posterior comparativa en función de la realización de la parte de la práctica.
Una vez hechas todas estas acciones, se hace una síntesis general en gran grupo de esta práctica registrada. Se repasan metodologías empleadas en cada caso, se analizan las ventajas y desventajas y también se dejan por escrito las posibles propuestas de mejora de cara a futuras prácticas semejantes. También se dan cuenta de que han trabajado mucho, pero han disfrutado haciéndolo, que se sienten conectados con la realidad que los rodea y que tienen muchas ganas de compartir la experiencia con otras personas.
Mi propósito con este proyecto consiste en recobrar una tradición literaria asociada a la escuela y a la edición, y reconducir la educación hacia el arte de pronunciar un discurso. El análisis del lenguaje es un trabajo intelectual rico en matices e innovador en sus propuestas y concepción social.
Se intenta volver, asimismo, a presentar argumentos y reflexiones sobre actitudes, estrategias y recursos para educar en la costumbre de interpretar o construir en solitario textos escritos. No se aprende una lengua y luego se utiliza, se aprende a la vez que se utiliza. La literatura hace el mundo más inteligible y nos hace más inteligentes. El lenguaje es nuestra proyección hacia el mundo.
Los materiales utilizados en el programa están relacionados con la comunicación escrita e impresa (cuentos, álbumes ilustrados, literatura infantil y juvenil, cómic, periódicos y revistas).
PROGRAMA AULA-LABORATORIO
INFANTIL (P3, P4, P5)
La primera etapa de la lectura puede situarse hasta los cinco años, y el lector más que leer es guiado como nuevo lector, y más que leer, juega. En este período el cuento es como una fábula, una enseñanza moral: el mundo se puede cambiar a través de la palabra. Deben descubrir que a través de los cuentos se puede experimentar entre nuestro interior y nuestro exterior. El lenguaje literario es diferente, la ficción sirve para explicar la realidad, una realidad en la que los libros existen.
PRIMARIA (CICLO INICIAL, MEDIO Y SUPERIOR)
Después viene una etapa de los seis a los doce años, en que el lector se ve a sí mismo como un héroe o una heroína de sus lecturas. Leer empieza a constituir el mundo en forma de historia y presenta la imagen del rol del lector en el mundo, un hecho que se dilatará a lo largo de los años. Dos de los objetivos elementales de la lectura son la obtención de placer y el alcance en el conocimiento moral. La obtención del placer ya es más discutible por las dificultades con la comprensión inmediata del lector joven: el vocabulario, el contexto cultural, la separación de los detalles temporales. Sin formación no se puede comprender todo. En esta etapa se aprovechará esta fascinación por las historias de los libros para que los alumnos aprendan a concentrarse y fijar la atención en el libro. El secreto de un buen relato estriba en que el estilo y el argumento no obstaculicen la comprensión lectora del alumno, sino en que lo interpreten a partir de sus pensamientos y sentimientos.
Se introducirá una parte de narración gráfica en este ciclo para dar a entender que la imagen puede jugar (y juega dentro de las artes narrativas) un papel importante sin dejar de lado el texto escrito. El cómic, la pintura y la ilustraciòn son los medios o artes elegidos para desarrollar este aspecto del programa. Se trabajará, además, con relatos cortos para no sobrecargar la memoria del alumno y poder, así, profundizar en las cuestiones principales.
SECUNDARIA (ESO)
El nivel literario va aumentando a través de la escolaridad. Ahora se intentará explicar hasta qué punto una obra literaria refleja aspectos que atañen a la vida por lo que se intentará analizar qué intentan contar. Esto se realizará desde un punto de vista crítico (en sentido estricto) en el que cada uno dará su versión con total libertad de lo que ha entendido y se contrastarán ideas en un debate abierto y moderado, al mismo tiempo, por el profesor (más que moderado, guiado) que intentará llegar a un punto en común.
Para favorecer esta labor se ofrecerán información adicional sobre el contexto en el que se crearon estas obras intentando no “contaminar” u obstaculizar las opiniones personales del alumno.
Enseñar, a partir de aquí, cómo funciona la lógica del relato literario (cómo funciona la construcción formal de un texto y la lógica de la narración, la existencia de los géneros literarios, etc.).